DIARIO DEL HUILA, INFORME
Por: Rolando Monje Gómez
Entre enero y abril de 2021, y a nivel nacional, las mujeres dedicaron en promedio 7 horas y 55 minutos al día en actividades de trabajo no remunerado, tiempo promedio que en los hombres fue 3 horas y 10 minutos.
La más reciente Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (Enut), elaborada por el Dane reveló que a nivel nacional, el 52,6% de los hombres y el 28,9% de las mujeres mayores de 10 años participaron entre enero y abril de 2021 en actividades de trabajo remunerado; así mismo, el 90,8% de las mujeres y el 63,8% de los hombres reportaron su participación en actividades de trabajo no remunerado durante ese mismo periodo.
Según el reporte de la entidad en promedio, un hombre dedicó a diario 9 horas y 2 minutos a actividades de trabajo remunerado, y 3 horas y 10 minutos a aquellas de trabajo no remunerado. Por su parte, una mujer en promedio destinó 7 horas y 39 minutos diarios actividades de trabajo remunerado, y 7 horas y 55 minutos a labores de trabajo no remunerado.
En cuanto a las actividades personales, en promedio los hombres dedicaron al día 16 horas y 26 minutos, mientras que en las mujeres dicho tiempo promedio fue 16 horas y 15 minutos.
En estos resultado se puede ver que, en promedio, hay una hora más para las mujeres destinada al trabajo no remunerado dentro del hogar, a costa del tiempo dedicado a sus actividades personales, con una estabilidad del tiempo destinado al trabajo remunerado, lo que se concluye que las mujeres están sobrecargadas por el trabajo doméstico y de trabajo no remunerado en este contexto de pandemia.
En cuanto a las actividades de trabajo no remunerado y sus actividades conexas, entre enero y abril de 2021 el cuidado pasivo (estar pendiente) registró el mayor tiempo promedio diario dedicado por participante, siendo en mujeres 10 horas y 56 minutos frente a 6 horas y 52 minutos en los hombres.
Con respecto a las actividades de voluntariado, en promedio las mujeres dedicaron al día 3 horas y 38 minutos mientras que los hombres destinaron 2 horas y 49 minutos. En el suministro de alimentos, las mujeres destinaron en promedio 2 horas y 8 minutos al día, tiempo que en hombres fue 1 hora y 2 minutos.
En los primeros cuatro meses de 2021, el 84,9% de las mujeres sostuvo que hizo lo que le correspondía con respecto a las tareas domésticas y de cuidado en el hogar, el 9,3% dijo que hacía más de lo que le correspondía, y el 5,8% manifestó que hizo menos de lo que le correspondía. En los hombres, dichas proporciones fueron 84,1%, 3,0% y 12,9%, respectivamente.
Dentro de la población de 15 años y más e identificada subjetivamente como campesina, el 70,1% de los hombres y el 30,0% de las mujeres participaron en actividades de trabajo remunerado. Con respecto a las actividades de trabajo no remunerado, el 94,7% de las mujeres participó en este tipo de actividades, así como el 59,7% de los hombres.
En cuarto a las actividades de compra y de administración del hogar, entre enero y abril de 2021, en promedio y a nivel nacional, una persona dedicó al día en forma presencial 1 hora y 51 minutos a buscar vivienda para tomar en arriendo o comprar, y otros 53 minutos de forma virtual para esta misma actividad.
Además, según la encuesta en promedio se destinó al día 1 hora y 1 minuto para comprar o reclamar medicamentos para él/ella o alguna persona de su hogar de forma presencial, y 21 minutos para hacerlo de manera virtual, según destacó el informe de la entidad.
Enfoque diferencial
La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo del Dane ha incluido un set corto de preguntas para medir las percepciones sexistas. Al observar los resultados para el periodo comprendido entre septiembre y diciembre de 2020, última entrega de la Encuesta, se puede observar que la transformación de imaginarios que limitan la igualdad de género continúa siendo una tarea pendiente para ciertas porciones de la población y que las percepciones sexistas se encuentran más marcadas en las áreas rurales.
El 7,4% de los hombres y 6,9% de las mujeres están muy en desacuerdo con que “Una madre que trabaja fuera de su casa es tan buena madre como una que solo trabaja en su casa”. En los centros poblados y rural disperso estos porcentajes son de 9,1% y 8% respectivamente.
“La meta principal de una mujer es casarse y tener hijos/as”, el 20,5% de los hombres y 16,7% de las mujeres están muy de acuerdo con esta afirmación. En los centros poblados y rural disperso estos porcentajes son más altos: 28,5% de los hombres y 23,5% de las mujeres están de acuerdo.
Cerca de la mitad de la población (51,2% de los hombres y 49,8% de las mujeres) está muy de acuerdo con que “Las mujeres son mejores para el trabajo doméstico que los hombres”. En los centros poblados y rural disperso estos porcentajes son mayores: 63,1% de los hombres y 64,4% de las mujeres están muy de acuerdo.
En los centros poblados y rural disperso el 8,9% de los hombres y el 6,4% de las mujeres están muy en desacuerdo con que “Las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres para salir a divertirse”. De nuevo, estos porcentajes son más altos que en el total, en donde 6,9% de los hombres y 5,7% de las mujeres están muy en desacuerdo con esta afirmación sobre igualdad de derechos.
El 30,2% de las mujeres y 21,2% de los hombres están muy de acuerdo con que “La cabeza del hogar debe ser el hombre”.
Población campesina
Entre enero y abril de 2021, el 70,1% de los hombres de 15 años y más e identificados subjetivamente como campesinos, y el 30,0% de las mujeres con esta misma identificación, participaron en actividades de trabajo remunerado, lo que representa incrementos de 17,5 puntos porcentuales (p.p.) y de 1,1 p.p., respectivamente, en comparación con el total nacional.
Con respecto a las actividades de trabajo no remunerado, el 94,7% de las mujeres de 15 años y más e identificadas subjetivamente como campesinas participó en este tipo de actividades, así como el 59,7% de los hombres con esta misma caracterización. Esto refleja un incremento de 3,9 p.p. frente al total nacional para el caso de las mujeres, y una reducción de 4,1 p.p. en el caso de los hombres con respecto al resultado a nivel nacional.
En promedio, un hombre de 15 años y más e identificado subjetivamente como campesino destinó entre enero y abril de 2021 8 horas y 52 minutos al día a actividades de trabajo remunerado, tiempo que se reduce a 5 minutos y 13 minutos para el caso de las mujeres con esta misma caracterización.
En cuanto a las actividades de trabajo no remunerado, una mujer de 15 años y más e identificada subjetivamente como campesina dedicó en promedio 9 horas y 37 minutos de manera diaria a este tipo de actividades; en el caso de los hombres con esta caracterización, este tiempo fue 3 horas y 35 minutos.
Emergencia sanitaria
Ante las medidas de confinamiento adoptadas por la pandemia ocasionada por la enfermedad Covid-19 durante el 2020, el tiempo empleado en actividades de trabajo No remunerado incrementó significativamente para las mujeres.
Esto responde a las altas demandas de tareas no remuneradas en el hogar, ocasionadas por los cierres de escuelas, trabajo en casa, el aumento de los estándares de aseo y limpieza del hogar como medida de protección y una mayor carga en los cuidados de la salud.
Esta situación se refleja en el incremento estadísticamente significativo en el tiempo empleado en actividades de trabajo No remunerado por parte de las mujeres entre 2016 y 2020, pasando de 6 horas y 50 minutos diarios a 8 horas diarias, es decir, 1 hora y 10 minutos más. Por el contrario, los hombres redujeron este tiempo de 3 horas y 13 minutos a 3 horas y 7 minutos diarios, aunque el cambio no fue estadísticamente significativo.
Entre enero y abril de 2021, como resultado de la emergencia sanitaria y aislamiento preventivo causado por la pandemia del Covid-19, y en comparación con el mismo mes del año anterior, el 37,7% de los hogares mantuvo sus ingresos o ganancias personales provenientes de un trabajo remunerado en el último mes; así mismo, para el 34,9% sus ingresos o ganancias disminuyeron, pero aún tenían dichos ingresos; el 25,4% reportó ya no tener ingresos laborales; y en el 2,0% de los hogares los ingresos aumentaron.
Por último, el 76,0% de los hombres a nivel nacional sostuvo que, por la distribución de tareas domésticas y de cuidados en el interior del hogar desde el inicio de la emergencia sanitaria y aislamiento preventivo causada por la pandemia de Covid-19, no se han generado algunos problemas de convivencia o conflictos entre los miembros del hogar, proporción que en las mujeres fue 75,8%.
Para cerrar estas brechas, una educación que esté libre de estereotipos es fundamental, entendiendo que el sexismo es una forma de discriminación.
Es importante reevaluar y reaprender la forma en que se exigen comportamientos determinados a las niñas y niños, a las mujeres y a los hombres. La educación no sexista es un instrumento para comprender que la eliminación de los estereotipos de género permitirá la creación de una sociedad menos violenta, más libre y con igualdad de oportunidades.