DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Por: Johan Eduardo Rojas López
Nueve mujeres rurales de la vereda San Rafael del municipio de Saladoblanco, que conforman la Asociación Vida Verde Amigos del Mañana implementaron una nueva tecnología para la siembra del café. Dejando atrás lo convencional y recurriendo a la contemporaneidad, estas mujeres se han convertido en un ejemplo de liderazgo, innovación y modernidad.
Las mujeres que conforman la Asociación Vida Verde Amigos del Mañana, del municipio de Saladoblanco, a través de la implementación de la tecnología Jiffy Pellet, han logrado producir a la fecha 30.000 plántulas de café que han sido establecidas por caficultores de la región y se desarrollan con gran éxito. Gracias a la renovación de cafetales mediante la siembra nueva, están abasteciendo a productores de la región que se les ha dificultado realizar trasmisión por diversos factores.
María Deisy Cuellar Escalante, representante legal de la Asociación, señaló que, “somos un grupo de mujeres, todas amas de casa, entre ellas algunas cabeza de hogar y en un comienzo empezaron a trabajar con artesanías, luego, el grupo se desintegró y en el 2017 volvió a retomar e incorporar otras mujeres, allí ingresé yo. Ingresaron 36 mujeres y en este momento somos 9”.
Innovación con alma de mujer
Luego de identificar las necesidades de la zona cafetera, empezaron a involucrarse con un proyecto de la Integración Nacional de Cafeteros. Allí les dieron la oportunidad de presentarse como proveedoras y empezar a producir semilleros. Las emprendedoras, se apoyaron en lo aprendido y posteriormente encontraron en el sistema Jiffy Pellet (Turba comprimida), una gran opción con la que se ahorran el trabajo de preparar y embolsar la tierra para plantar las semillas recientemente germinadas, y dejarlas crecer hasta el momento de realizar el trasplante definitivo al suelo.
“Esto surgió porque nos invitaron a una feria y allí nos encontramos con esta nueva tecnología, la cual nos llamó mucho la atención y quisimos empezar a implementarla dentro de nuestra asociación. Empezamos con esta tecnología hace dos años. Nos toca seguir trabajando en ello al tratarse de una tecnología nueva que se está dando a conocer en nuestro municipio, no obstante, ha tenido buena aceptación. La tecnología con la que nosotros trabajamos es una bolsa en pellet que viene preparada con un sustrato, en la que colocamos una semilla pre-germinada de café la cual es sembrada cuando tiene alrededor de 1 centímetro de raíz, hidratamos el pellet y dejamos que la plántula crezca dentro”, indicó María Deisy Cuellar.
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Mejor calidad de vida
Aunque la inversión fue difícil, lo más gratificante ha sido recuperar la calidad de vida puesto que anteriormente algunas asociadas se retiraban porque se enfermaban durante el proceso, sin embargo, hoy con el cambio del proceso, las condiciones han cambiado. En consecuencia, están cumpliendo con la finalidad de unirse que básicamente radica en mejorar las condiciones de vida de cada una de sus familias. Actualmente, son la única asociación que está implementando esta tecnología en el municipio e inclusive pioneras en el departamento.
Este sistema solo requiere la preparación de las paseras donde será ubicado el vivero, colocar ordenadamente los pellets y aplicar agua, y así la bolsa adquiere el volumen suficiente para albergar la pequeña plántula, y permitirle un anclaje y soporte antes de ser sembrada. No obstante, anticipadamente hay que poner a germinar la semilla de café durante mes y medio, seguidamente, se procede al resto de trabajo.
El vivero lo tienen en un solo punto establecido al que llegan a trabajar una vez por semana, dependiendo el oficio estipulado y la actividad. Igualmente, trabajan otras líneas derivadas del café que ofrecen en las actividades en las que participan. Paradójicamente, a la fecha ellas no han hecho renovaciones con esa tecnología porque la mayoría tiene el café nuevo.
“El vivero con el que iniciamos está adecuado para 30.000 plantas y cada una tenemos un lotecito de café en producción. Nosotras no hemos implementado la tecnología en nuestra finca, pero los caficultores a los que les hemos vendido si ya hemos visto la siembra. No ha sido fácil porque nos ha tocado competir con precios, pero entonces la gente que se da cuenta del proceso, les ha parecido muy bueno, nos han comprado e incluso nos han encargado más”, detalló María Deisy con orgullo y felicidad.
La calidad se mantiene
El desarrollo de la planta es igual, por tanto, la calidad no cambia. Además de no necesitar tierra, los pellets donde está contenida la turba o sustrato, pueden plantarse directamente al suelo sin necesidad de retirar la envoltura que contiene la raíz de la plántula, pues está elaborada de un material biodegradable que se descompone muy rápido y no genera ningún tipo de contaminación. La diferencia está en los semilleros y en que el productor gastará menos tiempo sembrando porque no necesita remover bolsas. Lo que significa que, se ahorra tiempo y dinero.
El sistema de viveros de café, según la representante legal de la asociación, ha tenido buena aceptación por parte de los productores de café de la región, quienes ya han establecido los primeros cultivos con plántulas obtenidas mediante esta nueva tecnología.
“Yo le digo a los huilenses que aprovechen la tecnología porque muchas veces se tiene a la mano y no se utiliza, siempre van a lo tradicional, pero es bueno arriesgarse y mirar que la tecnología sirve y nos funciona. Nosotras estamos muy contentas y agradecidas porque han confiado en nosotras. Tenemos muchas ganas de continuar aprendiendo pese a las dificultades porque todo es nuevo, entonces estamos en ese proceso, de tratar de hacer lo mejor para entregarle al caficultor las mejores plántulas y que se enamoren cada día más del producto”, concluyó.
