DIARIO DEL HUILA, COMUNIDAD
Por: Hernán Galindo
Álamos Norte es un barrio de la Comuna Dos, en el oriente de Neiva, sentado en un terreno que hace varias décadas ocuparon fincas y hatos ganaderos.
“Recuerdo que con el crecimiento de la ciudad, el barrio nació hace más de treinta años, producto del esfuerzo de trabajadores y pequeños propietarios que, a través de la llamada Asoproneiva, adquirieron lotes y de a poco fueron construyendo sus viviendas”, dice Carlos Muñoz, uno de los primeros inquilinos.
Con el paso del tiempo la zona creció, se desarrolló, hubo progreso y nuevas oportunidades que impulsó la llegada de grandes plataformas como los Centro Comerciales San Pedro y San Juan Plaza, almacenes como Home Center y nuevas vías, como la que se habilitó para comunicar la ciudad con el norte del Huila.
“Fue así que Álamos, vecino a las nuevas construcciones, se fue convirtiendo en paso obligado de entrada a barrios que surgieron posteriormente como Prado Norte, Villa Carolina, los Pinos, Caña Brava y Torres de Alejandría, entre otros varios, además, de algunos conjuntos residenciales”, cuenta Fernely Casanova, antiguo mayordomo de una propiedad, que ahora tiene una casa en el sector.
El problema de años
La vía principal es la calle 51, que sirve de ruta del transporte público y el paso de los vehículos particulares en los dos sentidos, que está en medianamente buen estado, pero se ha ido quedando pequeña o insuficiente para el gran flujo de automotores que la ocupa, sobre todo en las horas pico, con la consecuente contaminación visual y auditiva para los residentes en el camino, se queja Pablo Páramo, propietario de una tienda de abarrotes.
Y es que los residentes de Álamos Norte vienen desde hace más de 20 años pidiendo a las administraciones se les pavimente la calle 51 entre la carrera 16 a la 22, que sería solución a muchos de los inconvenientes de movilidad.
Cansados de promesas incumplidas recurrieron a Diario del Huila para llamar la atención de las autoridades responsables en busca de solución. “Ha habido tiempo en que está completamente dañada y abandonada, casi intransitables, además la habían cogido para depositar escombros y basura en sitios adyacentes”, contó Marlio Linde.
El lío, aporta Juanito Vargas, no es sólo la movilidad, también el polvo que generan los vehículos que circulan “y qué no decir de las aguas que se empozan con las lluvias, como en esta época, que convierten la calle en lodazales, aguas negras, foco para la cría de zancudos”.
Son varias las oportunidades en las que los han dejado con los crespos hechos y con la ilusión de tener una solución de fondo. La más reciente fue en enero del año pasado con lectura de acta de iniciación de las obras, presencia del Alcalde y del contratista, recuerdan vecinos.
Sin embargo, la alegría duró poco. El responsable de la obra, antes de iniciar los trabajos, se percató de que la pavimentación estaba proyectada para una calle de 7 metros de ancho, cuando el ancho real de la contratada es de 10 metros. Ese desfase le generaba un faltante de cerca de 3.000 millones de pesos frente a los 10.000 millones comprometidos para cumplir el proyecto.
Dice la comunidad, que “el alcalde Gorky Muñoz se comprometió a conseguir los dineros adicionales, pero a la fecha no ha habido luz verde en el desarrollo de la construcción”.
Eduard Chavarro, comerciante, señala a la problemática habría que agregar que el trayecto entre las calles 16 y 19 no sirve para nada, “ni siquiera se puede transitar”.
La comunidad está tan desesperada que ya contemplan acciones extremas como cerrar la calle en voz de protesta pues es traumático el desplazamiento en carros, moto, a pie o bicicleta. El ingreso a las casas, negocios o al comercio.
Habla la Junta Comunal
El presidente encargado de la Junta de Acción Comunal, Jorge López, sustenta que con otras personas han dialogado con el Alcalde quien ha respondido estar comprometido a adicionar los recursos faltantes. Siendo la información más reciente que a más tardar en junio del presente año se iniciará ya la construcción definitiva y definitiva de la rehabilitación de la carretera.
López es un bogotano que reside hace más de 30 años en Neiva Los últimos diez años ha formado parte de la junta de acción comunal. Despacha como presidente interino mientras llega una nueva elección ante la ausencia del titular Luis Eduardo Villanueva, quien dejó la posición para residir en Girardot, tras destacar que ha sido abanderado de las causas de la comunidad desde hace varias décadas.
Una protesta con cierre de la vía
Se recuerda que una protesta liderada por otro sector de los residentes llevó a punto frío las relaciones con la Alcaldía por lo que debieron demostrar que no estuvieron al frente de un taponamiento que tuvo presencia del Esmad y generó inconvenientes que debieron ser sorteados con diálogo, “pero todo se aclaró y la promesa del Acalde se mantiene con el anuncio de inicio de obra en junio de este año”. .
La Iglesia de Nuestra Señora de la Paz que es de las cercanías también es afectada, “tanto que también el tránsito permanente, sobre todo de vehículos, nos genera confusión y polvareda en el momento de los oficios religiosos”, cuenta el feligrés Carlos Peña.
“La pavimentación beneficiaría a los propios asistentes a misa o a quienes venimos a realizar las oraciones con la confianza que desde el Cielo nos encomienden a la Divina Providencia la solución y podamos ver realidad este deseo reprimido de todos en Álamos Norte”, reafirma Tulio Charry, quien habla tras salir del templo.
Más problemas
Deicy Artunduaga, una residente del barrio, se queja de que anteriores administraciones les prometieron que les darían los recursos para readecuar la caseta comunal que entre todos construyeron y han mantenido con mucho esfuerzo.
“Se ha logrado mantener en relativamente buenas condiciones, pero se quería mejorarla y hacerle un reacomodo para el beneficio de todos los usuarios, pero cuando creían que ya solo faltaba se giraran los recursos correspondientes el alcalde anterior, Rodrigo Lara, después de habernos prometido que se incluiría en un programa de restauración de las casetas comunales, a última hora nos dejaron por fuera”, comenta,
Martha Rodríguez, propietaria de una tienda de mascotas, aprovecha para denunciar que al igual que en otros sectores de la ciudad hay problemas de seguridad, de vicios sin control y hasta de pandillas que vienen de barrios del norte de la ciudad, que andan en rebusque o delinquiendo.
En ese sentido han dialogado con el comandante de la Policía Metropolitana, el secretario de Gobierno, Faiver Hoyos, y la Dirección de Seguridad Ciudadana, instituciones que se han comprometido a reforzar la vigilancia, aumentar cámaras de control, a trabajar de la mano con los vecinos.
“Entendemos que la Policía no tiene el número de efectivos, pero existe buena voluntad entre las partes para armonizar salidas, programas o planes que sirvan para cuidar un sector de la ciudad tan poblado, con tantas personas de bien, con niños en las calles, con jóvenes en busca de recreación”, comenta Sigifredo Gómez.
Son muchos los temas que como historias tienen los habitantes de Álamos Norte en la capital del Huila, pero por ahora al igual que ellos por ahora quedamos a la expectativa sobre soluciones que se esperan de manera urgente como la pavimentación de la calle 51. Diario del Huila los seguirá acompañando y apoyando.
“Esta situación tiene molestos e inconformes a los habitantes del sector que manifiestan estar cansado de las promesas de los políticos y administraciones que prometen pero nunca cumplen”, concluye cabizbajo Leonor Cerquera, con el asentamiento con la cabeza de quienes la escucha.
