El desconsuelo colectivo sigue intacto desde el viernes 2 de septiembre, fecha en la que asesinaron vilmente a siete uniformados e hirieron a uno. Desde ese momento, se han conocido múltiples testimonios cargados de dolor y rabia. Se han realizado innumerables homenajes y actividades en honor a los uniformados que murieron por la patria, sin embargo, existe mucha incertidumbre en el proceso judicial para darles cristiana sepultura.
DIARIO DEL HUILA, PRIMER PLANO
Por: Johan Eduardo Rojas López
Luego de la masacre perpetrada el viernes 2 de septiembre, las familias de los Policías arribaron a la ciudad de Neiva para darle cristiana sepultura. Sin embargo, el hermetismo e incertidumbre estuvieron a la orden del día, pues ayer en la mañana afirmaron desconocer mucha información.
En ese sentido las familias, de los siete uniformados, pidieron agilidad en la entrega de los cuerpos para continuar con los procesos fúnebres protocolarios. El lunes, hacia las 11:00 de la noche, los familiares de los miembros de la Policía Metropolitana de Neiva, fueron a reconocerlos oficialmente a Medicina Legal. Posteriormente, el martes durante toda la mañana se estuvo a la espera de que entregaran los cuerpos para poder realizar los ‘actos fúnebres’, no obstante, el esperado mensaje confirmado la fecha y hora llegó sobre el medio día. “No sé porque tanta demora”, señaló uno de los familiares que estaba a la espera.
Así mismo agregó, mientras se tenía una respuesta, que “necesitamos claridad para poder pedir los permisos para trasladarnos hasta aquí y darles la última despedida a nuestros familiares. Hemos visto demora, según lo que nos han dicho, están esperando que les confirmen en Bogotá porque es una ceremonia protocolaria. Entonces estamos esperando la confirmación. Existió mucha desinformación frente a los actos fúnebres. Anoche había mucho disgusto por parte de los demás familiares de los otros compañeros”, dijo Lusi Sabi, padre del Intendente Luis Alberto Sabi Gutiérrez.
Actos fúnebres
Los actos fúnebres finalmente se realizaron ayer en la catedral Inmaculada Concepción. Allí mediante una ceremonia protocolaria, se despidió a los uniformados que dieron su vida por la patria. Altos funcionarios Militares y Políticos, hicieron presencia, al igual que líderes comunales, organizaciones y ciudadanía en general. Un dolor compartido se evidencio en el lugar y el desasosiego fue notorio. Al unísono los asistentes repudiaron este lamentable hecho.
Lee también: Uniformados que murieron en atentado recibieron el último adiós
Ronald Flórez, Intendente de la Policía Metropolitana de Neiva, señaló que, desde que se inicia en la Policía Nacional, los uniformados adquieren una vocación de servicio que los mantiene en pie ante cualquier situación, sin embargo, se encuentra consternado por la forma ‘cobarde y vil’ cómo los asesinaron.
“Son 20 años que compartí con William Cuellar, aquí en la Policía Nacional. Agradezco primeramente a Dios por darme la oportunidad de tenerlo acá y a sus hombres, eran 6 compañeros que estaban bajo su mando. Le pido a Dios que perdone a esa gente que lo hizo y en honor a ellos realizar toda esta actividad. Yo sé que es duro, pero estamos firmes y continuamos en pie ante todas estas situaciones. Le digo a todos aquellos que están al margen de la ley que se rindan y no sean tan cobardes de hacer todo este tipo de atentados contra la patria y las fuerzas militares porque somos nosotros los que brindamos protección”, detalló.
“Un delito de lesa humanidad”
Por su parte, William Hernando Calderón, coordinador de la red de iniciativas ciudadana por la paz REDEPAZ en el departamento del Huila, dijo que, “estamos muy conmovidos, compungidos, dolidos, por la muerte de nuestros policías. El mensaje del nuevo gobierno al pueblo colombiano es que queremos la paz total y nosotros llevamos 34 años como organización que no es del gobierno, en esa búsqueda de la paz, eso nos une. Por eso, nos duele mucho que estos policías que están haciendo su trabajo, hayan muerto de una forma tan infame”.
Calificó este hecho como un delito de lesa humanidad que jamás será borrado, sin embargo, quieren que ese dolor que tiene el pueblo, las organizaciones de la sociedad civil y las instituciones públicas, se convierta en un grito de rechazo.
Queremos que esa mancomunidad de esfuerzos sea como un grito a los pocos violentos que quedan en el país diciéndoles, lo rechazamos, queremos la paz total y un nuevo respiro para el pueblo colombiano, en especial para las nuevas generaciones a quienes queremos dejarles una patria en paz”, argumentó.
Te puede interesar: Invasión de predios también llegó a Santa María
Insistió en la importancia de entrar a los diálogos regionales de forma inmediata con todas las organizaciones al margen de la ley para buscar mecanismos legales, constitucionales e incluso derecho internacional humanitario para que cese la violencia. “Lo que buscamos es que desde el departamento del Huila luchemos por esa paz integral que tanto necesitamos. No queremos ver más personas llorando por sus muertos que no deberían morir de esa manera”, concluyó.
Clamor de un padre
“Por favor, les pido señores, fuerza para los demás padres de familia de los demás agentes de policías que cayeron en esta emboscada. A mi hijo Luis Alberto Sabi, solamente le digo vuela muy alto, pero de verdad es muy triste desdecir un hijo en esta circunstancia. Presidente, usted lo dijo muy bien en su posesión, este es el cambio que necesita Colombia. Ojalá, Dios quiera, sea la última escena de violencia que vivamos en Colombia, lo unció que pedimos es que estas muertes no queden impunes”, dijo Sabi.
Explicó también que, no ha dicho que todos los habitantes de San Luis sean malas personas. Sin embargo, relató que algunos habitantes del comercio no le vendían ni ‘una bolsa de agua’ a los policías porque al parecer tenían miedo “es más mi hijo me llamó una noche asustado y me dijo papá me quitaron la energía porque quieren hostigar el puesto de policía. No hubo amenazas antes de trasladarlo para San Luis, pero al parecer estando en el corregimiento sí pasó. Eso ya es materia de investigación. Solamente lo que él decía era que lo habían amenazado por estar cumpliendo su derecho como comandante del puesto de policía y tenía que hacer cumplir los derechos que le habían asignado”, concluyó.
Luto en las familias
Ana Sofía Sabi, hija del Intendente Luis Alberto Sabi Gutiérrez, resaltó que, “mi papá era muy respetuoso, amoroso, me cuidaba mucho, me daba consejos para poder salir adelante y los últimos días que pasábamos juntos él estaba muy feliz, me decía que iba a volver este lunes que salía de descanso. La verdad los policías solo hacen el trabajo y no tienen la culpa de nada, es el deber de ellos. Él me dijo que había tenido una pelea con unos borrachos y que lo habían lastimado”.
Asimismo, Diana Oviedo, ex esposa de Alberto Sabi, informó que, él vivía muy aburrido porque no quería estar allá en San Luis.
Elizabeth Monte, esposa del patrullero Duverney Carreño Rodríguez, afirmó que, “al gobierno, a las personas que hemos elegido, le decimos que tomen medidas. Son ellos los encargados de representarnos que hagan algo, haya justicia. Esto no puede seguir así, tiene que cambiar. Esa noche pasó conmigo, nos despedimos con un abrazo muy fuerte, él estuvo muy feliz en la casa. Necesitamos el cambio, pero yo quiero decir que no estoy de acuerdo que al que hace el mal lo premien, así no son los cambios, tiene que haber justicias y verdad. Esto es irreparable”.