DIARIO DEL HUILA, COMUNIDAD
Por: Hernán Guillermo Galindo M
Como una situación absurda, consideran los ciudadanos el tener que transitar por la calle en plena avenida La Toma en inmediaciones del Cementerio Central de la capital del Huila. Toca caminar por la vía porque obstruyeron la zona peatonal, y nadie responde, ni la alcaldía, ni la curia.
Mi denuncia pública; “¿cómo es posible ver invadido, obstruido este espacio público como es el andén, por donde deben circular los peatones? Es el colmo que la alcaldía, la curia, o a quien corresponda no recuperen el sector. El riesgo que se corre de ser atropellado un ciudadano, al tener que bajar del andén y transitar por la vía en este lugar, es inminente. Esto es sobre la avenida La Toma entre carrera 2 y 1G, por la misma cera para llegar a la Liga Contra el cáncer. Se requiere pronta solución”. Sostiene en su denuncia a través de las redes sociales la ex edilesa Lud Mila Murcia.
Diario del Huila, que hace un poco más de un año había dado a conocer cómo se venía convirtiendo este sitio en pleno centro de Neiva en tierra de nadie, en escombrera y cómo era invadido para convertirse en cambuche y guarida de habitantes de calle, retornó al lugar para recoger el sentimiento de quienes se ven afectados por esta situación anómala.
Lo peor es que todo sucede frente a la mirada de todos; de las autoridades que parecen no tener interés o cohonestar este tipo de situación, y de quienes administran el Cementerio Central, ya que la zona es la parte posterior del campo santo central de la ciudad.
Diario del Huila, con base en la denuncia de la ex edilesa, visitó el lugar, y el estado de abandono de la zona verde exterior del Cementerio Central de Neiva sigue siendo evidente, hecho que preocupa a los vecinos de la zona, por el desaseo, foco de enfermedades, la inseguridad y el mal aspecto que los afecta.
La tradicional edificación está ubicada en una manzana delimitada por la avenida La Toma, la calle 26 y la carrera segunda, a pocas cuadras de la margen derecha del río Magdalena. Hoy, está rodeada por maleza, escombros, daños en las paredes, la pintura en mal estado y hasta la invasión del espacio con una vivienda improvisada por habitantes de calle.
“El sector al igual que la zona externa del cementerio están muy descuidados. Rodeado por pasto, árboles desatendidos. Está convertido, en parte, en un espacio público donde unas y otras personas hacen de la suyas. Genera inseguridad, es foco de suciedad, para los neivanos, para los vecinos y los deportistas que entrenan en el área o a personas que a diario salen a caminar”, dijo Rocío Peña, quien labora en una caseta cercana.
En la zona, muy transitada especialmente en las horas del día en la ciudad, además de unas pocas residencias, están situados las Instituciones Educativas Departamental Tierra de Promisión y Técnico Superior, que reúne a estudiantes y profesores que a diario deben desplazarse por esta ruta.
“Claro, el riesgo para nosotros y los profesores es permanente de un accidente al tener que transitar por la calle, bajarse a la avenida La Toma, porque han invadido todo el andén y además si se hace el reclamo se corre el riesgo de ser agredidos por los habitantes de calle que se adueñaron del lugar”, sostiene Carlos Padilla, trabajador en la zona.
De lo de la agresión somos testigos, ya que nuestro reportero gráfico, José Montalvo al momento de captar las imágenes para esta nota, fue objeto de presiones y amenazas de parte de quienes en principio se mostraron amables, pero cambiaron su actitud tan pronto como vieron que se estaba realizando registro fotográfico.
“Uno no sabe a quién dirigirse”, sostiene Julio Cesar, estudiante del Técnico superior, “la verdad es que hasta da pereza pensar en denunciar porque no pasa nada, y si uno decide tomar acciones por cuenta propia peor, se hecha encima enemigos”, argumenta.
La Liga Contra el Cáncer, que tiene su sede en cercanías a este cuestionado lugar, se ve afectada a diario por el mal estado de la calle y el entorno con todo lo que genera.
Pero realmente es poco lo que se atreven a comentar sobre la situación que los incluye. Sin identificarse, uno de los celadores se limita a comentar que de eso prefieren no hablar públicamente, pero menciona que, “si sería bueno que le pusieran cuidado y hubiera una pronta solución a un problema que no es de ahora y que se ha ido agrandando”.
En el caso de los pacientes que van a consulta, llegan en carro particular o transporte publico individual, por lo que solo observan el mal aspecto de los alrededores, pero no se sienten afectados directamente por la invasión del andén.
Hasta atracos a plena luz del día se han visto, relatan los ocasionales transeúntes que encontramos, “Recuerdo que hace poco unos vecinos que iban para la casa, por el andén de La Toma, fueron atacados por un tipo que los amenazó con un cuchillo que les saltó de la maleza. Es lo que contaron”, dice Fernando Suarez, operario de una empresa cercana al sector.
Sin soluciones a la vista
Al buscar quién o quiénes pueden dar razón sobre la denuncia hecha a través de las redes, pero que ya había anticipado Diario del Huila, no se encontró realmente a quien le corresponde poner orden, aunque lo primero que salta a la vista es que la ciudad tiene unas autoridades civiles y de policía. Los unos deben velar por el buen funcionamiento y estado de la infraestructura en la ciudad y los otros garantizar y velar por la seguridad de los neivanos.
Que le corresponde a Planeación, que a Espacio Público, que a la curia por ser zona de influencia del cementerio central, son las respuestas que encontramos, pero nadie se atrevió a apersonarse del problema, parecía que les habláramos de una papa caliente. Ojalá en una próxima entrega podamos comentar de soluciones y que no solo una sino todas las autoridades le “pararan bolas” a esta denuncia.