Desde que llegó a nuestras vidas hace poco más de dos años, la covid-19 se ha manifestado con una amplia sintomatología en las personas afectadas. Entre los signos neurológicos, reportados hasta en el 36,4 % de pacientes, estos incluyen cefalea, mareos, alteración de la conciencia y convulsiones. Incluso, se han producido casos asociados de encefalitis, accidentes cerebrovasculares y síndrome de Guillain-Barré.
Numerosas investigaciones han tratado de resolver las múltiples incógnitas sobre este tipo de manifestaciones y sus consecuencias a largo plazo. Ahora, dos nuevos estudios publicados en Frontiers in Aging Neuroscience subrayan que siete de cada diez pacientes sufren problemas de concentración y memoria hasta 18 meses después del inicio de su enfermedad, y muchos obtienen peores resultados en las pruebas cognitivas.
Así pues, el 78 % de los participantes que sufrieron covid persistente declaró tener dificultades para concentrarse, el 69 % niebla cerebral, el 68 % olvidos y el 60 % problemas para encontrar la palabra correcta al hablar. Estos síntomas se reflejaron en una capacidad significativamente menor para recordar palabras e imágenes en las pruebas cognitivas.
“Estos hallazgos son importantes porque demuestran una vez más que el covid no es solo una enfermedad que afecta a los pulmones, sino que a veces puede tener impactos duraderos en múltiples áreas del cuerpo, incluido el cerebro y, por tanto, influir en la cognición”, explica a SINC and Lucy G. Cheke, autora principal de ambos artículos.
En efecto, para entender la causa de los problemas cognitivos, los investigadores analizaron otros síntomas que podrían estar relacionados. De esta forma descubrieron que las personas que experimentaban fatiga y síntomas neurológicos, como mareos y dolor de cabeza, durante su enfermedad inicial eran más propensas a tener síntomas cognitivos más adelante.
Finalmente, estas dos investigaciones corroboran otros hallazgos que sugieren que la sociedad se enfrentará a una ‘larga lista’ de enfermedades laborales debidas al covid persistente. “Esta condición ha recibido muy poca atención política y médica y es urgente que se tome más en serio. El impacto en la población trabajadora podría ser enorme”, puntualiza Cheke