DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
Efe
Fuentes urbanas sin cloro, y convertidas en puntos abundantes en biodiversidad de flora y fauna, es el logro de un proyecto que se desarrolla en Córdoba por parte del Real Jardín Botánico.
‘Del cloro a la biodiversidad’
La eliminación de ese producto químico, para que sean microorganismos y algas quienes se encarguen de depurar el agua, es la base de una idea que “introduce a la naturaleza en el medio urbano y ayuda a luchar contra el cambio climático”, afirma Mónica López, zoóloga y técnico del Real Jardín.
La idea empieza a aplicarse en 2018 con el nombre ‘Del cloro a la biodiversidad’, para sustituir la limpieza química del agua por el sistema que tan buen resultado logra en el medio natural.
Se extrajo de un cauce un tipo de alga llamada ova, que oxigena el agua y reduce la expansión de algas unicelulares, que son las que tiñen de verde estas aguas.
Microorganismos
También se han incorporado unos 50 tipos de microorganismos, como cladóceros, rotíferos, copépodos y un crustáceo acuático de aguas dulces.
Este hábitat inhabitual ha provocado la aparición de la libélula emperador, la mayor de Europa, y otra especie originaria de África.
También viven la rana común, el gallipato y la culebra de agua, Natrix maura.
Mónica López señala que “es espectacular ver a las culebras cazando ranas, envolviéndolas en lo alto de los nenúfares tipo anaconda”.
Respecto a la presencia de mosquitos, la técnica del Botánico indica que es la presa prioritaria o única de gran parte de las especies que viven en ese peculiar ecosistema, sobre todo las libélulas.
Las fuentes que disponen de esta forma de depurar el agua son las de Real Jardín Botánico, que en total suman 30.000 litros; las de la Escuela de Artes y Oficios ‘Dionisio Ortiz’; un colegio de Dos Torres, el Zoobotánico cordobés, y el jardín micológico que gestiona la Junta de Andalucía en Priego de Córdoba.
El proceso se inicia con el secado y disposición de un lecho de arena, uno de los pocos pasos que obliga a un gasto.
“El presupuesto es cero prácticamente”, afirma la zoóloga, que dirige un proyecto con unas 60 especies de flora en la colección.
“Este año es el primero en el que se nos reproduce el nenúfar amarillo, que es autóctono; varios juncos se dan estupendamente, y también el poleo”, indica.
‘Del cloro a la biodiversidad’ monta una cadena trófica completa, de los microorganismos a vertebrados, y ya dos revistas científicas revisan sendas publicaciones sobre el desarrollo del proyecto.
La empresa de aguas de Córdoba, Emacsa, gestora también de las fuentes urbanas, se ha interesado por la idea.
“Ya estamos tardando en aplicar este sistema”, afirma López, “en lugar de gastar agua y productos químicos sin que eso solucione que el agua se ponga verde por las algas”.
Divulgación en las aulas
La idea lleva aparejado un programa de divulgación entre los colegios.
Los niños ‘tocan’ la naturaleza y hacen ciencia en las fuentes del Botánico, comprobando con sus manos y a través de binoculares la vida que una simple fuente pude albergar.
Un microcosmos que reproduce a pequeña escala claves de cualquier gran ecosistema. Y dentro de la ciudad.