DIARIO DEL HUILA, PRIMER PLANO
Por: Brayan Smith Sánchez
Respecto a lo sucedido el pasado 7 de agosto en el municipio de Pitalito con el lamentable hecho entre dos hermanos, especialistas del tema llaman a no emitir juicios y a mantener cautela sin antes investigar y determinar las causas vividas en ese momento. Se estima que los seres humanos presentan el mayor nivel de agresividad a los 3 y 4 años de edad, la comunicación y las diferentes medidas respectivas para evitar actos agresivos son fundamentales para el futuro de la niñez.
Debido a lo sucedido el pasado 7 de agosto del presente año en el municipio de Pitalito sur del departamento del Huila donde una niña de tan solo 11 años habría asesinado a su hermano de nueve, de acuerdo con las autoridades la menor le ocasionó una herida con arma blanca a su hermano en el tórax, lo que causó la muerte del pequeño inmediatamente.
Actualmente la menor, quien también fue herida en su brazo está recibiendo atención médica, psicológica y de trabajo social en un centro de salud, además, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) está adelantando el proceso de restablecimiento de derechos y el debido acompañamiento a la familia en dicha tragedia.
La lamentable tragedia presentada días anteriores puso en alerta a las autoridades competentes de infancia y adolescencia en el departamento frente a dichos actos por la menor, según pediatras sostienen que el mayor nivel de agresividad en el ser humano se presenta entre los 3 y 4 años, agregaron de igual forma que el entorno de socialización y convivencia reducen bastante estos actos presentados en los niños, niñas y adolescentes.
Por otro lado, el Pediatra y miembro de la Sociedad de Pediatría Huila, Saúl Vallejo Chávez, manifestó que las entidades de salud deben estudiar la historia de cada individuo, ya que, estos comportamientos dependen bastante del trato y el comportamiento que han tenido estos individuos en su corta vida para así determinar y analizar sus actuaciones.
“En este punto es importante recordar que el mayor nivel de agresividad que se puede presentar en los seres humanos es entre los dos y tres años de vida y este comportamiento tiende a reducir con los procesos de socialización de la familia y de la escuela, generalmente los niños persistentemente agresivos son hasta más o menos los 10 años, y esto puede estar asociado con condiciones de vida difícil, deserción escolar, precocidad en el inicio de la vida sexual como está pasando en nuestros adolescentes, mayor número de parejas, consumo de alcohol, consumo de sustancias psicoactivas que es más frecuente actualmente y dificultad para terminar sus estudios escolares o para graduarse, es importante recordar que existe evidencia que demuestra cómo modificar el nivel de agresividad de niños y niñas sus trayectos de vida generalmente pueden cambiar y aquí es muy importante que como profesionales de la salud, pediatras, psiquiatras infantiles y psicólogos debemos estudiar la historia de vida de cada individuo esto implica conocer los antecedentes familiares históricos o de traumas en la infancia, puede haber negligencia emocional, física, maltrato físico emocional y abuso sexual y es muy importante ver el modelo de creación de niños que tienen frente a los padres su funcionamiento que hay con sus profesores y compañeros de clases eso es muy importante” enfatizo.
Comportamiento del niño influye su entorno
Cabe mencionar que aquí es muy importante no rotular a un niño ni a un adolescente con un diagnóstico psiquiátrico, actualmente por medios de estudios científicos se saben que algunos trazos de psicopatía pueden estar presentes desde la infancia pero sus diagnósticos sólo serán evidenciados en la vida adulta.
Además, según Vallejo Chávez se logra encontrar que existen casos de alteración comportamental que condicionan al individuo con episodios de psicosis en donde este ha cometido actos y está fuera de la realidad y con una percepción del mundo alterada, se evidencia de igual forma que muchos empiezan a escuchar voces de comando que les está incitando a agredir o a violentar a los otros, pueden ver personas u objetos que no existen, en otros casos se torna paranoide sintiéndose perseguidos o en peligro lo que lleva a reaccionar de formas inesperadas y en muchos casos de forma violenta.
Por otro lado, es muy importante recordar algunas señales de alerta que nos pueden hacer pensar en alteraciones mentales en niños y adolescentes como lo es el trastorno de conducta basado en insensibilidad emocional que los lleva a desafiar gravemente a sus padres y cuidadores, tienen una tendencia a exponer a otros niños en situaciones de riesgo y practican actos de crueldad y malos tratos con los animales, dichos actos son señales de alarma muy importantes que están relacionadas con el hábitat, la educación y el trato que reciben estos individuos, hay que precisar que según el Pediatra Saúl Vallejo si vemos que un niño está maltratando a su mascota o a su animal desde una edad muy temprana eso debe alertar y no dejar pasar este acto como muchas veces suele suceder.
Cómo evitar acciones agresivas
Se debe mencionar que los límites desde el hogar y una disciplina positiva por parte de los padres y cuidadores de los niños es fundamental, además, hay que tener presente que estos individuos deben sentirse amados y cuidados con afecto para así generar una base de la aceptación y de orientación que les dará como tutor, las restricciones razonables al comportamiento de sus hijos es parte de amarlos, así como alimentarlo, consolarlo y jugar con él respondiendo a sus deseos.
Para el Pediatra Saúl Vallejo Chávez, la comunicación, la observación y la solución pronta ante una problemática son fundamentales para evitar estos actos, sin embargo, mencionó unas importantes recomendaciones para así evitar al máximo situaciones preocupantes.
- Debemos tratar de determinar lo que desencadenó el comportamiento agresivo del niño, niña o adolescente, preguntémosles qué pudo haber pasado. Es muy importante el diálogo entre las dos partes y tratar de encontrar lo que desencadenó la agresividad del mismo y hacer una corrección pronta.
- Hay que ser claros, siempre debemos dirigirnos a nuestros niños, niñas o adolescentes y decirle lo que queramos que haga o no hago en una situación específica, no es darles un sermón largo o regañarlo, sino, con palabras claras, con un tono de voz fuerte y ahí va a ver su hijo, que usted le está dando una orden o va a entender que lo que está haciendo está mal y lo debe corregir.
- Sea un observador cuidadoso, cuando un niño pequeño está jugando con otros niños debemos mantener los ojos sobre la situación, pero tratar de no estar encima ni de sofocarlos, lo que comienza como una riña en broma, a correr, perseguir o compartir juguetes puede ser rápidamente en una batalla y aquí debemos intervenir como padres.
- Mirar y evaluar en general todo, cuando su hijo está siendo agresivo o actúa de manera que a usted no le gusta el comportamiento y hágalo hacer otra cosa es muy importante en la mayoría de los casos esta actividad.
- Cuando el tiempo lo permita demostrémosle cómo manejar una situación donde hay conflictos entre niños, por ejemplo; si su hijo no es suficientemente mayor le puede enseñar algunas palabras para utilizar a fin de calmar un conflicto o solucionarlo.
- Si su hijo tiene actitudes de lenguaje debemos ayudar o explicar porque está enojado, si usted le puede adivinar o él no puede decirlo, hágalo por él como, por ejemplo; creo que estás enojado porque no puedes jugar con X amigo, cómo te sientes siempre el diálogo es muy importante.
Ante la situación presentada en Pitalito
Según Saúl Vallejo, ante esta situación se debe tener cautela y no emitir juicios sin antes investigar y determinar las causas vividas en ese momento, aseguró de igual forma que se debe trabajar arduamente con un equipo interdisciplinario tanto con la familia y la menor involucrados en este lamentable suceso.
“Cómo profesionales del área de la salud, debemos tener cautela a la hora de emitir juicios o impresiones de lo que pudo haber acontecido, es importante investigar a fondo el comportamiento previo de los menores, así como su convivencia familiar y social. Algunos casos de violencia y crímenes en edades tempranas pueden obedecer a trastornos de conducta siendo sus primeras manifestaciones en la infancia y persistiendo hasta la vejez, es muy importante y existe una característica común en el adolescente que es violar las reglas…”
“Las secuelas son innumerables esto pues va de la mano con un equipo multidisciplinario que debe evaluar a esta pequeña, conformado por psiquiatras específicamente de infancia y adolescencia, psicología especialista en niños, un pediatra, un trabajador social, un equipo multidisciplinario para evitar más complicaciones a futuro y que esta niña pueda adaptarse nuevamente a su vida cotidiana”, expresó el profesional de la salud.