DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
Las soluciones que los expertos proponen para reducir el uso de este material en la vida diaria.
¿Es posible vivir en un mundo sin plástico? La creciente necesidad de reducir el consumo de este material en la vida diaria invita a reflexionar sobre qué acciones implementar para lograr el objetivo.
Precisamente, encontrar salidas al problema del consumo y la eliminación del plástico y animar a la sociedad a reducir su uso, es lo que inspira a movimientos medioambientalistas nacionales e internacionales. Estos son los consejos que ofrecen:
Consejo 1: Infórmate sobre el tema
Hay una razón por la que este material está en todas partes y se hizo tan popular: su funcionalidad. «El plástico vino a revolucionar la industria. Es un material estéril, barato y resistente, por lo que es muy útil», explica Catalina Velasco, bióloga marina chilena y exploradora de National Geographic.
«El problema no es el material en sí, sino la relación que tenemos con él», continúa. Para la exploradora, el plástico se utiliza de forma desechable sin pensar en lo que ocurre con este material después de su uso.
Conocer el impacto del plástico en el medio ambiente y en la salud de los seres vivos es, según Velasco, uno de los primeros pasos para alcanzar el objetivo. «Si no lo entendemos como un problema, no tenemos forma de encontrar una solución. Informarse sobre la cantidad de material que acaba en el medio ambiente y el daño que causa es esencial para motivar la reducción de su consumo».
Consejo 2: Elimina un plástico a la vez
Para la exploradora chilena, el segundo consejo se resume en el lema «un plástico a la vez». «Cuando comprendemos que estamos rodeados de plástico, es fácil caer en la desesperación y pensar que será imposible eliminarlo de nuestras vidas. Por eso es importante empezar poco a poco, un paso a la vez», sugiere.
Según profundiza Velasco, reducir la compra y el uso de productos de plástico es un largo camino que requiere cambios de hábitos y de mentalidad, que no se producen de la noche a la mañana. «Elige un producto que quieras eliminar y empieza por él, ya sean botellas, bolsas o cubiertos desechables. Cuando te acostumbres y se convierta en un hábito, da el siguiente paso”.
Consejo 3: ¡Cuidado con los embalajes en exceso!
El biólogo marino Christian Lagger, sugiere iniciar un proceso de “desplastificación” identificando dónde se encuentran la mayoría de los plásticos cotidianos.
“Los encontramos en nuestros carritos de compras, en las bolsas de basura, en los alimentos que consumimos. Está en todas partes”, advierte el experto, quien enfatiza: “Lo peor para el medio ambiente es el plástico que se desecha después de un solo uso y que incluye la mayoría de los envases y productos que consumimos”.
Consejo 4: Elige envases que no sean de plástico
Lagger recomiendan buscar otro tipo de envases para reducir el consumo diario en áreas como alimentos, higiene personal y limpieza. Aconseja, por ejemplo, comprar frutas y verduras frescas, sin que estén envueltas en envases de plástico, utilizar filtros de agua en lugar de comprar botellas de PET y buscar otros medios de conservación de los alimentos, como el vidrio, el metal y hasta el papel cera de abeja.
Otra acción que puede implementarse fácilmente, es optar por materiales alternativos para los productos de higiene, como los cepillos de dientes de bambú y los colectores menstruales de silicona, que son reutilizables.
Consejo 5: Repensar el uso de productos biodegradables
Lagger indica que las etiquetas de productos biodegradables pueden detallar algunos materiales que son tan perjudiciales para el medio ambiente como el plástico. Por ejemplo, las bolsas de plástico biodegradables no son un buen sustituto de las convencionales. «Hay estudios que demuestran que este material puede tener el mismo impacto nocivo que el plástico. Esto es porque lo biodegradable degrada los entornos y genera microplásticos», explica.