Por: Iván Cortés L.
Sociólogo
El combustible fósil sigue siendo un derrotero directamente proporcional al costo de vida.
No es la primera vez que con la intensidad que han manejado los medios de comunicación últimamente, el tema de la trepada histórica de la gasolina en nuestro medio, la decisión se asocie intencionalmente y automáticamente a todos los combustibles que mueven el transporte, sin discriminar el público y el privado, pues bien la totalidad de los alimentos se transportan a lomo de mula, y en camiones movidos por ACPM , el transporte masivo de pasajeros, con ACPM y gas, lo mismo ocurre con el servicio de taxis los cuales consumen gas natural. Esos dos combustibles no hacen parte del incremento, seguirán siendo subsidiados con recursos del saqueado Fondo de Estabilización Petrolera de dónde Duque trasladó a los departamentos y municipios, 12 billones para atender la emergencia sanitaria del COVID y con un déficit fiscal de 85 billones más 700 correspondientes al valor de la deuda externa.
A pesar de la falta de piso presupuestal, Ecopetrol sostiene una nómina onerosa de 17.000 empleados corporativos – “entre más vacas menos leche”- además los contratistas que hacen parte del holding de empresas son aproximadamente 80.000.
Por otro lado, los incrementos paulatinos en los precios de los combustibles dependen del precio internacional del petróleo que ya está llegando a cien dólares el barril. Haciendo la conversión a pesos colombianos y a galones, el precio estimado de un galón de gasolina en el mundo es de $ 23.000 y en América latina de $ 18.000, teniendo en cuenta como regla general que los países ricos pagan más y los exportadores de crudo menos, como es nuestro caso pues exportamos unos 400.000 barriles diarios, los restantes 400.000 se refinan en las plantas de Cartagena y Barrancabermeja para el suministro diario de combustibles y otros derivados al interior del país.
Las cifras terroríficas anunciadas permanentemente por los medios radiales de comunicación pueden generar un fenómeno que lleve al alza de la canasta familiar, debido a que algunos comerciantes de alimentos abusen aprovechando esta andanada contra el gobierno, y soportados en esas noticias aún sin fundamento se incrementen los costos de los alimentos.
Sumado a esta dinámica histórica, las alzas hasta en 300% en los abonos nitrogenados que es una realidad mundial, ha elevado los costos de producción en la agricultura de nuestro país al punto de no sembrar para evitar pérdidas.
Conclusión: como escribió Juan Eusebio Nieremberg “Mal de muchos dicen que es consuelo, y el bien de pocos también es dicha”
