La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico producido por la destrucción de las neuronas dopaminérgicas que se encuentran en una región del cerebro llamada ganglios basales. Estos circuitos neuronales en concreto, intervienen en el control de los movimientos dentro del sistema nervioso central y al haber una destrucción neuronal, la concentración del neurotransmisor dopamina disminuye, provocando una sintomatología principalmente motora (relacionada con el movimiento).
Síntomas
Los síntomas comienzan lentamente, en general, en un lado del cuerpo. Luego afectan ambos lados. Existen síntomas motores como: temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara, rigidez en los brazos, las piernas y el tronco, lentitud de los movimientos, inestabilidad postural, problemas de equilibrio y coordinación, y síntomas no motores como: trastornos del sueño, apatía, cansancio, ansiedad, depresión, trastornos de la conducta (irritabilidad), voz de tono bajo, estreñimiento, hipotensión, dermatitis seborreica, trastornos en la micción, deglución, disfunciones sexuales, etc.
Tratamiento
En la actualidad la enfermedad no tiene cura pero se consiguen buenos resultados en el control de los síntomas con los diferentes tratamientos. Pueden utilizarse fármacos, cirugía o tratamientos complementarios que ayudan a aliviar los síntomas.
Existen también terapias de apoyo complementarias que ayudan a mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen, como son la fisioterapia, terapia ocupacional, logopedia, terapia con masajes, entre otras. Llevar a cabo una dieta equilibrada junto con ejercicio físico ayuda a mejorar el bienestar de la persona.
Prevención
Al igual que en otras enfermedades, no existe ninguna prevención que asegure con total certeza que no se presente la enfermedad en algún momento de la vida. Debido a que se desconoce la causa de la enfermedad de Parkinson, las maneras probadas para prevenirla aún son inciertas.
En algunas investigaciones se ha demostrado que el ejercicio aeróbico regular podría reducir el riesgo de tener la enfermedad de Parkinson, así como tener un estilo de vida saludable.
La investigación de la enfermedad de Parkinson ha avanzado notablemente en los últimos años y está consiguiendo que la calidad de vida de estas personas sea cada vez mejor. Los avances en genética y terapia celular así como en el conocimiento de la enfermedad hacen pensar que en el futuro, además de los avances en el tratamiento, esta enfermedad se podrá diagnosticar precozmente e incluso se podrá prevenir.
Cuidados Básicos
Si bien es cierto, no existen medidas documentadas para prevenir la enfermedad de Parkinson, si existen algunas con las que se puede mejorar la calidad de vida de las personas que conviven con esta enfermedad y al mismo tiempo desacelerar la evolución de la misma, algunas de ellas son:
- Tener un buen tratamiento, tanto médico como rehabilitador.
- Prevenir el riesgo de caídas.
- Prevenir infecciones respiratorias e infecciones de orina que pueden hacer que la enfermedad tenga una mayor evolución.
- Hidratación y nutrición adecuada.
- Realizar actividad física.