DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
Por: Daniela Gutiérrez
En el Huila existen 21 grupos de monitoreo de fauna silvestre con 321 integrantes activos, quienes adelantan labores de conservación y seguimiento a especies en peligro de extinción. Diversas especies se han logrado captar en sus hábitats. El observatorio de aves para evidenciar el avistamiento de distintas especies también ha revelado aspectos importantes en materia de fauna.
Debido a la amenaza que se vienen presentando en el Departamento del Huila en especies como el Oso de Anteojos, Danta de Montaña, Cocodrilo del Magdalena, el felino rojo o Herpailurus yagouaroundi (Yaguarundi) y Puma, se han venido generando espacios donde se fortalece la educación ambiental y trabajo comunitario con las poblaciones que comparten territorio con este tipo de fauna silvestre.
El generar en las comunidades un interés por la conservación, preservación y el conocimiento de la biología, ecología e importancia ecosistémica de estas especies es uno de los más grandes propósitos que tienen los 21 grupos de Monitoreo a los que pertenecen 321 integrantes los cuales son apoyados por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM ha enfocado sus esfuerzos.
Y es de estos espacios de educación ambiental donde se identifican personas y comunidades que le apuestan a la protección de las especies de fauna silvestre amenazada y se conforman los denominados Grupos de Monitoreo Comunitario quienes se capacitan continuamente en las diferentes estrategias de conservación y técnicas especializadas de seguimiento y monitoreo de fauna.
Fototrampeo
La principal técnica de monitoreo que se implementa con los grupos comunitarios es el fototrampeo, la cual se ha convertido en una valiosa herramienta utilizada para registrar animales que no son visibles fácilmente y que poseen bajas densidades.
Es un instrumento útil para determinar presencia o ausencia, realizar inventarios de fauna, identificar patrones de actividad, uso de hábitat, abundancia y establecer la densidad poblacional.
Dicha técnica consiste en la instalación de cámaras trampa, las cuales tienen sensores infrarrojos que perciben el calor emitido por los animales a su paso, recolectando registros fotográficos y de video de gran valor para los estudios ecológicos que realiza la autoridad ambiental del Huila.
Como complemento a esta técnica, también se realiza seguimiento de huellas y rastros de la fauna silvestre para determinar las zonas en la que es posible avistar especímenes y donde se garantiza la exitosa instalación de las cámaras trampa.
La CAM ha realizado la instalación de más de 30 cámaras trampa en municipios como Teruel, Santa María, Algeciras, Rivera, San Agustín, Pitalito, Acevedo, Íquira, Neiva, Aipe, entre otros.
“La labor que viene adelantando la Corporación en pro de la conservación de la fauna amenazada es muy importante, teniendo en cuenta que son especies que enfrentan fuertes presiones por cacería y fragmentación de hábitat, así como por la falta de conocimiento de las mismas. La técnica de fototrampeo ha permitido no solo conocer el estado poblacional de las especies sino también ha sido de gran utilidad para la sensibilización de las comunidades que conviven con la fauna silvestre”, explicó Katherine Arenas Rodríguez, Bióloga de la CAM.
Resultados
Gracias al interés mismo de las comunidades por conocer y conservar las especies silvestres (flora y fauna) de los territorios con las cuales interactúan-cohabitan en el diario vivir, en una actividad comunitaria-voluntaria con los pobladores locales se han podido lograr importantes resultados.
Los grupos de Monitoreo Comunitario del Huila han logrado captar 13.747 registros efectivos de fauna silvestre en su hábitat natural mediante la técnica de fototrampeo participativo. En las fotografías y videos se pueden observar más de 80 especies diferentes, en excelente estado de conservación, con patrones reproductivos activos y que desarrollan su ciclo de vida en los bosques del Huila.
Se destaca que el grupo de monitoreo comunitario Serankwa realizó el primer registro mundial de apareamiento de osos andinos en su hábitat, con seguimiento de efectividad y sobrevivencia de crías del 100%.
“Así mismo, se logró realizar un análisis de información procedente del fototrampeo comunitario, y de la articulación con organizaciones ambientales, que permitió identificar 95 individuos diferentes de la especie Oso de Anteojos que habitan áreas ambientalmente estratégicas del sur del Huila”, resaltó Arenas Rodríguez.
Este año también se llevó a cabo la octava versión del el Global Big Day donde se registraron un total de 384 especies de aves, destacando el registro de 12 especies endémicas de las 13 con distribución en el Departamento y una especie de interés como lo es el Microcerculus marginatus, por parte de Jorge Peña en el Distrito Regional de Manejo Integrado Serranía de Las Minas.
Según datos de la CAM el Huila cuenta con un registro de 750 especies de aves, de las cuales 13 son endémicas y 34 se encuentran en estado de amenaza.