DIARIO DEL HUILA, REFLEXIONES
El Papa Francisco celebrará por primera vez una Misa en rito caldeo y los idiomas que se usarán durante la Eucaristía serán el italiano, caldeo y árabe.
La Misa se llevará a cabo este sábado 6 de marzo en la Catedral Católica de San José de Bagdad durante su histórica visita a Irak.
Se trata de la segunda ocasión que el Santo Padre celebrará una Eucaristía en un rito oriental católico. La primera vez fue el 2 de junio de 2019 durante su viaje a Rumanía en donde presidió la “Divina Liturgia” en rito bizantino rumano con la beatificación de siete obispos greco-católicos mártires.
La Celebración Eucarística en rito caldeo que se llevará a cabo este 6 de marzo en cambio seguirá el formulario de la “Misa de Santo Tomás” y concelebrará con el Papa Francisco el Patriarca de Babilonia de los Caldeos, el Cardenal Louis Raphaël Sako.
La mayor parte de los cristianos en Irak son de rito caldeo. La Iglesia Caldea es una Iglesia Católica Oriental que se encuentra en plena comunión con Roma.
En declaraciones a ACI Prensa, el licenciado en Liturgias Orientales por el Pontificio Instituto Oriental de Roma y, actualmente, oficial de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, P. Salvador Aguilera López, describió algunas de las diferencias entre la Misa en rito romano y la que el Papa celebrará en rito caldeo.
En primer lugar, el P. Salvador señaló que “en la oración antes de las lecturas se pide al Señor la gracias de iluminarnos y renovarnos con su Espíritu para hacernos dignos de escuchar y cumplir su palabra vivificante, a fin de cumplir su santa voluntad”.
“La segunda oración de inclinación tiene gran riqueza cristológica: Jesucristo es denominado como Icono el Padre, que se encarnó para salvarnos y nos entregó el Misterio que ahora celebramos” y destacó los verbos utilizados en la invocación del Espíritu Santo “venga, permanezca, bendiga, santifique para que las ofrendas se conviertan en el Cuerpo y Sangre de Cristo”.
“Como gestos o ritos a destacar, encontramos el rito de la fracción o el rito de la penitencia. En el primero, el celebrante fracciona la sagrada hostia y la signa con la Sangre de Cristo en el cáliz mientras pronuncia una oración”.
En el segundo, “como preparación a la comunión, se hace un momento de silencio, sentados, para examinar la conciencia y pedir perdón de los pecados, tras lo cual se pronuncia la oración de absolución”, indicó el sacerdote experto en liturgia.
Otras particularidades en la liturgia de la palabra son “la bendición del lector antes de proclamar la primera lectura y la antífona que tienen lugar tras la misma; además, antes de la proclamación del Evangelio, el sacerdote que lo proclamará lo lleva al Santo Padre para venere el Libro de los Evangelios o Evangeliario y luego sigue la homilía y la oración de los fieles”.
Asimismo, el liturgista calificó la liturgia Eucarística como “la parte más compleja y rica” y describió que “al canto del ofertorio le sigue la oración sobre las ofrendas, durante la cual el Papa tiene la patena y el cáliz un poco elevados antes de colocarlos en el altar, para después cubrirlos con un velo e incensarlos, momento al que sigue la recitación del Credo y el rito de la paz”.
En la liturgia eucarística, P. Salvador indicó que se encuentran “tres oraciones llamadas ‘oraciones de inclinación’. A la primera, que corresponde al Prefacio, le sigue el canto del Santo, al cual nos unimos a las potestades angélicas. En la segunda encontramos el relato de la institución, es decir, el recuerdo de la última cena y las intercesiones por la Iglesia”.
“La tercera, que subraya la Tradición Apostólica recibida por los padres al celebrar los Santos Misterios, precede a la invocación del Espíritu Santo, durante la cual el santo Padre y los concelebrantes extienden sus manos sobre las ofrendas”.
Después, el sacerdote describió que “se prosigue con el rito de la fracción, el rito de la penitencia y la comunión” y esa parte termina con “el canto y la oración de agradecimiento”.
Al finalizar, en el rito conclusivo, el Patriarca Caldeo dirigirá unas palabras al Papa y luego los presentes recibirán la bendición del Santo Padre.
Los cristianos en Irak
Antes de que Estados Unidos invadiera Irak en 2003, había aproximadamente 1.5 millones de cristianos iraquíes. Hoy, se cree que ese número es menor a 500 mil. El surgimiento del grupo terrorista del Estado Islámico llevó a muchos cristianos a huir del país. Irak tiene más de 38 millones de habitantes, la gran mayoría de los cuales son musulmanes.
Según la fundación Mesopotamia Heritage el número de cristianos es mucho menor y apenas 400 mil caldeos estarían aun viviendo en Irak, divididos entre Bagdad, Kurdistán, la llanura de Nínive y Basora.
La Iglesia Católica Caldea ha sufrido una gran diáspora, esparcida por los cinco continentes: en los Estados Unidos, Europa, Australia, Canadá, Nueva Zelanda, en la ex Unión Soviética: especialmente en Rusia (Moscú, Rostov-on- Don), en Ucrania, en Georgia (Tbilisi) y en Armenia (Ereván).