Diario del Huila, Entrevista
Por: Hernán Guillermo Galindo M
Con apenas 21 años, Andrés Vargas Coronado, de Pitalito, ha ganado varios premios de literatura. El más reciente “Don Bolívar y mi biblioteca personal”.
Andrés Vargas Coronado vive en la vereda Versalles, a más de media hora de Pitalito, por lo que le encanta el campo, cuenta: “Desde que estaba niño; me rodaba arrancando los palos de yuca”. Sus otras pasiones son la escribir y enseñar. Con apenas 21 años ha ganado cuatro concursos nacionales e internacionales.
Es hijo único de José Hilario y Elcy Mary. Estudió en la Normal Superior y está terminando Licenciatura en Ciencias Sociales, en la Universidad Icesi. Es egresado del Taller de Escritores de la Universidad Central.
¿Cómo es que una persona del campo termina siendo un exitoso escritor?
Mis padres siempre quisieron que estudiara. Y siempre me fue bien. Eso me permitió tener contacto con conocimientos y experiencias que me abrieron el camino literario.
¿Cuándo descubrió que tenía un talento especial para escribir?
No sé si especial, pero en La Normal, cuando empecé a escribir los primeros textos argumentativos. Iniciando la universidad gané un premio en un concurso de ensayo sobre Andrés Caicedo. Así me fui encaminando a escribir.
¿De niño le gustaban las clases de español y literatura?
Me gustaban más las de sociales. Luego descubrí la relación entre la historia y la literatura gracias a las novelas históricas. Entonces, desde ahí, alterno esas dos pasiones.
¿El talento o gusto es heredado?
No, escribir no. Heredé, sí, el amor por las historias. En la familia es muy marcada la tradición oral, yo doy el salto a la palabra escrita.
¿Qué fue lo primero que escribió cuando niño para destacar?
Supongo que los cuentos de las salidas que hacíamos en la escuela. Siempre me gustaron los animales: los perros, las vacas, las gallinas, el campo, en general. Eso ha estado presente desde niño.
Cuando niños y jóvenes se dedican a los aparatos electrónicos o a rumbear o al ocio, ¿cómo es que un joven del campo se dedica a escribir….?
Soy muy casero, así que nunca me han gustado las fiestas. Los aparatos tampoco me gustan. Solo tengo dos gustos: la literatura y el fútbol. Así que a eso le he dedicado gran parte de mi tiempo. Sobre todo, a la literatura futbolera.
¿Escribir le ha significado sacrificios?
Algunos. En Cali, por ejemplo, muchas veces dejaba de leer para preparar clases por andar leyendo literatura. Y como escribir requiere tiempo, a veces toca sacrificar el mismo tiempo de la lectura.
¿A cuáles escritores admira?
A muchos, a muchas: Eduardo Sacheri; Pedro Mairal; William Ospina; Pilar Quintana; Mariana Enríquez; Samanta Schweblin; María José Ferrada; Mónica Ojeda; Henry Thoreau y Darío Jaramillo Agudelo. Dejemos ahí.
Ganó el premio con el relato “Don Bolívar y mi biblioteca personal” ¿De qué trata?
El Concurso de Relato Biblioteca Personal giraba en torno a nuestra relación con los libros. Cuento de mis inicios como lector gracias a los libros que compraba en la librería de don Bolívar, un librero de Pitalito, y a las recomendaciones que me daba. Hablo de algunos libros significativos en mi vida. Y de experiencias que he vivido gracias a ellos. El relato sale con la editorial Publicaciones Urgentes, de Bogotá.
¿Ha ganado otros premios? Háblenos brevemente…
En 2019, Mi abuela y el niño de la luna fue Premio Nacional de Cuento Infantil. Fui Premio Internacional de Relato por la Universidad de Córdoba, en España, con El pasar de los días. Hace poco escribí Ternero y el bosque perdido, seleccionado como mejor cuento del Programa de Escritura creativa, Grow Colombia-Universidad de los Andes. Casi todos están próximos a salir. Y este año en el TEUC también gané.
¿En qué se inspira para escribir?
La mayoría de textos es autoficción. Colecciono cosas ya sean de mi vida o de mi contexto o que escucho y las llevo a la realidad imaginaria. Historias que me contaron mis abuelos, mis abuelas, mi vida misma. Entiendo la literatura como un juego que me permite cambiar la realidad, alterar cosas, vivir cosas que no pasaron. O que pasan, pero ahí, en mis textos. Eso es lo que más me gusta.
¿Cómo es el proceso de escribir?
A cualquier hora. Todo lo he escrito en el campo. Ese es el ambiente. El proceso es normal. Primero recojo los temas, las posibles ideas, luego monto una escaleta a mano y ahí sí empiezo a escribir en computador. Y a reescribir, claro.
¿Qué metas inmediatas tiene?
Estoy tratando de empezar a escribir mi primera novela, que ojalá sea en dos años. Para eso, espero entrar a una maestría. Y escribir cuentos, siempre hay alguno dando vueltas en la cabeza. Además, me divierte.
¿Piensa vivir de escribir, de la literatura?
No sé si sea posible, lo que sí sé es que espero seguir escribiendo. Esa es mi única aspiración. Además, soy ‘profe’. Me encanta enseñar. Ese es mi otro oficio. Soy ‘profe’ de unos niños y unas niñas con las quienes pasamos genial las clases. A veces quisiera que no se acabara el año.
¿Con quién está agradecido?
Con todo el mundo. Como soy tímido, aprovecho y les doy las gracias a todas las personas que me felicitan. Por aquí no me sonrojo.