DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Por: Johan Eduardo Rojas López
Un taxista del municipio denunció el hurto de su vehículo cuando cubría una carrera a Fortalecillas. El conductor fue amarrado de pies y manos, y sometido por los ‘pasajeros’ que finalmente lo tuvieron retenido hasta la madrugada del día siguiente.
Los delincuentes siguen haciendo de las suyas y encontrando diversas modalidades para cometer hechos delictivos en la capital del Huila. En esta oportunidad, el flageló se perpetuó en el corregimiento Fortalecillas, el pasado viernes 29 de julio. Allí dos delincuentes encañonaron y amarraron a un taxista al que finalmente le robaron su vehículo.
La víctima, quien pidió omitir su identidad por razones de seguridad, habló con DIARIO DEL HUILA y contó que, “hacia las 9:10 de la noche, en la avenida 26 con calle 34 en el barrio Las Granjas, iba a comerme una pizza, cuando dos sujetos que venían de los lados de la iglesia, tenían ropa de trabajadores (albañiles) y como ahí están trabajando, no me generó ninguna sospecha. Se me acercaron y les hice la primera carrera hasta el Santa Librada. Durante el trayecto estuvimos conversando y al parecer todo estaba bien, sin embargo, me pidieron el contacto porque según ellos pedirían permiso a los jefes para poder ir a Fortalecillas donde se irían a ‘divertir’ con unas amigas”.
Luego de finalizar esa primera carrera, el taxista se devolvió para la pizzería porque había dejado pendiente comer. Minutos más tarde, cuando iba abandonando el lugar, lo llamaron nuevamente aquellos pasajeros para que los recogiera donde los había dejado y de allí se dirigieran a Fortalecillas. En ese punto, no sospechó de nada porque ya habían dialogado y todo estuvo enmarcado en la normalidad del servicio. Por tanto, el taxista los recogió y emprendieron camino hacia el corregimiento. Tras pasar el puente que hay entrando al pueblo, el taxista les preguntó el lugar exacto al que se dirigían, a lo que ellos respondieron que un poco más adelante.
Al pasar el puente, continuaron por una recta unos kilómetros hasta que le indicaron que se detuviera hacia la derecha, prácticamente sobre la vía. Allí ambos delincuentes, tanto quien iba atrás como el de adelante, le apuntaron con revólveres en la cabeza y el pecho. En ese punto, le advirtieron que no hiciera nada si no quería perder la vida. Seguidamente le amarraron de las manos y le exigieron que se pasara para la silla de atrás, pero era imposible dado que el cinturón le tenía sujeto un brazo, por consiguiente, lo sujetos sacaron un cuchillo, cortaron el cinturón y lo trasladaron de asiento dentro del mismo vehículo. Es así como uno de los individuos empezó a conducir el taxi otros kilómetros más.
Empero, los dos delincuentes no operaron solos, pues más adelante había otra persona esperándolos. “Frenaron en un lugar y me pusieron una capucha, me bajaron, me entraron hacia un sitio boscoso y allí me amarraron de los pies y luego a un árbol. Estuvieron un rato hablando, luego los dos que iban conmigo se fueron y solamente quedó el que me vigiló aproximadamente durante 4 horas. Hasta que presuntamente ya le dieron la orden de irse del lugar y soltarme”, agregó la víctima.
Al parecer, ese tercer sujeto recibió la orden de liberar al taxista luego de que los otros delincuentes huyeron del lugar. Sin embargo, le advirtió que lo soltaría, pero debía esperar 20 minutos para poder salir de la zona.
Recordó también el taxista que, “Ya ahí el tipo se fue como en una moto y yo me quedé esperando que pasaran los 20 minutos más o menos y luego salí como pude porque estaba amarrado. Al salir a la vía, le hacía la parada a los vehículos que pasaban mostrándole que estaba amarrado, pero nadie me ayudó, entonces seguí y llegué a un lugar en donde me auxiliaron. En ese corto recorrido me gasté mucho tiempo porque tenía los pies amarrados”.
En ese lugar, fue auxiliado por el portero, quien de inmediato llamó a la Policía del corregimiento y ellos se comunicaron con la Sijín de Neiva, quienes finalmente trasladaron a la víctima hasta la ciudad.
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A la fecha, el taxista todavía está nervioso por lo sucedido y no ha pensado en lo que vendrá laboralmente, solamente, está pendiente de lo que arroje la investigación que adelantan las autoridades. Asimismo, ya interpuso la respectiva denuncia y realizó la tramitología pertinente para determinar que todo lo que se haga o suceda con el vehículo no es su responsabilidad.
“El acento de esos sujetos no es del Huila, es como de frontera. Así como lo están haciendo ya es muy difícil porque las apariencias engañan y nosotros estamos corriendo mucho peligro porque se van a valer de diferentes cosas para hacer lo que se proponen. No es la primera vez, en lo que llevo manejando taxi ya he escuchado de tres casos en los que ha pasado esto mismo por la misma zona. Aquí cada quien se defiende como puede y no hay articulación para la seguridad del gremio, ni de parte de las autoridades, casi ni de los taxistas, es que no hay un acompañamiento”, argumentó el protagonista de este caso.
A su vez, manifestó que, hace aproximadamente un año terminó de pagar los créditos que tenían por la compra del taxi, e inclusive todavía tiene deudas porque había tenido que invertirle. Es decir, que ya estaban saliendo de las deudas y tenían con su familia otros planes, que fueron cambiados por la delincuencia.
Frente a este hecho de inseguridad, el Mayor Oscar Fabian Quelal Acosta jefe Seccional de Investigación Criminal MENEV, ratificó que, “De inmediato una vez enterados del caso, se dispuso el traslado de unidades de la seccional de investigación criminal, quienes adelantan las actividades propias de indagación con el propósito de verificar y establecer las circunstancias de modo, tiempo y lugar en donde se presentaron los hechos. Invitamos a la ciudadanía a aportar información que conduzca a la identificación de este vehículo”.
