El impacto económico del dólar debería verse reflejado en los precios. El peso ha caído 10,20%, seguido por la moneda argentina que ha perdido 10,17%. El peso colombiano ha descontado todo el revuelo y la protesta social.
DIARIO DEL HUILA, CONTEXTO
Por: Rolando Monje Gómez
La semana que termina el precio del dólar llegó nuevamente a sus niveles máximos del año, tras alcanzar un promedio diario de $3.831,37, lo que representó un aumento de $14,72 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM).
Las razones principales por la cuales se registra una fuerte devaluación del peso colombiano frente al dólar fueron el impacto de la pandemia del covid 19 y de paso la caída de los precios del petróleo, estos factores afectan directamente al economía colombiana respecto a la moneda estadounidense. Además, el crecimiento económico de Estados Unidos va a en subida.
La disparada hizo que el peso colombiano se convirtiera así en la moneda emergente más devaluada durante lo corrido de 2021, completando un descenso de 10,21%, seguido por el peso argentino, con un debilitamiento de 10,17%, la lira turca, con una devaluación de 9,90%; en la cuarta posición está el sol peruano, con una baja de 5,20%; seguido por el real brasileño, con una caída de 4,49%. El peso es la moneda más devaluada a nivel mundial, según datos de Bloomberg.
La jornada del miércoles se convirtió en el cuarto día consecutivo en el que el dólar estuvo al alza ante la incertidumbre fiscal del país, sumada a jornadas de protestas y la renuncia del equipo económico del Gobierno. Arrancando la semana, registró un aumento de $91,23 y, desde que se presentó el proyecto de reforma tributaria, con algunos altibajos, la divisa subió $165,88. El dólar acumula una ganancia de $398,87, en lo que va del año.
El impacto económico del dólar debería verse reflejado en los precios. Sin embargo, no es un valor muy diferente al visto el año pasado, por lo que no es algo que se vaya a sentir en términos de inflación, indicador que tiene otros componentes que van a influir en su ascenso.
En cuanto a las consecuencias y el impacto en materia económica, Campos resaltó que “la misma deuda del Gobierno en dólares, así como la gente con deudas en esta divisa, se van a ver afectadas. Los sectores exportadores están muy a la espera de lo que suceda con el dólar, ya que, si se mantiene fuerte, compensará mucho la pérdida de precios de industrias como la del café, llevando el precio de la carga a un punto históricamente alto”.
El peso colombiano ha descontado todo el revuelo y la protesta social. Las condiciones no son buenas, por lo que aún no se observa una tranquilidad en los mercados. Los inversionistas continúan preocupados, algo que se venía demostrando con las ventas masivas en el mercado de bonos del tesoro colombiano, TES.
Distintos analistas apuntan a que esta situación de malestar social e inestabilidad provocan escenarios de incertidumbre que tienen directa incidencia en los pronósticos económicos y en la confianza de los inversores.
Estos bonos ya se transan como ‘basura’, llamados así para referirse a los títulos de países que no tienen grado de inversión, pese a que Colombia aún lo conserva. Un bono ‘basura’ es determinado como tal por una calificación crediticia que esté por debajo de la barrera BBB (Baa en el caso de Moody’s).
El mercado de bonos de este tipo suele contar con inversionistas especializados, como fondos de inversión, seguros y gestores de patrimonio, que buscan un mayor rendimiento a cambio de asumir un mayor riesgo.
Entre el 30 de abril y el tres de mayo, los TES colombianos aumentaron su tasa en promedio 4,56%. Los TES con vencimiento a mayo de 2022 pasaron de una tasa en 2,13% a 2,30%. Los títulos con vencimiento a julio de 2024 pasaron de 4,36% a 4,67% y los papeles con plazo a noviembre de 2025 pasaron de 5,17% a 5,45%.
En el mercado secundario de deuda pública interna, los referenciados títulos TES con vencimiento en septiembre de 2030 se desvalorizaron a un rendimiento de 7,51%, frente al cierre del lunes de 7,245%.
Colombia está pasando de ser una de las operaciones favoritas de Latinoamérica a la moneda de los mercados emergentes con peor desempeño. Si no se aprueba una reforma fiscal, el banco central puede necesitar subir las tasas de interés a medida que se vende todo lo colombiano. Se está poniendo feo rápidamente y el peso colombiano aún podría ser vulnerable a más presiones.
Finalmente, la situación de Colombia contrasta con la coyuntura mundial. Esto se da en un contexto internacional de menor apetito por dólar, soportado en una estabilización de las tasas de los Tesoros, lo que ha generado que el peso colombiano pierda sincronía con lo que ha sucedido en el mundo con la moneda estadounidense.