Integrantes del Batallón de Desminado Humanitario No 5, que lleva a cabo labores de remoción de minas antipersona en el municipio de Baraya, en el norte del Huila, se encuentra en una situación de peligro.
Dieciocho uniformados que integran este batallón han lanzado un llamado de socorro, afirmando que se sienten abandonados y en peligro inminente. Los pobladores del área también han solicitado que se retiren debido al temor a posibles represalias, y consideran insuficiente la seguridad proporcionada por los 14 soldados de la IX Brigada.
El pasado 31 de mayo, disidencias de las FARC atacaron al batallón, incendiando el vehículo en el que se desplazaban. Aunque respetaron la vida de los uniformados, los delincuentes les robaron todas sus pertenencias y el material utilizado para la búsqueda de artefactos explosivos. Además, les dieron un plazo de 24 horas para abandonar la zona.
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Uno de los soldados afectados afirmó: «Nos dieron 24 horas para salir de los territorios, no nos quisieron sacar. La población civil ya no nos permite estar en sus casas ni en sus predios, y mucho menos cerca de ellos, debido al temor a las represalias».
Esta situación pone en evidencia la grave situación de riesgo en la que se encuentran los integrantes del Batallón de Desminado No 5, quienes decidieron dar a conocer la situación a través de un video que se ha difundido en redes y medios de comunicación regional y nacional.
La remoción de minas antipersona es una labor esencial para la protección de la vida y el bienestar de los habitantes de la región, por lo que es fundamental garantizar las condiciones adecuadas para su desarrollo.
Los uniformados pidieron la intervención de la Defensoría del Pueblo, Organismos de derechos Humanos, Cruz Roja, interceder por ellos.