Las repercusiones de poner fin a las relaciones con Israel podrían ser significativas, y se encuentra un consenso entre los expertos en la necesidad de distinguir entre las cuestiones políticas y diplomáticas y la relación comercial que existe entre ambas naciones.
Diario del Huila, Contexto
El 7 de octubre, Israel amaneció bajo un intenso ataque perpetrado por el grupo islamista que controla Gaza, Hamás. Bautizado como «Tormenta de al-Aqsa,» el asalto fue llevado a cabo por tierra, mar y aire, dejando tras de sí una estela de destrucción y más de 1,300 personas fallecidas, además de al menos 150 individuos presuntamente secuestrados por Hamás.
En medio de este conflicto, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha estado activamente compartiendo su opinión en su red social favorita, lo que ha generado tensiones diplomáticas significativas.
La semana pasada, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Eli Cohen, y el Subdirector General para América Latina en la cancillería israelí, Embajador Jonathan Peled, convocaron a la embajadora de Colombia en Israel, Margarita Manjarrez, para expresar su descontento por las declaraciones del presidente colombiano.
En respuesta, Israel tomó la drástica decisión de detener las exportaciones de equipos y tecnología de seguridad a Colombia, una medida que pone en riesgo una relación comercial significativa.
Gustavo Petro, en una respuesta igualmente enfática, declaró en su cuenta de redes sociales: «Si hay que suspender relaciones exteriores con Israel, las suspendemos. No apoyamos genocidios.»
Futuro incierto
Las consecuencias de romper relaciones con Israel podrían ser severas, y los expertos coinciden en que es fundamental separar las discusiones políticas y diplomáticas de la relación comercial entre ambos países. El acuerdo de libre comercio entre Colombia e Israel es uno de los más destacados en términos de exportaciones, habiendo experimentado un crecimiento del 290% en 2022 con respecto al año anterior.
José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y de Comercio, destacó que este acuerdo comercial ha mantenido una balanza comercial superavitaria con más de 1,300 millones de dólares en intercambio comercial, con un superávit de más de 900 millones de dólares para Colombia. El acuerdo de libre comercio cuenta con una desgravación arancelaria del 97%, lo que permite a productos agrícolas, de la agroindustria e industriales llegar a Israel con aranceles cercanos a cero.
Este acuerdo ha fomentado la exportación de productos colombianos como café, frutas, flores, carne, lácteos, confites, galletería y bebidas, además de servicios basados en conocimiento. Según Restrepo, esta relación ha sido clave para que Colombia se nutra de innovación, tecnología y recursos necesarios para el desarrollo de la agroindustria y otros sectores económicos.
Mesura
María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, advierte que las relaciones exteriores de Colombia deben representar la posición de todos los colombianos y deben manejarse con mesura, utilizando canales adecuados y considerando las implicaciones para el país, tanto a nivel bilateral como multilateral.
Restrepo subraya que la relación comercial no debe perderse, y enfatiza que Colombia no puede respaldar el terrorismo venga de donde venga, dado que ha sufrido el impacto del terrorismo en su propio suelo. Los expertos enfatizan la necesidad de mantener tanto la relación política como la comercial en consideración, ya que ambas son fundamentales para el país.
¿Qué depara el futuro? En situaciones similares, lo más común es que el embajador del país salga de su cargo, dejando a un encargado de negocios a cargo de la misión diplomática. Sin embargo, la suspensión de relaciones diplomáticas no necesariamente conlleva la suspensión de las relaciones comerciales, como explica Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario. Esto significa que, aunque haya un enfriamiento en el nivel diplomático, las funciones consulares y comerciales podrían mantenerse.
Comercio con Israel
Después de registrar cifras récord en 2022, con un superávit comercial de más de 900 millones de dólares, las relaciones comerciales entre Colombia e Israel han experimentado una disminución considerable, con una caída del 40% en los volúmenes comerciales en 2023. Luis Szapiro, presidente de la Cámara de Comercio Colombo Israelí, señala que estas dos economías han mantenido una relación comercial complementaria.
Las exportaciones desde Colombia hacia Israel han disminuido un 40% en el período de enero a julio de 2023 en comparación con el mismo período del año anterior. Los productos más exportados incluyen carbón, café sin tostar, flores, piezas para aviones y helicópteros, sustancias naturales y productos químicos.
Las importaciones también han registrado una caída significativa, disminuyendo en un 45.9%, con un total de 49.5 millones de dólares en importaciones entre enero y julio de 2023. Los productos que Colombia compra a Israel incluyen instrumentos y aparatos de medicina, insecticidas, hilos y cables, así como artículos y aparatos de ortodoncia y preparaciones de belleza.
Comercio con Palestina
En contraste, Colombia ha fortalecido sus lazos comerciales con Palestina a través de la firma de cuatro acuerdos bilaterales que abarcan cooperación técnica en salud y agricultura, además de la exención de visados, entre otros aspectos. En 2022, las exportaciones desde Colombia hacia Palestina sumaron 393,500 dólares, y en 2023, entre enero y julio, aumentaron un 27%, llegando a 306,855 dólares. Casi el 99.7% de estas exportaciones corresponden a bombones, caramelos y confites, mientras que el 0.3% restante son manufacturas de plástico.
En el ámbito de las importaciones, las cifras para 2023 alcanzaron los 87.6 millones de dólares, principalmente asociados a adhesivos a base de caucho o materias plásticas. Estos datos reflejan una dinámica comercial en crecimiento entre Colombia y Palestina.
El futuro de las exportaciones de café de Colombia a Israel y las relaciones comerciales en general se encuentran en un estado de incertidumbre debido al conflicto reciente. A pesar de las tensiones políticas y diplomáticas, los expertos hacen un llamado a mantener un enfoque equilibrado que permita preservar los beneficios económicos de esta relación comercial mientras se resuelven las cuestiones políticas en juego.