El infectólogo y designado por la Organización Mundial de la Salud para estudios clínicos sobre covid-19 en Colombia, Carlos Álvarez, analizó la decisión del retiro de tapabocas en las regiones que tienen el 70 % de coberturas de esquemas completos y, de ese 70 %, el 40 % de los refuerzos, que entró a regir desde el 1 de mayo de 2022 en Colombia.
El experto indicó que, teniendo en cuenta la importancia de las medidas no farmacológicas, complementarias para la prevención de la transmisión del SARS-CoV-2, justamente el uso del tapabocas es una piedra fundamental; sin embargo, teniendo en cuenta la misma dinámica de la pandemia, especialmente la circulación del virus en Colombia, vemos cómo favorablemente en las últimas cuatro, seis semanas, la circulación del virus es muy baja.
«Básicamente por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es decir, menos del 5 % para tomar medidas no farmacológicas», aseguró Álvarez, al mencionar que cuando la transmisión del virus está por encima del 5 %, se recomienda seguir estableciendo medidas no farmacológicas.
«En este sentido, en Colombia el índice de positividad está por debajo del 2 % o 3 %, es decir, hay una baja transmisión del virus en el país y esto se da básicamente por el mismo hecho de la protección con la vacunación, especialmente en las ciudades intermedias y grandes, en las que hay una vacunación por encima del 70 % y una parte importante de la población que se ha vacunado con el refuerzo, sumado a la presencia de infección natural (personas que se contagiaron y se recuperaron)», destacó.
Ahora bien, la razón de mantener estas medidas de uso de tapabocas en aquellos sitios donde no se han alcanzado esas tasas de vacunación, es justamente lo que explica porque cuando hay una herramienta principal para el éxito y control de la pandemia, como la vacunación, «aquellos municipios donde no se ha logrado, pues sigue siendo fundamental el uso del tapabocas».