El reciente cierre de la EPS Comfamiliar, vuelve a poner el dedo en la llaga sobre las crisis del sector salud en Colombia. 540.136 usuarios debieron ser trasladados a otras EPS, con las implicaciones que esto tiene para la red prestadora. La SuperSalud anuncia garantías para la prestación de los servicios y tratamientos a los usuarios. Entre tanto son varios los enfermos que se ven afectados.
A raíz del reciente cierre de la EPS Comfamiliar, son varios los hechos que se han derivado de este al punto de no hacer nada distinto que desnudar la crisis del sector Salud en Colombia en cuanto a la red prestadora y los usuarios que requieren los servicios.
La Superintendencia de Salud, en el más reciente informe anual, con corte a junio de este año, reportó que en el último año tres Entidades Promotoras de Salud fueron liquidadas. Además de las 14 que se encuentran en este proceso, ocho quedarán en “vigilancia especial”.
Entre julio de 2021 y junio de 2022, la Supersalud ordenó la liquidación de las EPS Comparta, Coomeva y Medimás. Además, exigió que se interviniera y tomara la posesión forzosa de la EPS Emssanar. Mientras que las 14 las EPS que se encuentran en proceso de liquidación son: SaludCoop, Medimás, Coomeva, Comfacundi, Emdisalud, Comfacartagena, Ambuq, Comparta, Saludvida, Cafesalud, Cruzblanca, Confacor, Manexka, Comfanariño.
Según Fabio Aristizábal Ángel, Superintendente de Salud, el proceso de liquidación contra estas EPS se inició “por poner en riesgo tanto la vida de sus afiliados como la estabilidad financiera de sus redes de prestación”. Producto de estos procesos, más de nueve millones de pacientes tuvieron que ser trasladados a otras EPS.
Durante la audiencia pública, la entidad también señaló que ocho EPS quedaron bajo vigilancia especial: Asmet Salud, Capresoca, Comfachocó, Comfaguajira, Convida, Ecoopsos y Savia Salud. Allí ya advertía de la intervención a Comfamiliar del Huila, lo que llevó a su posterior cierre. Por otra parte, Capital Salud y Comfaoriente seguirán en el programa de recuperación, se indicó en el informe.
El caso del Huila
De otro lado el gobierno departamental también se sumó a las advertencias sobre la crisis sobre la red prestadora a raíz del cierre de varias EPS, lo que acrecienta la deuda entre estas y la red hospitalaria.
“Con corte al 30 de junio la entidad Comfamiliar del Huila EPS tiene una cartera pendiente con la red pública que asciende a los $117.096.034.000, el mayor porcentaje lo adeuda a las E.S.E. de orden departamental: Hospital Universitario ‘Hernando Moncaleano Perdomo’ de Neiva, Hospital San Vicente de Paúl de Garzón, San Antonio de Padua de La Plata y el Hospital San Antonio de Pitalito”, dio a conocer, por lo que se reunió en mesa de trabajo con la SuperSalud.
La Superintendencia Nacional de Salud, mediante una tarea articulada con el Ministerio de Salud y Protección Social, propició una mesa de trabajo para analizar alternativas que aseguren la suficiencia, de la red de atención que deberá garantizar los servicios de salud a los 541.000afiliados objeto de traslado este 6 de septiembre, como consecuencia de la liquidación ordenada al programa de salud de Comfamiliar Huila.
“Realizaremos un seguimiento al proceso de normalización de la atención y esto, además incluye la fiscalización a las entidades responsables de pago en el reconocimiento de los recursos a la red prestadora”, aseguró el Superintendente Nacional de Salud.
A la reunión asistieron Luis Alberto Martínez, viceministro de Salud y Protección Social; Luis Enrique Dussán, gobernador del Huila; el secretario departamental, César Alberto Polanía; los representantes de la red pública hospitalaria de primer, segundo y tercer nivel de atención de Huila y un equipo técnico de alto nivel. Estas jornadas de trabajo buscan dar respuesta preventiva a las eventuales dificultades que puedan presentarse entre los hospitales públicos y las entidades administradoras de recursos (EPS), para hacer seguimiento y eliminar prácticas que pongan en riesgo la vida de los ciudadanos.
“La red pública es vital y por eso durante esta etapa de transición realizaremos acompañamiento en la formalización de los acuerdos de voluntades para resolver las trabas en el proceso de contratación y continuar garantizando los derechos en salud de los colombianos”, agregó Beltrán López.
Casos y quejas
Una de las quejas por la situación que tienen que enfrentar los ciudadanos con la problemática de la salud, la vive el colega Luis Fernando Bedoya, quien denuncia que les quieren trasladar a su hijo Juan Esteban de la Clínica Medilaser, “porque se acabó el convenio con Sanitas, que a su vez se está quedando sin recursos por el traslado de usuarios de las recién liquidadas EPS”.
“Una situación muy difícil en la parte de salud afronta mi hijo Juan Estaban Muñoz, aunque soy su padrastro es mi hijo, lo he visto crecer al lado de mi compañera Jimena desde la edad de 5 años. Gracias a Dios, a sus oraciones y a los médicos de Medilaser seguimos luchando por su vida”, dice Luis Fernando.
“Juanito lleva aproximadamente 15 días de tratamientos, pertenece a la E.PS. SANITAS, y le llegaron a mi esposa con la noticia que necesitan sacar al paciente, para llevárselo para otra clínica porque el convenio con Medilaser lo acabaron”, agrega.
Enseguida hace un llamado a la EPS Sanitas; “Señores de Sanitas eso no lo pueden hacer, no pueden hacer con los pacientes lo que se les dé la gana, mi esposa Maria Jimena y Juanito no están solos. Sanitas se llenó de usuarios y no saben qué hacer con ellos. Estaré muy atento a este tema que me incumbe como padre que soy. Ojalá SuperSalud se entere de esto”, dice Luis Fernando Bedoya.
“Es decir, para la EPS Sanitas es fácil decirle a mi esposa saquemos al paciente, sin importar todo el buen tratamiento y lo pendiente que han estado los galenos de Medilaser. Por favor como usuarios de nuestras EPS no nos dejemos más manosear y que hagan lo que se les da la gana”, agrega Luis Fernando en su llamado desesperado.
Finalmente, el usuario indica que les han amenazado, que si no autorizan el traslado serán ellos de su bolsillo los que tengan que asumir los gastos del tratamiento.
