El estratega les dio espaldarazo a los veteranos, pero en la complementaria los jóvenes le demostraron que muchos están en mejor nivel que los históricos. James retornó en medio de cuestionamientos, pero mostró que puede recuperar su nivel. La próxima presentación de la Selección Colombia bajo la orientación de Néstor Lorenzo será mañana martes ante México en una nueva fecha FIFA.
El estreno del argentino, Néstor Lorenzo, en la Selección Colombia con una victoria 4-1 contra Guatemala, una selección menor en la CONCACAF y que no está ni entre las 100 mejores del mundo, hay que tomarlo con beneficio de inventario.
Ganar siempre será bueno, pero tener en cuenta el rival y su verdadera exigencia ayuda a entender que aún no es hora de exagerar, ni del lado del aficionado ni tampoco del cuerpo técnico, pues se trata apenas de un examen que tuvo pocas novedades, pero que se volvió un recital, no cuando estuvo la ‘vieja guardia’, sino cuando hizo su ingreso la renovación.
Análisis de la presentación
Muchas han sido las críticas a Lorenzo, por llamar en la convocatoria a varios de los jugadores que fueron responsables de la eliminación del Mundial de Catar, pero que también tenían experiencia mundialista (en Rusia 2018) y conocimiento.
Algunos de los llamados históricos respondieron entre ellos; James fue una de las figuras con su gol y su buen primer tiempo; Cuadrado dio una asistencia; Johan Mojica acabó siendo clave en el remate del juego; Jefferson Lerma fue la figura de la cancha y probó que puede dar más salida contra esta clase de rivales que el propio Barrios.
El director técnico, también mostró conocer a los colombianos y se quedó con la tranquilidad de que tocó al equipo cuando y como era: Durán por Falcao estuvieron dos veces a punto de estrenarse con gol; Sinisterra por Cuadrado y fue el autor del segundo tanto; Carrascal por James y dio la asistencia para el cuarto; Borré por Luis Díaz y marcó el tercero; Yaser Asprilla por Uribe y redondeó el 4-1. Solo Medina por Muñoz no fue un cambio que subiera al marcador.
Uno de los hechos significativos más que el resultado ante Guatemala fue la reivindicación de James: lo suyo ha sido tema de debate constante, cuando juega y cuando no. Esta vez no solo jugó, sino que anotó, más allá de que la pelota le rozara la mano y el juez no se percatara.
Fue el mejor de Colombia en el primer tiempo y siempre que tocó la pelota pasó algo bueno en el equipo. Además, aún sin competencia, aguantó 60 minutos en el campo y, salvo algunos momentos de caminata, estuvo a la altura de la exigencia. Fue, sin duda, una noche que se merecía.
Por mejorar
No se pondrá nunca en tela de juicio la importancia histórica de Falcao, su peso en el equipo, el tejido humano que ayuda a construir dentro y fuera del campo, como dijo el DT. Pero es claro que su nivel no está como antes y jóvenes como Durán o el propio Asprilla lo dejan expuesto. Tuvo un par de aproximaciones en el primer tiempo y para el segundo no salió al campo. Apenas si tiene minutos en Liga de España y se entiende por qué. Solo su disciplina y entrega pueden devolverle su nivel, pero a los 36 años todo cuesta más.
Otro que no se encontró con su fútbol y del que se espera un liderazgo, fue Luis Díaz. El hombre de Liverpool no necesita hacer mucho más en Colombia para probar que es el mejor de todos los 26 convocados en la actualidad. Pero siguió desconectado, por momentos confundido sobre su rol y su ubicación en el campo; la dificultad para asociarse con sus compañeros sigue pesando como en la eliminatoria y, aún con viejos socios o con nuevos como Sinisterra o Carrascal, todavía no se consolida como centro del equipo.
En conclusión, según algunos analista se ha podio aprovechar mejor el compromiso ante Guatemala, invirtiendo el orden de la titular y las responsabilidades, comenzando con los jóvenes y a medida que avanzara el compromiso alternar con los llamados veteranos.
Aunque jugaron muchos y se les dio oportunidad a los veteranos, pero también a los más jóvenes, quedó la sensación de que contra un rival tan débil pudieron hacerse más pruebas, darles más responsabilidad a los más chicos desde el arranque y tal vez invertir los tiempos con los veteranos para verlos más en acción con el peso de la camiseta amarilla. Lo bueno es que los que estuvieron le cumplieron. Ahora falta que el DT también corra un riesgo más con ellos.
Finalmente, no fue de buen recibo, la celebración de James Rodríguez. Puede que, como ser humano que es, ya se sienta un poco harto de tantos ataques de sus propios compatriotas, pero las señales de ‘A mí no’ y la actitud medio desafiante a la tribuna, que era como un mensaje a toda la masa de críticos que suele tener, en realidad sobraba. El que lo entendió pronto fue Falcao, que quiso cortar con ese show. La gente, en un acto de nobleza, lo despidió con aplausos.
Ahora este martes llega una prueba más contundente ante México una selección de mejor nivel y clasificada al Mundial de Qatar.
