DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
Localidades de las provincias chinas de Cantón, Yunnan y Guangxi se encuentran en alerta ante la posibilidad de desastres geológicos por el paso del tifón.
El tifón Ma On arribó ayer a las costas de la ciudad china de Maoming, en la provincia suroriental de Cantón, alrededor de las 10.30 hora local (02.30 GMT), con vientos que alcanzaron los 119 kilómetros por hora y provocando fuertes precipitaciones de hasta 300 milímetros.
El Ma On, el noveno tifón que se forma en la región asiática en lo que va de año, seguirá su trayectoria moviéndose a una velocidad de 25 kilómetros por hora dirección noroeste, llegando a la provincia de Guangxi (sur) avanzada la tarde de este jueves, según la agencia estatal de noticias Xinhua.
Desde el miércoles anterior, varios centros urbanos del sureste de China, entre los que destacan Shenzhen, la ciudad semiautónoma de Hong Kong, y la capital de la isla de Hainan, Haikou, elevaron el nivel de alerta por la llegada del tifón al color amarillo, el segundo de su sistema de alarma de cuatro colores.
Por ello, se suspendieron las clases, detuvieron todos los trabajos realizados al aire libre y se procedió a amarrar todas las embarcaciones en los puertos, prohibiendo a los navíos navegar las aguas circundantes a la zona de influencia de la anteriormente tormenta tropical.
Xu Yinglong, meteorólogo del Observatorio Meteorológico Central, destacó que el tifón Ma On tiene dos características que lo diferencian de los demás fenómenos de la región.
La velocidad de movimiento, que se mantiene “entre 30 y 35 kilómetros por hora”, es el doble de lo normal, y su asimetría difiere del estándar, de forma que “los fuertes vientos se concentran en el lado este de la dirección de su avance y las precipitaciones en el oeste y el sur”.
Debido a la rápida velocidad de movimiento del Ma On, las fuertes lluvias no se darán en un mismo lugar por un espacio prolongado de tiempo, lo que acorta el impacto y las consecuencias del tifón, aunque el centro meteorológico nacional alertó de la necesidad de tomar todas las precauciones posibles.
Con todo, los vientos y la lluvia podrían brindar un alivio muy necesario a las áreas meridionales del gigante asiático, sumidas en una ola de calor y sequía que ha afectado a la red hidroeléctrica nacional de China, dañado los cultivos y provocado incendios forestales.
El Ministerio de Recursos Naturales exigió a los gobiernos locales apresurar las medidas de prevención y alistar los mecanismos de alerta para responder de forma rápida a cualquier emergencia derivada del tifón. Ma-on llegó a China tras su paso por Filipinas donde dejó al menos tres heridos y miles de desplazados. EFE