DIARIO DEL HUILA, MEDIO AMBIENTE
Investigadores indican que niveles elevados de miedo pueden revertir la alta productividad que suele asociarse con los sistemas intensivos.
Las gallinas ponedoras criadas en sistemas de jaulas tradicionales viven bajo mayor miedo y estrés, y su respuesta inmunológica se ve reducida en comparación con aquellas criadas en sistemas libres de jaulas y con un ambiente enriquecido. Estas fueron las conclusiones de un reciente estudio publicado por la Escuela de Ciencias Animales de Virginia Tech, en Estados Unidos.
Según el equipo de investigadores, la respuesta de miedo excesivo que generan los sistemas de jaulas convencionales puede llevar a una baja en la producción de huevos, y un aumento en el picoteo de plumas, así como en los índices de heridas que podrían eliminar o revertir las ganancias generalmente atribuidas a los sistemas de alojamiento intensivo, como las jaulas.
“Este estudio reafirma lo que más investigadores han concluido: que los sistemas de jaulas están sometiendo a estos animales a una vida de sufrimiento, miedo y dolor. La ciencia también demuestra que las gallinas tienen altas capacidades cognitivas y emocionales, por lo que la industria del huevo debe elevar sus estándares y abandonar las jaulas”, concluye Karen Andrea Reyes, vocera para Colombia de la organización internacional de protección animal Sinergia Animal.
La vida de las gallinas enjauladas
Las jaulas en batería son la forma más común a nivel mundial de alojar a las gallinas ponedoras para producir huevos. Alrededor del 90% de los animales en la industria del huevo viven en estos sistemas. Para 2018, en Colombia, 70% de aproximadamente 53 millones de gallinas utilizadas para la producción de huevos fueron criadas en jaulas.
“En estas jaulas diminutas y con hacinamiento, las gallinas pasan sus vidas sin posibilidad de realizar la mayoría de sus comportamientos naturales como anidar o abrir sus alas por completo, una falta de movimiento vitalicia que puede resultar en heridas severas como fracturas de huesos consecuentes de osteoporosis”, explica Reyes.
Debido a las controversias en torno a las condiciones de bienestar animal en los sistemas convencionales de jaulas en batería, esta práctica ha sido prohibida en la Unión Europea y algunos estados de Estados Unidos. En América Latina, muchas compañías están siguiendo la tendencia global libre de jaulas y prohibieron o iniciaron su transición hacia el abandono del uso de jaulas en sus cadenas de suministro.
“Grandes compañías están dispuestas a prohibir este sufrimiento de las gallinas en sus cadenas de suministro y transicionar a un sistema libre de jaulas. En Colombia, algunas empresas importantes como Crepes & Waffles, Juan Valdez, Presto y WOK ya han tomado este paso y estamos incentivando a muchas otras a imitarlas”, concluye Reyes.