Por Hernán Guillermo Galindo M
Fotos José Rodrigo Montalvo
Al celebrarse ayer el Dia Internacional de la Mujer, si bien es cierto se ha avanzado en temas de igualdad de género, la realidad en la calle sigue siendo otra. Muchas mujeres debieron pasar su día rebuscándose con la venta de detalles para sus congéneres para poder llevar el sustento a sus hijos.
Se celebró ayer el Día Internacional de la Mujer, y aunque la ley establece que el hombre y la mujer son iguales y requieren un trato igualitario en derechos y deberes; la realidad es bien distinta, a pesar de los más de 140 años de luchas de millones de mujeres soñadoras, luchadoras y valientes, que se han enfrentado a la inequidad, discriminación de género, maltrato y violencia.
Y es que basta con salir a la calle y palpar en la informalidad, cómo las mujeres siguen en la lucha con muchas desigualdades que a veces soportan de manera silenciosa. En pleno Día Internacional de la Mujer, Diario del Huila, buscó a varias de estas valientes mujeres para conocer su pensamiento frente a sus derechos y deberes.
En su gran mayoría conocen de la celebración de este día especial, pero lo que realmente les importa es tener en esta fecha una oportunidad de conseguir el sustento diario para ellas y sus familias. Muchas son mujeres cabeza de hogar que, como se ha convertido en una realidad en Colombia, tienen que salir adelante solas.
“Amparo Puentes, que salió a vender detalles en chocolate por la calle 8 con carrera 16 en Calixto, dice que a ella sí le gustaría trabajar de manera formal, pero que como solo estudió hasta grado noveno, lo que le ofrecen es laborar en oficios varios, “y eso cuando hay algo para ofrecer, además la paga no es muy buena y cumplida, así que me dedico a hacer toda clase de chocolates como detalles, con base en lo que aprendí con una compañera el colegio”, sostiene.
En este día su celebración está ligada a la venta de todos los productos que tiene en oferta, desde $2.000 pesos una chocolatina, hasta arreglos con varios chocolatines con costos que van de $10.000 a $20.000 pesos. “Estoy vendiendo desde las siete de la mañana y me voy por ahí a las diez u once de la noche cuando termine con todo”, agrega.
Resulta irónico, cómo los detalles que ofrecen las mujeres para las mujeres, son llevados por hombres que en muchos casos las maltratan y vulneran sus derechos desde los más elementales, hasta la más virulenta violencia de género, tipificada a través de la agresión sexual, sicológica, emocional, física, económica, familiar y laboral.
Flores para ellas
En el recorrido por la calle 8 encontramos a María Edith Murcia Mosquera, que ofrece arreglos florales y detalles para sorprender a las mujeres como ella en esta fecha. Por fortuna para ella, son muchos los clientes que se acercan a comprar desde una rosa, hasta un arreglo floral o un muñeco.
“Del Día Internacional de la Mujer, sé que se conmemoran las luchas que iniciaron las mujeres para conseguir igualdad de derechos. Pero a mí eso muy poco me sirve en mi diario vivir, tengo que trabajar porque si no trabajo, no hay con que comer al otro día”, afirma con seguridad.
En su punto de venta se ofrecen toda clase de arreglos florales como detalles para las esposas, madres o hijas. Son muchos los carros que se detienen frente a su negocio ubicado en un costado del polideportivo del barrio Las Brisas, en el oriente de Neiva.
Ella, como la mayoría de las mujeres que abordamos, trabajan en este día como una de las fechas especiales que incluyen en su agenda del año, pero no por reivindicaciones, o avances en sus derechos, lo hacen porque son días en los que las ventas son importantes y significativas para su economía familiar.
“En un día como hoy las ganancias pueden estar por los $300 mil pesos, por eso hay que trabajar desde temprano, así es en otras fechas como la reciente de San Valentín, día de los esposos, la madre, el niño y la familia, entre otros”, sostiene María Edith.
Ver a estas mujeres trabajar con empeño y entrega nos recuerda que las mujeres han logrado significativas conquistas en lo político, académico, intelectual, empresarial, productivo y laboral; pero estos logros deben trascender a través de la inclusión y participación femenina de acuerdo con su formación, sus capacidades, habilidades y destrezas, más allá de respaldos políticos y cuotas burocráticas; pues son muchas las mujeres que por sus méritos se han ganado espacios de participación, actividad y gestión tradicionalmente reservados a los hombres.
En medio de reflexiones sobre los derechos e igualdades para las mujeres, encontramos también por la calle 8 a Luz Dary Tovar, una señora adulta mayor que ofrece toda clase de arreglos con flores naturales y artificiales.
“Llevo trabajando realmente en esto desde hace dos años, el negocio era antes de mi hijo y unos compañeros, pero ahora nos independizamos y estamos trabajando los dos. Él es el que compra los materiales y hace los arreglos. Ahora él tiene un punto de venta y yo otro, en la tarde viene y me ayuda, porque hoy nos vamos tardecito, hay que aprovechar la venta”, comenta.
“Básicamente, trabajamos en las fechas especiales y aprovecho para enviar un mensaje a las mujeres, que seamos echadas para adelante, que no necesitamos ningún hombre al lado para salir adelante”, concluye.
Verdadero reconocimiento
Es posible que la conmemoración de cada año, contribuya en algo a consolidar las reivindicaciones de las mujeres, pero es urgente dar pasos determinantes para su inclusión en la construcción de cultura, sociedad y democracia en contextos participativos, pluralistas y éticos.
Finalmente, la Organización de las Naciones Unidas, estableció como tema para esta fecha: “Igualdad de género hoy, para un mañana sostenible”, como una forma de reconocimiento a mujeres y niñas, por la contribución a la mitigación y adaptación al cambio climático, para construir un futuro más sostenible para todos.
Aunque potenciar la igualdad de género en el componente de la crisis climática y la reducción del riesgo de desastres es muy importante; queda la preocupación por el silencio de la ONU, en asuntos tan sensibles como la dignificación, igualdad, equidad y reconocimiento a la mujer. Si comparten flores, invitaciones a cenar y reconocimientos, está bien; pero que el mayor homenaje a la mujer sea la dignificación, la participación, el respeto y la inclusión en procesos de responsabilidad social.