Luego del anuncio de la cadena de droguerías Cruz Verde sobre la suspensión de la entrega de medicamentos que no están contemplados en el Plan de Beneficios en Salud (PBS) para los afiliados de la EPS Sanitas, especialmente para pacientes que padecen enfermedades de alto costo como el cáncer. A partir del 15 de noviembre, se verá afectada la entrega de medicamentos tanto para adultos mayores como para pacientes pediátricos y aquellos con enfermedades de alto costo.
Diario del Huila, Contexto
Durante la noche del 30 de octubre, Droguerías y Farmacias Cruz Verde anunció un giro significativo en su política de entrega de medicamentos a los afiliados de la EPS Sanitas. La compañía comunicó su decisión de cesar la entrega de medicamentos que no se encuentran dentro del Plan de Beneficios de Salud (PBS) a partir del próximo 15 de noviembre.
Esta medida, que afectará a los usuarios de la EPS Sanitas, surge tras una prolongada negociación de tres años debido a una deuda acumulada que asciende a $400.000 millones por la dispensación de medicamentos no PBS.
En respuesta a este anuncio, la EPS Sanitas emitió un comunicado rechazando la medida de Cruz Verde, calificándola de «unilateral y abrupta». Además, la EPS expresó su preocupación por el impacto que esta decisión podría tener en sus afiliados y anunció que está trabajando en medidas de contingencia para asegurar la entrega de medicamentos a sus beneficiarios. Asimismo, la EPS enfatizó que la entrega de medicamentos incluidos en el PBS se mantendrá sin alteraciones con este proveedor farmacéutico.
La deuda
El conflicto se enraíza en la falta de acuerdo entre las partes en torno al pago de una deuda, pero también se inserta en un contexto más amplio de preocupaciones sobre los presupuestos máximos (PM). Los presupuestos máximos representan el dinero que el Estado paga a las EPS por la cobertura de medicamentos fuera del PBS.
Sanitas y otras EPS han manifestado inquietudes sobre la falta de pago de estos presupuestos máximos, advirtiendo que esta situación podría desencadenar problemas en el sistema de salud.
A pesar de ello, el Ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, asegura que el Ministerio ha cumplido con las obligaciones de pago a las EPS, aunque la EPS Sanitas afirma no haber recibido respuestas concretas sobre la necesidad de abordar la creciente deuda en este rubro.
La Super
La problemática va más allá de los conflictos entre las entidades: la Superintendencia Nacional de Salud ha recibido un preocupante total de 30.236 reclamos por la no entrega de medicamentos, específicamente contra la EPS Sanitas, a nivel nacional en un lapso de 14 meses. Estos reclamos han llevado a la entidad a realizar 299 requerimientos a la EPS, y han trasladado 6 casos a la delegada de Investigaciones Administrativas.
Un informe de la Superintendencia Nacional de Salud revela que la EPS Sanitas se ubica como la segunda EPS con la mayor cantidad de medicamentos pendientes, con 4.322 fármacos sin entregar y afectando a 277.158 afiliados. Este análisis también expone que el impacto de las entregas tardías o pendientes de medicamentos es considerable, afectando a 1.4 millones de afiliados de diferentes EPS.
En este escenario complejo, se evidencia una preocupación generalizada por la falta de entrega oportuna de medicamentos, lo que pone en riesgo la salud y el bienestar de un número significativo de afiliados al sistema de salud.
Las disputas financieras entre las EPS y los proveedores de servicios de salud plantean un desafío fundamental para garantizar una atención médica adecuada y oportuna para la población colombiana.
La incertidumbre persiste en torno a la resolución de estas disputas financieras y la garantía de acceso a los medicamentos necesarios para los afiliados de EPS como Sanitas, lo que sin duda requerirá una intervención coordinada entre entidades gubernamentales, EPS y proveedores de servicios de salud para salvaguardar la atención médica de la población.
Pacientes en riesgo
Se prevé que pacientes que necesitan tratamientos vitales, como la capecitabina para el cáncer de colon, recto, gástrico y de mama, se verán privados de este fármaco esencial. La suspensión del suministro de estos medicamentos implica que los pacientes tendrán que afrontar el costo total de los tratamientos, lo que podría llegar a ser una carga financiera considerable, especialmente teniendo en cuenta el elevado precio de estos medicamentos, como es el caso de la capecitabina.
Además, medicamentos para enfermedades como la leucemia, como el tenopósido y etopósido, también se encontrarían fuera del alcance de los pacientes. Estos medicamentos son de difícil acceso en farmacias particulares y sus precios pueden oscilar entre los $150.000 y $300.000, lo que plantea un desafío significativo para aquellos que los necesitan.
El impacto de esta decisión se extiende más allá de los pacientes con cáncer y enfermedades hematológicas. Aquellos con desórdenes alimenticios y problemas de peso también se verían afectados, ya que medicamentos anorexígenos como la fentermina y el topiramato, que se utilizan para reducir el apetito, dejarían de suministrarse a partir del 15 de noviembre.
Adicionalmente, la suspensión afectaría a pacientes diagnosticados con VIH, quienes podrían enfrentar la interrupción del suministro de medicamentos esenciales. A pesar de que el Gobierno decretó de interés público el Dolutegravir, un principio activo para tratar esta enfermedad, este aún se encuentra excluido del PBS, lo que podría significar un desafío financiero significativo para los pacientes.
Esta situación no solo impacta en medicamentos, sino también en insumos vitales para poblaciones específicas, como niños y adultos mayores. A partir del 15 de noviembre, insumos como pañales, complementos nutricionales, bolsas de colostomía y leches especializadas para bebés dejarían de entregarse, lo que deja a estos grupos vulnerables en una situación preocupante.
Además, la falta de acceso a insumos para la prevención, como cremas solares especializadas y toallas higiénicas para mujeres vulnerables, se suma a la crisis, lo que plantea serios riesgos para la salud de estos segmentos de la población.
Ante esta emergencia, la EPS Sanitas ha manifestado su compromiso en la creación de un plan estratégico para garantizar el suministro continuo de medicamentos e insumos a sus afiliados. No obstante, a pesar de esta declaración, no se ha proporcionado información detallada sobre las soluciones inmediatas, teniendo en cuenta el corto plazo de 15 días para encontrar alternativas viables.