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Venta de comida en Neiva entre la formalidad y la informalidad

Oct 15, 2022

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El que consideran los comerciantes formales un descontrolado crecimiento de las ventas informales está afectando a los establecimientos formales de comida rápida en la ciudad. Para muchos, después de la pandemia, vender comida se convirtió en su medio de vida y de sustento para sus familias. Diario del Huila indagó con las partes qué tanto ha crecido la venta de comidas callejeras, los controles y el seguimiento que hacen las autoridades. 

Sobre el andén, en uno de los costados del Estadio Plazas Alcid, Juan Fernando Rengifo, un ingeniero de sistemas, egresado de la Universidad Antonio Nariño, halló en la venta informal de comida rápida la solución a la falta de empleo en la región.

Casado y con dos hijos, este hombre nacido en Florencia, Caquetá, pero de raíces huilenses, es un ejemplo de los cientos de personas que se han convertido en pequeños empresarios, en la venta de comidas rápidas en la ciudad y para quienes el comercio de comida rápida es la fuente principal de sus ingresos.

Muchos han encontrado en la informalidad su modo de vida.

La venta de perros calientes, hamburguesas, chuzos, salchipapas, pizzas, arepas rellenas con queso, carne o pollo y empanadas, a los que se suman, buñuelos, pandeyucas, bizcochos, jugos, helados y otros, parecen ser en el actual momento, sos más rentables en el sector de la alimentación. “Lo que sucede es que la gente aún prefiere y disfruta comer por fuera de casa y con lo de la crisis busca la economía”, dijo el joven empresario de las comidas. 

También hay quienes coinciden que el concepto de comida rápida surge a partir del criterio unificado de la sociedad de consumo, donde más que la calidad, resulta tener mayor importancia la cantidad y el precio.

“A mí me encantan las hamburguesas, pero toca buscar la economía, mientras ir a un establecimiento reconocido en donde por ejemplo, una hamburguesa me cuesta entre $13.000 y $30.000 pesos, un amigo las hace de igual calidad y me las trae a domicilio por $8.500, si se tiene en cuenta que en casa son conmigo 5 personas, con menos de $50.000 pesos comemos todos”, dijo Rodrigo Rivera, un músico de profesión.

En Neiva, la venta informal de esta clase alimentos ha crecido en los últimos cinco años. En las diferentes comunas de la ciudad, en especial en las horas de la noche, es común ver ventas estacionarias en las esquinas de los barrios, otras en garajes y también en locales adecuados o construidos para tal fin.

Los jugos son un potencial de las ventas de comidas de manera informal.

deslealtad

La Asociación Colombiana de la Industria gastronómica, Acodrés, reconoce la informalidad es una competencia desleal para quienes se encuentran organizados y le tributan al municipio. “Este es el país con mayor carga impositiva, un negocio formal paga cualquier cantidad de   impuestos”, dijo un vocero de los comerciantes que prefirió no identificarse, “para no echarse enemigos gratuitos”, agregó. 

Reynel Penagos, otro comerciante de alimentos que distribuye a menor escala, cuestionó los controles que se hace a la procedencia de los insumos y a la manera como se preparan las comidas rápidas que se vende de manera informal. 

“Aquí no hay controles, no se observa que se haga seguimiento a la procedencia de cada uno de los productos que se emplean para la preparación de esas comidas rápidas. En muchos casos no tienen ni siguiera el certificado de manipulación de alimentos, peor aún, no se hacen visitas sorpresa para observar cómo es que preparan cada una de las comidas que ofrecen”, agregó. 

En Neiva el número de establecimientos no formales de comidas rápidas sigue en crecimiento, y aunque no existe una cifra, lo que si creen es que fácilmente puede duplicar y hasta triplicar a los formales, según voceros de Acodrés.

El parque Santander, la plaza Cívica, la carrera quinta, la carrera segunda, parte del malecón, ahora dentro de lo que se quiere formalizar, la calle 8 y en general el centro de la ciudad son los sitios de mayor atractivo para los comensales, eso para citar el centro.

Pasteles, avena y guarapo una combinación que se encuentra en oferta. 

Además, en cada zona comercial, de cada barrio, en las diferentes comunas de la ciudad, se vive una situación similar, proliferan las ventas callejeras. 

Alicia Peralta, que vende arepas rellenas, chorizos, picadas y otras comidas rápidas en el barrio Altico, defiende su trabajo.

“Nosotros tenemos todos los productos de la mejor calidad, se compran en establecimientos reconocidos y certificados, además estamos registrados en la Cámara de Comercio, contamos con los permisos correspondientes tanto de la secretaría de Gobierno y de Salud para la manipulación de alimentos, competimos es con precios”, manifestó.

Las autoridades responden 

Hugo Alberto Arciniegas, jefe de la Oficina de Espacio Público en Neiva, le contó a Diario del Huila cómo desde la oficina a su cargo se articulan con otras dependencias para hacer los controles, primero a la invasión del espacio público.

“Algo que hemos notado es que en muchos casos desde la formalidad se fomenta la informalidad, muchos negocios que tienen su establecimiento normal, sacan ventas a la calle o invaden el espacio público con el fin de llamar la atención de los clientes”, dijo.

“En ese orden hemos decidido, desde la oficina, articularnos con la dirección de Justicia, que es la que puede adelantar acciones policivas, realizar operativos que lleven a un buen control a todo tipo de ventas de alimentos en la ciudad” dijo el funcionario.

Son varios los productos que se venden para consumo en la vía pública.

También hemos cambiado el accionar, comenzando por el diálogo para hacer pedagogía y luego si actuar desde el punto de vista sancionatorio, si es del caso”, agregó.  

El funcionario añadió que han venido sumando componente al trabajo que realizan como; “permiso de uso del suelo, visto bueno de emergencias, manipulación de alimentos por parte de la secretaría de salud, pero siempre con el propósito de hacer una transición de los informales hacia la formalidad”, afirmó.

La secretaria de salud de Neiva

La secretaria de salud de la ciudad, Georgina Ramos en atención a Diario del Huila, sobre los controles a las ventas informales de comida se refirió; 

 “Conforme a la resolución 604 de 1993, emanada del ministerio de salud, establece como autoridad sanitaria, podemos realizar actividades de inspección, vigilancia y control sanitario a aquellas ventas ambulantes y estacionarias autorizadas por la entidad competente del municipio, en el caso de nosotros es la oficina de espacio público”, expresó.

“En ese orden de ideas hemos inspeccionado las casetas ubicadas en el espacio público, y que están autorizadas por la autoridad”, manifestó Georgina Ramos.

Y en lo formal aclaró que todos deben tener concepto sanitario favorable de parte de la secretaría de Salud Municipal.

“Todo establecimiento comercial, incluidos los expendios de licores, deben tener es el concepto sanitario favorable o favorable con requerimiento, por parte del ente territorial, en el caso de Neiva, de nuestra secretaria de salud municipal”, destacó.

“Nosotros cuando realizamos la inspección al establecimiento, levantamos el acta de visita y allí dejamos el concepto sanitario.  Que puede ser favorable, favorable con requerimientos o desfavorable. En el caso de ser desfavorable aplicamos la medida sanitaria de seguridad, que puede ser una clausura temporal, total, o parcial, e incluso la suspensión de servicios”, concluyó.

Por las altas temperaturas los jugos son apetecidos

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