DIARIO DEL HUILA, ENTREVISTA
Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Estoy en una campaña presidencial. Tengo la experiencia y la formación. Soy una persona que puede resolver las crisis que tiene Colombia en este momento. No llegaría allá a aprender, llegaría a resolver. Sigo en mi tarea.
Diario del Huila tuvo la oportunidad de dialogar sobre diversos temas de la vida nacional, con Mauricio Cárdenas Santamaría, precandidato presidencial, aprovechando su visita a esta ciudad con motivo del acto de lanzamiento de su libro ‘Cómo avanza Colombia, una Nación en busca de progreso’, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Surcolombiana. Ministro de Hacienda y Crédito Público de Colombia, en el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón, miembro del Partido Conservador y hoy aspira a participar en las próximas justas electorales para la Presidencia de la República.
¿Cómo avanza Colombia, una nación en busca de progreso?
Colombia ha avanzado y no nos podemos olvidar de lo que hemos logrado, porque en una crisis tan fuerte como en la que estamos hoy en día, la sociedad caer en un pesimismo de que todo está perdido, que hay que patear la mesa, y es aquí cuando los países terminan yéndose por la vía de los caudillos populistas. Mi libro es como una vacuna, como un antídoto para que no se contagie el populismo que es tan grave como el Covid.
Usted fue ministro de Hacienda y uno de los temas que le criticaban a su gestión, fue la implementación permanente de reformas tributarias, ¿Cómo ve el futuro de las finanzas públicas nacionales para sanearlas?
El gran problema es que el próximo presidente va a encontrar una situación fiscal, de una gravedad tremenda, porque el país está financiando un gasto muy grande por cuenta de la deuda. El gasto público ha crecido un 50%, del 2018 hasta la fecha. Yo le pregunto a cualquier colombiano, si sus gastos han aumentado un 50%, a cualquier empresario su presupuesto ha aumentado un 50%, eso es lo que le ha pasado al gobierno nacional, que ha aumentado su gasto en un 50%, sin más ingresos, sabiendo que han caído. Esto es insostenible. Pero este gobierno parece que quiere ignorar el problema que está gastando más, para que más bien sea el próximo gobierno el que resuelva esa situación. Entonces, aquí se va a necesitar un mago para hacer la llamada cuadratura del círculo, porque el país va a tener que bajar el gasto público, y conseguir más ingresos. ¿Cómo hacer ésto y cómo lograrlo? Ese va a ser el reto del próximo gobierno.
Hay un tema que las regiones lo viven y lo padecen, es el aumento de la centralización, ¿cómo visualiza este panorama?
La Constitución de 1991 buscó apoyar la descentralización, pero 10 años después se nos olvidó eso. El país volvió al siglo XIX, al centralismo. Ahora cualquier trámite, para invertir recursos de regalías o de lo que le corresponde a los departamentos y municipios, porque por Constitución tienen una participación en los ingresos de la nación, para cualquier trámite de gasto vayan a Bogotá. Lo que más me preocupa son los tramitadores. Se ha generado una clase negociante, que supuestamente para ayudarle a los alcaldes y gobernadores a sacar adelante sus iniciativas, pero obviamente con la base en la corrupción. Cuando deben entrar a la oficina del gobierno nacional, tienen que apoyarse de estos tramitadores; las cosas están muy mal. El país tiene que acelerar la descentralización, retomar la agenda de la Constitución del 91, pero parece que se nos hubiera olvidado.
En temas de infraestructura, que es uno de los pilares para fortalecer la competitividad nacional, en el Huila, tenemos un atraso en la ruta 45 de más de seis años y otras grandes obras y vemos al gobierno nacional, invirtiendo en otras regiones ¿Como lo visualiza?
El departamento que ha pagado los platos rotos de la corrupción generada en Bogotá, es el Huila. La corrupción fue la que impidió que se pudiera desarrollar el proyecto de Neiva a Mocoa y que se hubiera parado 6 años. Y solo ahora se ve cierta luz para la salida del túnel. La corrupción donde está involucrada la firma ICM, en el contrato de Centros Poblados, como efecto colateral, tiene paradas las obras de Isnos-Paletará-Popayán y la vía que va de Altamira a Florencia. Más de 300 mil millones de pesos que estaría necesitando el departamento en inversión, empleo, se encuentran suspendidos por la corrupción del centralismo bogotano. Me pregunto ¿Por qué el Huila, va a pagar los platos rotos? Yo le pregunto al gobierno nacional, ¿Cómo van a sustituir los contratistas en dichos proyectos como pasó con Solarte?
¿Cómo podemos fortalecer la competitividad en el país?
Necesitamos mejorar la capacitación de nuestros jóvenes. Muchos terminan la educación media, y no continúan. Necesitamos formar más técnicos y tecnólogos, técnicos agropecuarios, técnicos en producción de alimentos, técnico en apoyo al turismo, técnicas en áreas relacionadas con la economía verde, el país se encuentra muy atrasado en formación técnica y tecnológica. El otro tema es que la competitividad viene de la mano con ser más productivo. En Colombia cada día estamos gastando más y haciendo menos; debemos hacer todo lo contrario, gastar menos y producir más. Vamos a hacer una obra y cuesta mucho más ahora que en el pasado, debemos hacerla con menos recursos. Eso es productividad.
Hablemos de un flagelo que está permeando todas las esferas del Estado: la corrupción. ¿Cómo podemos combatirla?
La gente está hastiada. El Estado ha perdido legitimidad. La política ha perdido toda credibilidad y por eso hay sectores que quieren dar un bandazo y sacudir ésto. Es cuando aparecen estos caudillos, cuando los países están en crisis, la gente no confía. Esa es la gran preocupación. Tenemos que buscar un nuevo marco mental, una nueva forma de hacer las cosas sino el sistema político se va a derrumbar. Mi propuesta: todo contrato en línea, oficinas públicas con cámaras donde se vea, exactamente lo que está pasando en cada minuto y que la ciudadanía pueda verificar. Así como hay cámaras para cuidar a los bebés, tenemos que cuidar los recursos públicos, vigilando todo lo que están haciendo los funcionarios públicos. Todos los funcionarios deben reportar con quién se reunió y cuál fue el tema que se trató. Por último, los recursos del orden nacional, para la inversión regional, deben pasar a través de audiencias públicas, donde antes de firmar los convenios, antes de hacer esos contratos, la ciudadanía ha tenido la oportunidad de verlos.
A seis meses de las elecciones presidenciales, hablemos de Petro, ¿Cuál es su mirada al respecto?
Si el centro no se une, Petro puede ganar. Si la opción es la extrema derecha versus la extrema izquierda, gana la extrema izquierda, porque la derecha está desgastada, por la impopularidad del gobierno. Entonces hay que unir y crecer al centro; ahora todos quieren estar en el centro, pero hay demasiada vanidad, y hay pocos liderazgos. Hay que construir ese centro.
Existe actualmente un candidato que está teniendo un liderazgo en las redes sociales y está creciendo en los sondeos de opinión: Rodolfo Hernández ¿Qué opinión le merece?
Representa un descontento, trata de captar el malestar haciendo la política del antipolítico, mostrándose como alguien que está ajeno y fuera del sistema, pero no lo es, porque ya fue alcalde Bucaramanga. No es el antisistema y creo que encaja un poco en esta visión de las sociedades que en medio de las crisis buscan el escape. No estamos hablando de una persona que tenga la formación y la experiencia para dirigir a Colombia. Sería un escapismo.
¿Cómo ve el gobierno del presidente Duque?
Deja al país en una situación fiscal muy frágil. Con el manejo de la pandemia disparó el gasto público a niveles que nunca había tenido el país, un aumento que le corresponderá al nuevo gobierno, deshacer, que debe arrancar con unas medidas que no van a ser de buen recibo, porque es volver a poner la casa en orden. El presidente se ha dedicado a gastar, sabe que el país está quebrado, pero más bien decide emprender viajes, que eso es como la familia que está quebrada, y le propone a sus hijos ir a Disney, a pesar de que está en crisis, que tiene a los bancos respirándole en el cuello, y cuando regresen, sus bienes van a ser rematados.
Hay un problema muy serio y es la deuda externa. ¿Qué mirada tiene usted sobre esta temática?
El país se ha endeudado, pero en parte lo ha hecho el sector privado para hacer inversiones. La deuda externa le resultó al país por un tiempo, muy barata porque las tasas internacionales estaban muy bajas. Muchas empresas y bancos buscaron ese financiamiento internacional. Mientras Colombia siga creciendo en materia de exportaciones, esa deuda externa es pagable.
¿Cómo ve la situación de la educación y la salud en Colombia?
Ningún gobierno ha querido confrontar a Fecode. Le ha tenido miedo. Pero esa falta de audacia para enfrentarlo se ha traducido en que se han enquistado malas prácticas. Los maestros no están siendo evaluados, no hay que tener miedo para enfrentar a Fecode. Si dejamos la política educativa en manos de este sindicato, la calidad de la educación nunca va a mejorar. Necesitamos gobiernos más audaces, con autoridad, sin autoritarismo. El modelo de salud no es malo. Todos tienen acceso a un carné que les da derechos a todos los colombianos, sin gastar plata de su bolsillo, pero el problema es que la calidad del servicio no es la mejor y esa es una tarea del Estado.
¿Cuál es su futuro político?
Estoy en una campaña presidencial. Tengo la experiencia y la formación, soy una persona que puede resolver las crisis que tiene Colombia en este momento. No llegaría allá a aprender, llegaría a resolver. Sigo en mi tarea. El partido Conservador nos dio un portazo, por no decir un escobazo y no dejó siquiera que hubiera competencia. Encuentro cada día más gente convencida de lo que estamos proponiendo. Ese es el camino.