Durante seis semanas el buque Argo será el hogar de los más de 20 científicos y expedicionarios que recorrerán aguas colombianas con el fin de crear nuevas áreas marinas protegidas. También se producirá un documental de NatGeo para mostrar la biodiversidad marina de Colombia.
Hace casi un año, científicos convocados por Pristine Seas, evidenciaron un proyecto que busca proteger los últimos lugares prístinos del océano y que ha ayudado a la creación de 25 reservas marinas, equivalentes a 6.5 millones de kilómetros cuadrados protegidos, publicaron en la revista Nature uno de los estudios más completos sobre el estado de los océanos en el planeta y las áreas más importantes para su conservación. Entre esos lugares fundamentales para recuperar y proteger los océanos estaban las aguas de Colombia.
Actualmente, navega por nuestros mares una expedición científica sin precedentes, que busca explorar y estudiar las aguas colombianas, tanto en el Océano pacífico, como en el mar Caribe para la creación de nuevas Áreas Marinas Protegidas. La expedición busca proteger 160.000 kilómetros adicionales de superficie oceánica para conservar el 30% de los mares del país para 2022. “Nuestra investigación se centrará en llenar los vacíos de conocimiento y abordar las necesidades de las comunidades locales”, aseguró Enric Sala, explorador residente de Natgeo y director del programa Pristine Seas.
Además del equipo de Pristine Seas de National Geographic, en la expedición participan varias científicas y científicos colombianos con el apoyo del ministerio de Ambiente, la Comisión Colombiana del Océano, Parques Nacionales Naturales, Fundación Malpelo, Fundación Colombia Azul, la Universidad Militar, Universidad Nacional, Universidad Pontificia Bolivariana, Universidad Jorge Tadeo, entre otras entidades.
El equipo de Natgeo Pristine Seas, en el que participa el científico de datos marinos colombiano, Juan Mayorga, cuenta con cámaras remotas que permiten estudiar los animales que viven en mar abierto. También, con un submarino tripulado que llega hasta los 450 metros de profundidad y cámaras que alcanzan los 6.000 metros de profundidad.
En efecto, han encontrado una riqueza de biodiversidad enorme, no solo de corales de profundidad, sino también de especies importantes como quimeras y tiburones. Estos datos, junto a los entregados por el resto de investigadores, esperan ser usados en la creación de nuevas áreas marinas protegidas.
La primera parte de la expedición, que zarpó el pasado 1 de marzo, culmina hoy, pues durante 15 días las y los expedicionarios recorrieron las aguas colombianas cercanas a Malpelo, que hacen parte del corredor marino llamado Pacífico Este Tropical. Allí conocieron y visitaron varias cordilleras y montes submarinos que fueron el resultado de la fusión de las placas tectónicas en el fondo oceánico.
Asimismo, este martes inicia la segunda parte de la expedición en el corazón del Chocó, el Golfo de Tribugá. Un lugar con impresionante variedad de ecosistemas marinos, bosques de manglares, arrecifes rocosos, montes submarinos y aguas productivas. Posteriormente, y una vez culminada la segunda parte de la expedición en las aguas chocoanas, la expedición irá hasta otros de los arrecifes más remotos de la región, en la Reserva de la Biosfera Seaflower, sobre el Archipiélago de San Andrés y Providencia, en el mar Caribe.