La inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles.
Las personas con un nivel insuficiente de actividad física tienen un riesgo de muerte entre un 20% y un 30% mayor en comparación con las personas que alcanzan un nivel suficiente de actividad física», señaló la OMS.
Los modos de vida, indicó la OMS, «son cada vez más sedentarios por el uso del transporte motorizado y la utilización cada vez mayor de pantallas para el trabajo, la educación y las actividades recreativas». Los datos demuestran que un mayor grado de sedentarismo está asociado con los deficientes resultados de salud que se enumeran a continuación:
En los niños y adolescentes:
Aumento de la adiposidad (aumento de peso).
Salud cardiometabólica, aptitud física, conducta comportamental/comportamiento social más deficientes.
Menor duración del sueño.
En los adultos:
Mortalidad por cualquier causa, mortalidad por enfermedades cardiovasculares y mortalidad por cáncer.
Incidencia de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes de tipo 2.