DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
El atún es uno de los pescados más demandados y baratos que requieren de una gestión sostenible, mediante la gobernanza internacional, que logre revertir la sobreexplotación que, en algunas zonas del planeta, ha llevado a las poblaciones de atún a una situación «dramática».
Así lo explican varios expertos que, en el Día Mundial del Atún, inciden en la urgencia de conservar el atún, uno de los grupos de especies pesqueras «más importantes del mundo», del que 7 u 8 especies tienen un gran valor económico, y suponen una «materia prima valiosa en el mercado», señala Raúl García, coordinador de pesquerías de WWF España.
Su situación poblacional depende del lugar y de la especie: por ejemplo, el atún rojo se encuentra en una «situación dramática» a nivel mundial pero no así en el Mediterráneo y en el Atlántico oriental, donde tras estar en peligro de extinción, en los últimos años «se ha logrado recuperar».
El atún claro, otra especie de la familia que habita en aguas tropicales, está «relativamente bajo control», pero García apunta que la tendencia «no es positiva» dado el aumento de la sobreexplotación en esos ecosistemas tropicales.
«Hay mucha demanda del atún, es un producto barato y eso ha abierto muchos mercados», argumenta el experto, a quien preocupa sobre todo la «gobernanza internacional» para atajar este desafío global. Pese a ello, alega que «estamos a tiempo de reaccionar» y, como sociedad, de asumir que «el atún no es solo comida, juega un papel fundamental en los ecosistemas».
También Laura Rodríguez, directora de la ONG internacional ‘Marine Stewardship Council (MSC) España y Portugal’, considera la gestión sostenible de estas especies como uno de los «grandes retos» para la cooperación multilateral.
Como son especies migratorias, «se distribuyen en diferentes océanos y viajan grandes distancias», lo que hace que «muchos países se tengan que poner de acuerdo para tomar decisiones sobre cuánto pescar, en qué temporadas y con qué limitaciones», recalca.
En este sentido, Rodríguez juzga que «se está fallando» porque «no se toman las decisiones de gestión necesarias» a nivel internacional para asegurar las poblaciones de atún a largo plazo.
Y su gestión no es solo fundamental para la supervivencia de los atunes, aclara esta experta, sino también por la afección que su declive poblacional puede tener sobre las especies con las que interactúan, como el tiburón o la mantarraya.
“Las interacciones -de la pesca- deben estar lo más controladas y minimizadas posible para no poner en peligro a otras especies”, dice Rodríguez.
En este contexto, la especialista defiende que desde MSC llevan dos décadas trabajando para «acabar con la sobreexplotación y fomentar la pesca sostenible en el mundo», motivo por el que han desarrollado un «sello azul» de pesca sostenible.
Según Rodríguez, de las cinco millones de toneladas que se capturan cada año a nivel mundial, un 39 % lo hace bajo su certificado de sostenibilidad, mientras que otro 18 % está en evaluación para obtener el sello.
Se trata de una certificación en la que «la flota española está liderando» a nivel europeo, insiste la directora de MSC, quien destaca que España es una «gran potencia del atún», pues tiene «una industria muy destacada y somos además grandes consumidores».
Así, en este país se consumen anualmente 2,4 kilogramos per cápita de conserva de atún, pero Rodríguez lamenta que «solo un 2 % lleva el sello azul», según estima MSC, por lo que reivindica que los consumidores «consulten las etiquetas y se interesen por lo que están comprando, para que así los barcos y empresas se motiven a pescar de manera sostenible». EFEVerde