A partir de hoy, miércoles 3 de agosto llega a la televisión nacional “El Rey: Vicente Fernández”, una historia de ficción inspirada en la vida del gran cantante mexicano, que desde muy temprano supo que la única manera de ganarle la partida a la muerte era permaneciendo por siempre en la memoria y el corazón de la gente. En efecto, así lo hizo y hoy generaciones enteras corean sus canciones.
Desde muy joven, Chente soñó con tener un lugar al lado de Javier Solís, Pedro Infante y Jorge Negrete, los tres inolvidables cantantes de México, y siempre fue consciente de que, para lograrlo, tenía que sobreponerse a la precaria situación económica de su familia, la temprana desaparición de sus padres, primos, mejores amigos, sus ídolos y a la lluvia de tentaciones, envidias y críticas a las que se vio expuesto. Sin embargo, con esfuerzo y determinación, Vicente Fernández, logró convertirse en el ídolo que soñó como única manera de enfrentar la que él consideraba la verdadera muerte: el olvido.
Los televidentes, en esta serie verán al Charro de Huentitán desde que era un niño lleno de necesidades, viviendo en la pobreza y luchando día a día para tener una vida digna, para él y su familia. Los espectadores de El Rey serán testigos de la faceta más humana del ídolo que puso a cantar a millones de personas con el alma y el corazón canciones memorables.
Asimismo, observarán a Vicente Fernández en cuatro etapas de su vida: en la primera es un niño lleno de sueños que no le teme a nadie ni a nada, hijo de una familia muy humilde. A los 16 años, Vicente ha perdido un poco la ingenuidad, es un muchacho atractivo y delgado que se considera el hombre de la casa: la persona que, por obligación, debe sacar adelante a su familia.
A los veinte años dejará ver al joven cantante que decide jugársela por la música, mostrándose como el héroe que recorre un camino que inicia cuando es un don nadie y lo lleva a convertirse en una estrella. Es en esta etapa cuando Vicente Fernández conoce a su jefe y amigos, y en donde se reencuentra con su único y verdadero amor: María del Refugio, Cuca.
Concluye en la etapa adulta que comprende los años de un Vicente mayor, entre los 30 y 40 años. El charro ha dejado de ser un soñador y se ha convertido en padre de familia, músico reconocido y en alguien que debe manejar la naciente fama a la par de la vida familiar. Es un personaje que se enfrenta a las tentaciones y muestra las vicisitudes que conlleva ser una persona pública.
Esta serie está lejos de la imitación y, por el contrario, la idea fue recolectar elementos que hicieran que los cuatro actores crearán una representación importante y profunda de Vicente Fernández, y lo que significó para Latinoamérica y el mundo entero. Hárold Sánchez, productor ejecutivo de la serie, quien trabajó con Dago García, reconoció también su responsabilidad al contar la historia, pues es cubano y no tenía mayor cercanía con la cultura mexicana ni con la música del artista, pero fue cuando empezó a investigar sobre su vida que poco a poco se fue enamorando de su historia, hasta llegar al resultado final.
Finalmente, esta producción tiene un gran plus, y es que el mismo Vicente Fernández, quien falleció el 12 de diciembre de 2021, alcanzó a participar en el proceso de creación de la historia. Según cuenta el equipo, Chente estuvo pendiente de los guiones, la historia, el casting, e incluso alcanzó a ver algunas grabaciones, pero luego enfermó, entró en el hospital y, por desgracia, murió.