Por David Vásquez
En Neiva la cantidad de asentamientos sigue en un constante crecimiento, y esto se da a los fuertes niveles de pobreza que nuestro país vive todos los días, la violencia, la desigualdad, la falta de oportunidades y la discriminación social dentro de la misma región, son los que han generado que muchas familias sean desplazadas a lugares lejanos de la ciudad, para poder construir un techo que ofrecer a sus familias.
El barrio Las Brisas, ubicado en la comuna siete de la capital huilense vive esta experiencia de cerca, pues allí se encuentra Brisas Bajas, un asentamiento, en el que residen alrededor de 20 familias, que por causa de la violencia y falta de oportunidades en sus lugares de origen antes y durante la pandemia del coronavirus, se vieron obligados a alzar vuelo y llegar a ciudades desconocidas.
Habitantes del sector denunciaron que después de venir luchando mucho una reubicación de vivienda prometida desde años atrás, no se ha podido conseguir pues la excusa que les dan es que la pandemia ha detenido todo.
Diego Mauricio Reyes, tesorero de la Junta de Acción Comunal (JAC), dio a conocer la realidad en la que permanecen los habitantes de este asentamiento, además hizo énfasis en la cantidad de familias que necesitan el auxilio de viviendo con urgencia.
“La preocupación más grande que tenemos en el sector, son las 18 familias que a diario viven con diferentes necesidades, en el momento estamos luchando por la reubicación porque este lugar donde viven no es adecuado para hacerlo”, sostuvo el tesorero.
Son alrededor de diez años en donde se ha tratado de buscar la reubicación de estas familias, todos los semestres la administración saca convocatorias para ser beneficiario de vivienda, se han realizado los largos procesos con las oficinas correspondientes, pero no se ha logrado conseguir una respuesta positiva.
Según Reyes dijo: “hace unos años se realizó un censo en obediencia al formulario que tiene la Alcaldía de Neiva para los proyectos de vivienda de acción social, se llenaron los requisitos, personal de la Secretaría junto a Emergencias vinieron hasta aquí, tomaron fotos, y se dictaminó que es un territorio de alto riesgo, se entregaron unos códigos y que tocaba esperar el turno, el cual lleva más de 10 años y no ha pasado nada”.
Según la comunidad una de las respuestas dadas por la administración, es que todo es cuestión de suerte, pues la asignación de vivienda se da mediante sorteo y solo unos pocos salen beneficiados de esta gran oportunidad.
Nubia García es una de las residentes del asentamiento y ha vivido de cerca la experiencia en este lugar. Ella afirmó que número de familias que residen en el asentamiento nunca ha disminuido, pues existen tres familias que han salido beneficiadas por el programa de vivienda de Acción Social, pero cuando unos se van otros llegan, así que eso hace que la situación se haga más difícil, pues quita la posibilidad a otras familias de obtener esta oportunidad.
“Cuando nosotros llegamos aquí fue con la idea de la reubicación, porque esto siempre ha sido zona de alto riesgo, muchas veces han venido, especialmente en el momento de campañas políticas, pero no pasa nada, de las 18 familias solo 5 han salido favorecidas, pero cuando se van llegan otras. Ya tenemos la documentación requerida, pero no pasa nada”.
En tiempo de cuarentena nacional la Gobernación del Huila y la Alcaldía de Neiva realizaron una entrega de mercados para solventar la crisis económica generada por la pandemia, pero lo molesto es que ninguna de estas familias salió beneficiada por dichos programas.
En este momento los habitantes de Brisas Bajas piden a los entes gubernamentales más apoyo y la presencia para las necesidades de este asentamiento. “Por aquí en esta parte, ninguna hemos salido beneficiado con mercados de la Alcaldía y la Gobernación”, afirmaron los habitantes del sector.
“Lo más lógico es que puedan tener una vivienda digna en donde puedan estar seguros, en temporada de lluvias la situación se hace más complicada porque no pueden ni descansar a la espera de que algo grave ocurra, ya que se tienen que salir de sus casas para evitar alguna tragedia”
Alrededor de 10 años las familias pertenecientes a este asentamiento han luchado en pro de conseguir una vivienda digna.
Otra problemática
La cercanía con la quebrada La Toma ha hecho que durante los tiempos de lluvias los habitantes pierdan la paz pues el residir en este espacio se hace muy difícil, uno de los obstáculos que nacen son los deslizamientos, pues las vías desaparecen e inmediatamente se inundan todo el asentamiento.
Según el Tesorero de la Junta de Acción Comuna (JAC) dijo: “En situaciones de calamidad los entes como Bomberos o Defensa Civil no llegan al lugar, hemos tenido varias situaciones en donde los llegamos a necesitar y no aparecen, yo mismo soy el que les hago el llamado a estas autoridades, cuando llueve los habitantes del asentamiento vienen a mi casa para que los ayude, se hace el reporte, pero no llegan”.
Habitantes del asentamiento
Carolina González es madre de dos niñas y es una de las residentes del asentamiento Brisas Bajas, y realizó un llamado a los entes gubernamentales, para que agilicen los procesos de asignación de viviendas y de esta manera poder cumplir el sueño de tener un hogar digno lejos del ambiente tóxico del lugar donde reside ahora.
“Es lo que más deseo en este momento, que me llamen y me digan que he sido favorecida por el plan de vivienda, pero los años de espera se han incrementado, y parece que la espera va para largo, porque no nos dan respuesta fija de parte de ningún ente encargado” afirmó González.
Carlos Buitrago, expresó “Siempre ha existido el cuento de la reubicación, pero no sucede nada, durante las campañas políticas vienen y prometen ayudas que nunca llegan, somos personas vulnerables de las cuales no hemos recibido ninguna ayuda”.
Germán Ramírez, agregó “todos los que vienen a visitar hacen promesas, desde que tengo memoria los políticos vienen dicen que van a arreglar, que van a agilizar y que a van a gestionar, pero eso es mentiras, eso es mientras los votos y no pasa nada”.
A pesar de seguir los procesos de asignación de vivienda no han conseguido que la administración le conceda el sueño de tener una casa.
