Este miércoles la OMS informó sobre posible aparición de nuevas variantes de Covid-19, más peligrosas que la Delta, que podrían evadir las vacunas y rterecoder a todo el mundo al punto de partida.
Así lo alertó, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, “incluso más peligrosas que la Delta. Es decir, cuanta más transmisión, más variantes surgirán con el potencial de ser aún más peligrosas que la variante Delta, que está causando tanta devastación ahora” y añadió que “cuantas más variantes, mayor será la probabilidad de que una de ellas evada las vacunas y nos lleve a todos de vuelta al punto de partida”.
En este sentido, insistió en que nadie puede sentirse seguro “hasta que todos estemos a salvo”.
Además de lamentar la incapacidad a nivel mundial a la hora de compartir vacunas y asegurar que sean administradas, no solo en países de ingresos ricos, sino en los más pobres, Tedros recordó que la vacunación no es el único método eficaz para luchar contra el virus.
“Muchos países han demostrado y están demostrando que este virus puede controlarse con la combinación adecuada de medidas sociales y de salud pública, si se aplican de forma cuidadosa y coherente”, afirmó.
El director de la OMS enumeró herramientas públicas e individuales para combatir el covid-19 como la realización de las pruebas para detectar positivos, el rastreo de contactos, la cuarentena, la mascarillas o hacer el mayor número de actividades al aire libre, entre otras. El cumplimiento o no de estas medidas puede “marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, recalcó.
Además, acentuó que, si la pandemia obligó a aplazar la celebración de los Juegos Olímpicos en Tokio, “no los ha vencido”.
Entretanto, el jefe del comité organizador de los JJ.OO. de Tokio 2020, Toshiro Muto, no descartó la cancelación del evento deportivo a última hora si se registrara un repunte de contagios por la enfermedad entre los deportistas y demás personas acreditadas. Está previsto que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 den inicio este viernes y se desarrollen sin presencia de público.
De otro lado, reiteró su denuncia sobre la inequidad en la distribución de las vacunas para combatir el Covid-19 y señaló: “La pandemia terminará cuando el mundo decida acabar con ella”.
Al efecto advirtió que “el 75 % de las vacunas han sido administradas en solo 10 países” y que “la razón por la que no acabamos (con la pandemia) es la falta de un compromiso político real”.
“Tenemos todas las herramientas que necesitamos: podemos prevenir esta enfermedad, podemos hacer pruebas para detectarla y podemos tratarla», subrayó el director general de la OMS, recordando que «esto es más de lo que tenemos para muchas otras enfermedades”. “No hay vacuna para el VIH, no hay cura para la enfermedad de Alzheimer, no hay una prueba sencilla para todas las formas de tuberculosis, y la lista es muy, muy larga”, señaló.
“Es una pandemia cuyo curso está en gran medida bajo nuestro control. Tenemos las herramientas para prevenir la transmisión y salvar vidas. Podemos elegir acabar con la pandemia”.
Entretanto, la OMS insta a la vacunación masiva contra el coronavirus e insiste en que el objetivo común debería ser vacunar a al menos el 10 % de la población de cada país para septiembre de 2021, al 40 % para finales de este año y al 70 % para mediados de 2022.
En su discurso, Tedros recalcó que “cada gobierno debe comprometerse a proteger a su población con un conjunto de medidas sociales y de salud pública adecuadas y coherentes» y lamentó que las inversiones en las medidas anticovid son «una fracción de lo que se invierte en defensa para matar a la gente”. “Si las naciones pueden movilizar el poder de la industria para la guerra, ¿por qué no pueden hacer lo mismo para derrotar a este enemigo común”, preguntó.
También lamentó la incapacidad mundial de compartir vacunas, pruebas y tratamientos, incluso el oxígeno, recordando que en los países de ingresos bajos “solo 1 % de la población ha recibido al menos una dosis” de la vacuna anticovid mientras que «algunos de los países más ricos están hablando ahora de terceras inyecciones de refuerzo para sus residentes”.
“La tragedia de esta pandemia es que ya podría estar controlada si las vacunas se hubieran distribuido de forma más equitativa. La distorsión en la fabricación y distribución de las vacunas ha puesto de manifiesto y ha amplificado las desigualdades punzantes que han manchado la historia de la humanidad”, expresó Tedros.
En su opinión, las empresas que fabrican vacunas, pruebas y tratamientos “también tienen la responsabilidad social de asegurarse de que esas herramientas estén disponibles para todos los que las necesitan, en cualquier lugar”, y muchas compañías no han cumplido con sus compromisos de compartir las dosis.
Se necesitan 11.000 millones de vacunas para inmunizar al 70 % de la población de cada país para mediados del próximo año, y ese objetivo requiere un aumento drástico de la producción.
*Información del medio Radio Santa Fe.