Gloria Camargo
La reciente noticia de que Avianca se negó a integrarse a Viva Air, a pesar de haber solicitado esta operación durante varios meses, ha generado preocupación en el sector de la aviación. Esta decisión implica que Avianca perderá los 240 millones de dólares que ya había pagado anticipadamente por la aerolínea de bajo costo, antes de recibir la aprobación de la Aeronáutica Civil.
La sorprendente pregunta que surge es: ¿por qué sería más rentable para Avianca sacar a un competidor del mercado que perder una cantidad millonaria que ya habían invertido? Andrés Pérez, excoordinador de integraciones empresariales de la Superintendencia de Industria y Comercio, explica que la transacción se echó para atrás porque Avianca pretendía quedarse con todos los slots, es decir, los tiempos de llegada y salida en el Aeropuerto El Dorado, lo cual no fue permitido por la Aerocivil.
«Pensaron que al argumentar que estaban en crisis podrían salirse con la suya, pero no obtuvieron los resultados esperados. Sin embargo, al evitar que un competidor emergente se integrara con Viva Air y dejando a la empresa en quiebra, Avianca ahora puede aspirar a esos slots», agrega Pérez.
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Por su parte, Jorge Enrique Sánchez, experto en competencia, considera que los 240 millones de dólares pagados representan el precio que Avianca estaba dispuesta a pagar por eliminar a un competidor fuerte del mercado. «Lo óptimo era que Avianca y sus marcas operaran por su cuenta, al igual que Viva Air con su infraestructura. Pero hacer desaparecer a Viva Air, quebrarla y debilitarla, tampoco estaba mal visto para ellos», afirma Sánchez.
Con la salida de Viva Air del mercado, las otras aerolíneas asumirán ese espacio con más aviones y tripulación. No obstante, reemplazar los 22 aviones de Viva Air de manera rápida no es una tarea sencilla. Como mencionó Federico Pedreira, jefe de operaciones de Avianca, en una entrevista anterior, «la demanda seguirá existiendo, pero la oferta estará por debajo de la demanda». Esto implica que los competidores que ya formaban parte de las rutas de Viva Air, como Avianca, podrán crecer e incluso establecer monopolios en algunos destinos.
Según cifras de la Aerocivil, estas dos aerolíneas operaban en conjunto en 84 rutas nacionales e internacionales, siendo coincidentes en 39 de ellas. Por ejemplo, en la ruta San Andrés-Medellín-San Andrés, Viva Air tenía una participación del 61%, mientras que Avianca apenas alcanzaba el 6%. En el trayecto Bogotá-Cartagena-Bogotá, Avianca tenía una participación del 55% y ahora tendrá la oportunidad de acaparar el 41% que pertenecía a Viva Air.
