Sobre la muerte del coronel Óscar Dávila, oficial de la Policía Nacional encargado de la seguridad de presidencia, el presidente Gustavo Petro se pronunció señalando que se trató de un suicidio.
El cuerpo del coronel fue encontrado sin vida en la noche del viernes 9 de junio en la calle 22 con carrera 48, en la localidad de Teusaquillo, Bogotá. Según el informe preliminar, se recibió una llamada alertando sobre un supuesto suicidio en un vehículo en dicha dirección.
Este lamentable desenlace ocurre en medio del escándalo de las «chuzadas» relacionadas con el caso denunciado por la exniñera de Sarabia, el cual involucra la pérdida de una suma de dinero. El coronel Dávila había enviado recientemente una carta al fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, expresando su disponibilidad para someterse a una entrevista o interrogatorio por parte de la entidad acusadora.
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Sin embargo, el presidente Petro ha hablado sobre los detalles de la muerte del coronel. Según su declaración, el teniente coronel Oscar Dávila, adscrito a la seguridad de la Presidencia de la República, se habría quitado la vida en presencia de su conductor. Supuestamente, el conductor salió del vehículo para comprar una botella de agua, dejando su pistola en el asiento. Al regresar, presenció el suicidio del coronel con un disparo en la sien utilizando el arma que este había dejado.
Petro enfatiza que no hubo más disparos en el lugar y desmiente que el cuerpo del coronel haya sido encontrado sin vida ni que haya habido dos disparos en su cuerpo.Además, menciona que el coronel había recibido varias llamadas de la prensa y había asistido a una diligencia del CTI en el piso 13 de la DIAN. El político expresa sus condolencias a la familia del coronel Dávila, quien deja atrás a dos niños menores de edad.
El abogado Miguel Ángel del Río también se ha pronunciado, alegando que el coronel Dávila estaba siendo amenazado por la Fiscalía. Según sus declaraciones, el coronel manifestó que la fiscalía lo estaba amenazando y le advirtieron que no se detendrían «hasta que corriera sangre». Del Río califica estas acciones de la Fiscalía como una persecución infame.
El trágico suceso sigue generando interrogantes y debate en la opinión pública, mientras se espera que se realicen las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos que rodean la muerte del coronel Óscar Dávila.