La alteración de los ecosistemas, la caza, el cambio climático, y la contaminación urbana o industrial hacen parte de los principales factores de riesgo o amenaza para las aves.
DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
La contaminación urbana o industrial, la caza de especies no cinegéticas, las exóticas invasoras y las electrocuciones en tendidos eléctricos están entre las principales amenazas para las aves, que este fin de semana celebró su Día Internacional.
El Libro Rojo de las Aves 2021 elaborado por la ong SEO/Bird LIFE identifica además como amenazas la alteración de los ecosistemas (extracción de agua, incendios o degradación de hábitat) en un 70 %, las prácticas agropecuarias intensivas y los impactos del cambio climático en un 66 %; la caza, la pesca y la tala en un 62 % y la contaminación urbana o industrial es la mayor amenaza de las aves en un 76 %.
El plomo de las municiones para la caza «produce desde descensos en la fertilidad hasta problemas en el sistema nervioso; el uso masivo de plaguicidas o fungicidas mata a los insectos de los que se alimentan muchas especies, y la plantación intensiva de especies como el eucalipto destruyen bosques autóctonos”, ha asegurado Nicolás López, el responsable de especies de SEO/BirdLife.
Según López, “las electrocuciones, atropellos, o el desarrollo masivo de la implantación de centrales eólicas” también son amenazas comunes.
De hecho, los tendidos eléctricos son las principales causas por las que los animales acaban en el hospital de fauna salvaje del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (Grefa), un problema que puede ir a más, según José Antonio Montero, responsable de comunicación de la asociación, “por el desarrollo y expansión de las energías renovables”.
Montero ha explicado que “la colocación ilegal de cebos envenenados y los disparos a especies no cinegéticas se corresponden también con las principales causas de ingresos de entre los 7.000 animales que recibe el hospital cada año, y de los que aproximadamente, más del 80 % son aves”.
La avifauna está amenazada en las categorías CR (en Peligro Crítico), EN (En Peligro) y VU (vulnerable), como “el águila imperial ibérica, el urogallo común, el pinzón azul de gran canaria, la gaviota tridáctila, la cerceta pardilla o la pardera balear, entre otras”, lo anterior según as 359 especies analizadas en el Listado Rojo de las Aves se destaca que el 25 % (un total de 90 especies).
Así mismo, el 56 % de las especies evaluadas presenta problemas de conservación o tienen una tendencia poblacional en declive, como la golondrina común, “que pierde miles de ejemplares cada año”, según López.
Las especies en Peligro Crítico son las que mayor cobertura legal tienen en el catálogo, pero aun así, apenas alcanza a poco más de la mitad de ellas (55,5 %), en gran parte porque “muchas comunidades autónomas no cuentan con planes de recuperación o conservación para las especies amenazadas en su territorio” según López, quien identifica “la inacción e ineficacia de las administraciones públicas” como amenaza.