En medio de la preocupación por el desabastecimiento de agua potable en San Agustín, las autoridades han identificado varias causas que contribuyen a esta problemática, incluyendo el deterioro de la infraestructura, fugas y conexiones ilegales en la red de suministro.
El más reciente aforo realizado aguas arriba de la bocatoma del municipio arrojó una disminución significativa de 74 litros por segundo en el caudal del afluente El Quebradón, lo que ha exacerbado la situación.
La Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM) ha estado realizando visitas técnicas de aforo al afluente para monitorear la situación de cerca. Carlos Andrés González, Director Territorial Sur de la CAM, destacó que si bien la fuente hídrica mantiene un caudal suficiente para abastecer el servicio de agua al casco urbano, los problemas en la infraestructura están poniendo en riesgo esta provisión.
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Se han encontrado cultivos ilegales derivando agua del afluente, especialmente para el riego de cultivos de lulo, sin ningún tipo de permiso. Además, se han detectado fugas en la red de conducción del agua y conexiones ilegales cerca de la captación.
La disminución del caudal es evidente, pasando de 166 litros por segundo en diciembre de 2023 a 92 litros por segundo en febrero de 2024. Esta situación se agrava debido a las altas temperaturas y la escasez de lluvias en la cuenca hídrica.
La CAM hace un llamado a las empresas públicas para que intensifiquen el control y vigilancia sobre la infraestructura de suministro de agua, así como para que realicen las reparaciones necesarias para mejorar la eficiencia del transporte del agua y su uso eficiente.
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