Las mujeres que van en contra de las normas iraníes recibirán mensajes de advertencia de las cámaras.
Para identificar y castigar a las mujeres que desobedecen el estricto código de vestimenta de la República Islámica, la policía iraní anunció el sábado que tiene la intención de instalar «cámaras inteligentes».
La policía utilizará «dispositivos inteligentes y cámaras colocadas en lugares públicos y en las carreteras para identificar a las personas que violen las reglas», indicó la institución en un comunicado.
Al informarles de las repercusiones legales de la reincidencia en este delito, las autoridades podrán enviar «las pruebas y mensajes de advertencia a los transgresores de la ley del hiyab», o velo islámico, agregó.
Desde el comienzo de la ola de protestas provocada por la muerte, en septiembre, de Mahsa Amini, una mujer kurdo-iraní de 22 años, tras ser detenida por presuntamente desobedecer la norma, un número creciente de iraníes cuestiona la exigencia. que las mujeres usen pañuelos en la cabeza.
Poco después del éxito de la Revolución Islámica de 1979, el velo se hizo obligatorio. Las protestas que siguieron a la muerte de Amini resultaron en el arresto de miles, la ejecución de cuatro manifestantes, uno de ellos a plena luz del día, y la muerte de unas 500 personas debido a la represión estatal. Con los llamados a imponer el hijab por parte del clero y los conservadores, las tensiones sobre su no uso, que ha sido un requisito nacional desde 1983, han aumentado recientemente.
Los Ministerios de Educación y Salud declararon el lunes que no permitirán que los estudiantes se matriculen en universidades e instituciones si no usan velo. El gobierno también está cerrando establecimientos en todo el país que atienden a mujeres descubiertas.
Además, están los «vigilantes» que toman cartas en el asunto y agreden a las mujeres que llevan la cabeza descubierta. En un video se ve a un hombre arrojando yogur sobre la cabeza de dos mujeres a fines de marzo porque no se cubren la cara. Varias niñas fueron envenenadas en numerosos colegios iraníes este pasado sábado, según informan los medios iraníes, que se estremecen desde hace más de cuatro meses por misteriosos envenenamientos de estudiantes.
Desde finales de noviembre, numerosas escuelas, en su mayoría escuelas de niñas, se han visto afectadas por intoxicaciones repentinas provocadas por gases o sustancias tóxicas, lo que les ha provocado molestias y desmayos. Había algunos estudiantes que necesitaban ser admitidos.
El vicepresidente de la Comisión Nacional de Investigación, Hamidreza Kazemi, fue citado el viernes por la televisión estatal diciendo que el informe final de la organización se publicará «dentro de dos semanas». Según un funcionario local citado por la agencia de noticias Iribnews, al menos «60 estudiantes fueron envenenadas (el sábado) en una escuela de niñas en Haftkel», en el suroeste de la provincia de Jozestán.
Según la misma fuente, otras alumnas también se emborracharon en «cinco escuelas de Ardabil, en el noroeste», donde presentaban «síntomas de ansiedad, dificultad para respirar y dolor de cabeza.».
La agencia Ilna informó que «un número indeterminado» de estudiantes de primaria en Urmia, la ciudad que sirve como capital de la provincia occidental (noroeste) de Azerbaiyán, también se vieron afectados «después de una proyección de gas», pero no proporcionó más información.
Según un recuento oficial del 7 de marzo, «más de 5.000 estudiantes» habrían resultado intoxicados en más de 230 establecimientos repartidos en 25 de las 31 provincias del país. Tras el anuncio de 100 detenciones a principios de marzo, los envenenamientos habían cesado, pero tres semanas después se habían reanudado.
El ayatolá Ali Khamenei, el líder supremo de Irán, había exigido «severas penas», como la pena de muerte, contra quienes rendirían cuentas por estos envenenamientos el 6 de marzo.
