Rusia se declaró en “estado de guerra”, tras el atentado terrorista atribuido al Estado Islámico.
En un trágico suceso que ha sacudido a la capital rusa, Moscú, un ataque terrorista perpetrado por el Estado Islámico (ISIS) ha dejado un saldo desgarrador de más de 140 personas muertas y más de 100 heridos. El acto de violencia tuvo lugar el viernes por la noche en el Crocus City Hall, un reconocido auditorio ubicado en Krasnogorsk, en las afueras de la ciudad.
El ataque se llevó a cabo cuando hombres armados irrumpieron en el lugar, desatando una explosión seguida de un incendio que consumió el edificio y cobró numerosas vidas inocentes. Según el último balance proporcionado por el Comité de Investigación de la Federación Rusa, se estima que al menos 143 personas perdieron la vida en este acto de barbarie. Sin embargo, las autoridades temen que esta cifra pueda aumentar a medida que avancen las investigaciones y se identifiquen a todas las víctimas.
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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha condenado enérgicamente el atentado, calificándolo como un «acto terrorista salvaje». En una alocución televisada, Putin anunció que el domingo será declarado día de luto nacional en honor a las víctimas del ataque. Además, aseguró que los responsables de este crimen atroz serán identificados y castigados con todo el peso de la ley.
Según declaraciones del mandatario ruso, los cuatro atacantes involucrados en el acto terrorista fueron detenidos mientras intentaban huir hacia Ucrania. Putin afirmó que se llevará a cabo una exhaustiva investigación para identificar a todos los responsables y cómplices detrás de este acto de violencia.
El trágico suceso ha despertado un profundo sentimiento de dolor y consternación en Rusia y en la comunidad internacional. Mientras tanto, las autoridades rusas intensifican los esfuerzos para brindar apoyo a los afectados y garantizar la seguridad de la población en medio de esta tragedia sin precedentes.
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