Al ver las noticias diarias y los mensajes en redes sociales, especialmente las que producen los políticos actuales, tradicionales y miembros del actual gobierno, – es necesario citar al actual ministro del interior, “El candidato indultado, justificador de la toma al Palacio de Justicia, promotor del régimen violador de derechos humanos de Maduro anuncia buscar enjuiciar al Presidente de la República si gana la presidencia -Peligro para la democracia». siento que son enanos intelectuales, que nunca han salido del patio trasero de su pequeño cerebro, que nunca han visto más allá del mundo que ellos han construido para sí y los suyos, ese mundo que sin importar a quien hay que aniquilar por mantener su verdad y sus privilegios, se lanzan a diario en defensa de lo indefendible y causan a su paso un destello de luz oscura que deja solo quemazón y desazón, hoy el país no quiere más de lo mismo, ya no es la realidad de los partidos de gobierno, “el que la hace la paga” decía Duque, y con ello entonces no peligra la democracia Dr. Palacios.
Quienes no piensen igual o callen, son sus enemigos, ni siquiera los consideran sus contradictores dialecticos, y por esa misma vía, no solo descalifican sino que se atreven a manipular y ensuciar una figura superior, que no solo les pertenece a ellos, sino también a quienes la conciben desde otra óptica, como es la “democracia”, si, pero la democracia participativa y representativa, dado hoy queremos una democracia que no sea instrumento para avasallar, encarcelar, eliminar y coactar el poder político, del estado y del ciudadano.
Si hoy hacemos un pequeño resumen de nuestra vida republicana y sustentada en el acceso del poder democrático, encontramos que un buen punto de partida es la constitución de 1991, donde por decir lo menos participaron todas las fuerza políticas de Colombia, que entre otras permitió el paso de los integrantes del M-19 a la vida civil de nuestra sociedad, al punto que aparte de todas la conquistas ciudadanas como la tutela y obtener un estado menos represivo, tenemos que resaltar y valorar que se ha permitido el nacimiento de cientos de partidos políticos y movimientos ciudadanos, que son la genuina expresión de una democracia en permanente construcción, al punto que hoy nos complace ver que -mismos miembros de los partidos tradicionales- hoy han buscado no solo la constitución de nuevos movimientos políticos, sino también han buscado limpiar sus nombres y culpas a través de la recolección de firmas.
Todo lo anterior lo que significa es que este país está lleno de gente que está en permanente cambio mental, que han trascendido a los esquemas radicales de poder, que se suman a esas fuerzas superiores que procuran el veredero cambio del sistema político colombiano, que en síntesis lo que más anhelan es la lucha contra la corrupción y la esclavitud política, esta última cargada de desigualdad y abusos (incluso sexuales).
Hoy Colombia humana tiene personería jurídica y ello es la expresión de la calle, de quienes votaron en la oportunidad anterior por Petro, pero también de quienes no lo hicimos, pero hoy creemos en ese proyecto social y político, es un acto de reconciliación del país político con el país social, fue un fallo que respalda el espíritu democrático de la constitución de 1991, en buena hora por ocho de nueve magistrados de la alta corte.