DIARIO DEL HUILA, CIUDAD
Por: Hernán Galindo
Se elevan y surcan el cielo, las hay de diferentes colores, formas y tamaños, la tradición dice que hacen su aparición en agosto, el mes de los vientos y de las cometas. Diario del Huila les trae un poco de esta tradición que para algunos es ya un deporte.
Las cometas nacieron en la antigua China. … Los movimientos y los colores de las cometas indicaban una serie de mensajes mediante los que se comunicaban en la distancia distintos destacamentos militares. En Europa en el siglo XII los niños ya jugaban con cometas a las que añadían cuerdas para hacerlas volar.
Con la llegada del mes de agosto y de los vientos que tradicionalmente se viven con ímpetu por estos días, muchos aprovechan para salir en familia y tomar un poco de aire puro. Este año la disculpa ideal después del encierro obligado por la pandemia con la reapertura social y económica que se está dando paulatinamente, son varias las familias que tienen en la cometa un elemento ideal para congregarse y recuperar tiempo perdido y dejado de compartir.
“El año pasado no pudimos salir por el confinamiento al que nos vimos obligados y nos tocó ver las cometas por televisión o en las redes. Este año a Dios gracias con las medidas y la baja de la incidencia del Covid, podemos hacer actividades al aire libre. Aprovechamos y en familia nos vamos a un lugar abierto a elevar cometa. Usted viera la cara de alegría de todos en especial de los niños, sostiene Carlos Álvarez, un padre de familia.
“Es un juego tradicional, pero también se realizan competiciones de cometas en las que concurren principalmente adultos; desde 1980 se hacen concursos a la antigua usanza en los que intervienen cientos de participantes. Es muy común verlas en manos de niños, ya que principalmente fueron creadas para ellos” aporta José Mantilla un licenciado en educación física de la Surcolombiana que ha participado en festivales de cometa como el tradicional de Villa de Leyva.
Agosto el mes de los vientos y de las cometas
Padres e hijos siguiendo el hábito heredado de la cultura china, tienen como rito elaborar o comprar una cometa, salir de día de campo y divertirse viendo como toma altura y se funden con el cielo.
Este año, la temporada de vientos se adelantó y julio acaparó las corrientes más propicias para elevar cometas. La causa, el impacto de la variabilidad climática en la atmósfera.
Ante este hecho, los interrogantes saltan a escena son cómo se originan los vientos y si en agosto se podrán elevar cometas.
Los vientos se originan por cambios en la presión atmosférica, tales como el calentamiento y la radiación que hacen que haya más presión en una región u otra.
Cristian Uzcátegui, de pronósticos y alertas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), señala que cuando hay más presión los vientos son más fuertes y la época del año donde es más intenso ese fenómeno es agosto.
“En Colombia, en el octavo mes del año, se siente con intensidad la presión de los vientos del hemisferio sur, conocidos como alisios. Sin embargo, este año se adelantaron. Desde hace cinco años se ha venido notando un cambio en el patrón de los vientos, que cada vez son más notorios en julio. En agosto se pueden elevar cometas, pero los vientos no serán tan fuertes”, señala.
Las zonas del país donde son más fuertes los vientos este año son la región Andina, el Eje Cafetero, el Altiplano Cundiboyacense y el Valle.
Volviendo a Neiva y sus habitantes, nos comenta ahora Jairo Pérez, un joven de unos 23 años que se dedica a vender cometas en los alrededores del estadio Guillermo Plazas Alcid o en el malecón del río Magdalena.
“Este año, gracias a Dios pudimos volver con mis hermanos salir a vender cometas con lo que aportamos a la economía familiar. Mi papá es obrero de construcción y lo que gana no alcanza, por lo que nos toca rebuscarnos. Desde hace unos seis años nos dedicamos a vender cometas entre julio y septiembre, dice. Las cometas se las comparamos al paisa que las trae de Bogotá o Medellín y nos la deja a buen precio al por mayor”, añade.
La historia de las cometas
La historia reseña que estos objetos voladores surgieron 1200 años antes de Cristo en China y servían como dispositivo de señalización militar. Los colores y movimientos de las cometas transmitían mensajes en clave entre los soldados.
En el continente europeo se tienen registros del Siglo XII. Curiosamente para esa época se empezaron a añadir elementos como sonajeros para hacerlas más atractivas.
Otro de los usos que se le dio en la antigüedad fue el de servir de señuelo para estudiar los rayos y a partir de ahí el inventor estadounidense Benjamín Franklin creó el pararrayos.
Con el paso del tiempo la tradición se extendió por todas las culturas del mundo y en la mayoría de países se cumplen festivales en los que se compiten por la que más altura agarre, la más grande o como en Chile, por la que resista más a los embates del clima y el viento.
Cuidados especiales
Al salir a volar cometas se debe tener una serie de cuidados especiales por salir en familia y tener la presencia de menores de edad. Recogemos unas recomendaciones que da a conocer la electrificadora del Huila a sus usuarios para vivir esta experiencia con seguridad, tranquilidad y alegría.
Comparte estas recomendaciones para realizar esta práctica de manera segura y cuidar tu vida:
Vuelas tus cometas lejos de las redes eléctricas.
No eleves tu cometa cuando esté lloviendo o lloviznando.
Nunca uses varillas o palos metálicos para bajar las cometas de una red eléctrica.
No utilices cuerda de más de 100 metros, esto dificultará el control de la cometa.
Al volar tu cometa nunca corras de espalda.
Nunca utilices material metálico para fabricar o elevar cometas.
Las terrazas y los patios no son zonas adecuadas para volar cometas.
Si ves cometas enredadas en los cables de la energía, por ningún motivo intentes bajarlas.
Si vas a volar cometas, siempre hazlo acompañado de un adulto responsable.
Vuela tu cometa en un lugar amplio. No en las calles del barrio.
Si ves a alguien elevando cometas cerca de las redes, adviértele que es peligroso.