DIARIO DEL HUILA, CIUDAD
Por Hernán Guillermo Galindo
Neivanas le contaron a Diario del Huila qué caminos proponen para la ocupación laboral del género y qué piensan debe hacer el Gobierno para generarles trabajo y bienestar.
El Gobierno Nacional lanzó el primer proyecto tipo de regalías, con enfoque de género, con la idea de permitir a las entidades territoriales ahorrar tiempo y costos en la formulación de proyectos productivos para mujeres. Hace parte del paquete de medidas necesarias para impulsar el empleo femenino, teniendo en cuenta que es el sector más impactado por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.
Y es que la crisis desatada por el Covid-19 tiene un alarmante rostro de mujer, por varias razones, como los confinamientos y las restricciones sanitarias que afectaron sectores productivos con una alta presencia de trabajadoras.
Y la emergencia puso inicialmente en peligro las vidas de los adultos mayores y envió a la casa a los niños, lo que obligó a que un importante número de mujeres debiera abandonar sus empleos y tuvieran que quedarse en casa cuidándolos o ayudándolos en sus jornadas de estudio.
El cierre de jardines infantiles, escuelas, colegios privados, universidades y demás instituciones educativas forzó a cientos de miles de colombianas, madres y acudientes a abandonar el mercado laboral y quedarse en el hogar con sus hijos y pequeños a cargo.
El desequilibrio ya existente entre hombres y mujeres en el tiempo dedicado a las actividades de hogar simplemente se recrudeció. Por eso, Diario del Huila preguntó a las mujeres neivanas qué caminos proponen para impulsar la ocupación femenina, qué debe hacer el Gobierno para generarles trabajo.
Las alternativas de trabajo
Y es que en junio pasado mientras los hombres ocupados llegaron a 12,6 millones, la ocupación de mujeres registra 8 millones. De los más de 2,2 millones de puestos de trabajo recuperados, en comparación con junio del año pasado, el 40 por ciento es femenino.
“No es tarea fácil. La reactivación económica necesita la ayuda de estrategias diferenciadas para generar puestos de trabajo femeninos”, comenta la socióloga, Laura Peñuela, de la Fundación Creando.
Y agrega que existe un reto crucial para recuperar esos empleos para mujeres en los escenarios rural y urbano, con estímulos a las empresas, beneficios a los sectores que más las puedan apoyar, horarios flexibles y buenos pagos.
Karla Rojas, trabajadora social egresada de la Usco y vinculada con la Asociación Minuto de Dios, señala que las emprendedoras del campo deben estar beneficiadas, con estímulos al empleo para mujeres en el sector agrícola y la creación de fondos de emprendimiento.
“Las tendencias ratifican que la reactivación económica necesita la ayuda de estrategias diferenciadas para generar puestos de trabajo femeninos. Hay que luchar en reducir la dependencia económica que muchas mujeres tienen de sus parejas masculinas en contextos de abuso físico y sicológico”, afirma, tras señalar que habla porque tiene experiencia y conocimiento en el tema.
Gloria Cifuentes, abogada, responde que deben haber unas políticas de género en materia laboral que acompañen la recuperación de la actividad productiva con las mujeres como protagonistas, pero deben estar a salvo de los cambios de Gobierno.
“No puede ser que se siembra y después llegan nuevos mandatarios y todo se pierda o se diluya”, explica.
Ya en la calle encontramos diversas opiniones más: “expandir la oferta de servicios de cuidado”, manifestó Rosalba Aya, de un salón de belleza de la carrera Sexta con calle 10 en Neiva.
“Ampliar centros de cuidado infantil y educación preescolar públicos y de calidad, escuelas con horario extendido y servicios de cuidado para adultos mayores. Así se crean fuentes de empleo”, aseguró.
Su compañera, Matilde Bonilla, con dos hijos, dice que se piense en ampliar y balancear las licencias por maternidad, paternidad y cuidados, con responsabilidad del padre y la madre.
“Esa es una de las razones por las que las mujeres pierden el trabajo, que se tienen que ir para la casa a cuidar los niños, cuando también el papá puede y debe colaborar”.
Educación y formación
Lola Paredes, educadora, respondió que sería importante “extender la educación a los grupos desfavorecidos de la población como son las mujeres. Cuanto más preparadas estén, más capacitadas pueden responde a cualquier reto laboral. No podrían ser discriminadas por su formación”.
Promocionar la corresponsabilidad en el hogar para vencer los estereotipos de género, dice Nubia Ospina. “La mujer tiene que trabajar, arreglar la casa, ver del almuerzo y cuidar los niños. Así no puede seguir siendo”, se queja, la empleada de un almacén de cadena, que trabaja de lunes a sábado.
Su amiga, Leticia Linares la apoya diciendo que se debe compatibilizar el cuidado de niños y adultos mayores con el desarrollo de una carrera profesional.
“No puede ser que a las mujeres se nos encierre en la casa cuando tenemos capacidad y necesidad de oportunidades laborales y empresariales”, señaló.
Beatriz Iriarte, estudiante de derecho de la ‘Antonio Nariño’, destacó que no se debe hablar sólo de una cuestión de justicia, si no de crecimiento económico, productividad y bienestar para toda la sociedad, siendo la mujer pilar de la comunidad.
Y propuso se ordene a los diferentes ministerios incluir programas que garanticen la inclusión y la generación de empleo para las colombianas, en especial, mujeres rurales y madres cabeza de familia, dado que han sufrido el mayor impacto por cuenta de la pandemia del Covid.
Catalina Gómez, estudiante, de 22 años, dirigente juvenil de su barrio La Rioja, manifestó que “tenemos que contrarrestar el aumento del desempleo y de la pobreza en las mujeres, con medidas mucho más efectivas de política pública, sobre todo, con recursos, pero se necesita presupuesto, acciones más contundentes, y realizaciones.
Y agregó que “hace años las mujeres esperamos tener el suficiente y real apoyo financiero, asistencia técnica, capacitación, apoyo en la comercialización para que puedan tener empresas que puedan generar empleos formales en el sector rural y también en el sector urbano”.
Mi pedido sería incluir un programa que permita el acompañamiento hacia la formalización y financiación para promover el emprendimiento de mujeres, respondió Lorena Cuéllar, vendedora estacionaria de artesanías en la carrera Quinta.
Y se quejó de que “el salario de las mujeres trabajadoras es generalmente más bajo que el de los hombres en todos los países y para todos los niveles de educación y grupos, esa es una de las razones de nuestros problemas en los hogares”.
En resumen, a medida que los gobiernos van dando forma a políticas para lidiar con las repercusiones de la crisis global de la pandemia, es urgente que pongamos a las mujeres trabajadoras en igualdad de condiciones que los hombres trabajadores.