En un informe reciente, el Banco Mundial ha arrojado luz sobre las perspectivas económicas de América Latina y el Caribe, pronosticando un crecimiento del PIB regional del 1.6% para el año 2024, ligeramente por debajo de la proyección del 2% realizada en octubre del año pasado.
Esta desaceleración económica ha despertado preocupaciones sobre el futuro de la región, especialmente considerando que se espera que el crecimiento se mantenga en niveles bajos en los años venideros, con tasas del 2.7% y 2.6% proyectadas para 2025 y 2026 respectivamente.
Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, ha subrayado la necesidad urgente de tomar medidas para revertir esta tendencia, señalando que el bajo crecimiento no solo representa una estadística económica, sino una barrera significativa para el desarrollo integral de la región.
Entre los factores que contribuyen a estas proyecciones conservadoras se encuentran los bajos niveles de inversión y consumo interno, altas tasas de interés, déficits fiscales elevados y la incertidumbre en las perspectivas de importantes socios comerciales como Estados Unidos, China y Europa.
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El informe también destaca que el buen manejo de la inflación ha sido un punto positivo en la región, pero que persisten desafíos estructurales como la baja inversión en infraestructura, la deficiente calidad educativa y los altos costos de inversión que afectan la productividad y la competitividad.
En este contexto, el Banco Mundial enfatiza la importancia de fomentar la competencia como motor del crecimiento económico. Se ha destacado que cuando se promueve la competencia, se estimula la innovación, se reducen los precios y se ofrecen más opciones a los consumidores, lo que beneficia a la economía en su conjunto.
Sin embargo, el informe también señala que en la región existe una concentración empresarial significativa, con pocas empresas dominando los mercados y limitando la competencia. Para abordar este problema, se sugiere fortalecer las agencias de competencia, apoyar políticas de innovación y mejorar la capacidad directiva en las empresas.
El Banco Mundial insta a los países de América Latina y el Caribe a tomar medidas decisivas para mejorar el entorno de negocios y promover la competencia como parte de una estrategia integral para impulsar el crecimiento económico y el desarrollo sostenible en la región.
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