DIARIO DEL HUILA, CIUDAD
Por: Hernán Galindo
Por un recorrido que hizo Diario del Huila pudo evidenciar que muchos lugares están invadidos por el espacio público, comunidad en general expresa que entre carros, motos y hasta locales comerciales se han encargado de ocuparlos.
La defensa de su espacio público y, particularmente, de sus andenes está siendo perdida por Neiva en perjuicio de sus ciudadanos, principalmente peatones, por eso, es cada vez mayor el número de personas preocupadas por esta situación de convivencia social, que hoy aborda Diario el Huila.
Y es justo esa preocupación la que ha puesto en evidencia la manera descarada como carros particulares, motos e invasiones de todo tipo se han venido adueñando de un entorno que les pertenece a los ciudadanos.
“El número de cuentas creadas en redes, de fotografías, videos y comentarios que se comparten, muestran la forma lamentable como las personas han venido siendo desalojadas del andén”, asegura Liceth Gómez, secretaria de una oficina de abogados en el centro.
Invasión sin límites
En algunos andenes del centro o en barrios no pueden caminar dos personas juntas. No hay espacio. La plataforma de cemento que está a disposición para el peatón es tan estrecha, que solo un ciudadano puede caminarlo.
A las 11 de la mañana, unas ocho personas recorren un punto en el barrio Altico, junto donde funciona un centro de salud. Sin embargo, seis de ellas se ven obligadas a transitar por la vía, teniendo en cuenta que no hay suficiente andén para que todas puedan usarlo.
“Con el riesgo y amenaza de que circulan decenas de carros y buses, a gran velocidad. La situación pone en riesgo la vida de cualquiera de ellos. A uno fácilmente lo puede atropellar un carro”, advierte Vladimir Ortega, comerciante del sector.
Ese panorama ha sido común en las orillas de las calles de Neiva y se convierte en un problema que resta espacio público, e incluso, aporta a la inseguridad, según coinciden los habitantes.
“Se supone que el andén está hecho para que uno camine, pero nos toca bajarnos e ir por la vía”, critica Laureano Villalobos, de 66 años.
En una zona de la calle séptima junto a la carrera octava, al lado del Parque de la Música hay residencias para enamorados y comidas que se toman gran parte del andén con vehículos y matas.
Ramiro Ballen, vecino, comentó que “nunca hemos sabido que autoridad alguna haya llamado la atención por esta situación”.
“Se han acostumbrado a utilizar los antejardines como una terraza, un parqueadero para su carro un jardín e incluso como establecimiento comercial. Eso está prohibido. Hay que respetar el andén y el espacio público”, dijo Javier Murcia, Veedor de Espacio Público Municipal.
También en los barrios
Asadero de pollo atravesado en un andén, publicidad exterior visual de pequeños negocios, estantes de ventas de ropa y zapatos que impiden u obstaculizan la libre circulación de los habitantes de los barrios están por distintas partes de la ciudad.
En el recorrido se encontró que varias unidades residenciales o negocio y oficinas han ubicado cadenas y candados en los parqueaderos auxiliares que son espacio público. No propiedad privada.
Los andenes están siendo ocupados por publicidad y las personas se están desplazando a las calles para poder transitar, eso no es el espíritu de la Ley y en eso todos debemos ser conscientes de la situación. El mal uso de la publicidad exterior visual está afeando la ciudad. No estamos en contra que las personas generen recursos, pero se debe manejar un conducto y no afeando el aspecto urbano maltratando hasta los árboles de la zona”, indicó Ferney Cepeda, abogado, quien afirma conocer del tema en sus negocios de trabajo.
Los inmuebles que no dejan espacio para el peatón y las viviendas que extienden sus predios son comunes en Neiva, como un ejemplo es la avenida Buganviles, la Primera de Cándido, la calle octava en el oriente, donde los peatones no pueden caminar porque no hay espacio.
“A las imprudencias por parte de los propietarios de estos negocios, también se suma la de conductores de vehículos particulares y pesados, quienes toman los andenes como parqueaderos”, reclama Julia Tapia, residente.
Múltiples negocios en la carrera cuarta invaden, desde hace años, el espacio que debe corresponderle al ciudadano que transita a pie por el sector, sobre todo los almacenes y talleres de motos que sacan estos vehículos y obstruyen su paso.
“Ese panorama ha sido común en las orillas de las calles de la capital huilense y se convierte en un problema que resta espacio público. Pero nadie hace ni dice nada”, señala Luis Otálora, del barrio Los Almendros, quien todos los días tiene “el bendito problema”.
Infortunadamente quedó demostrado que la falta de cultura ciudadana y de control y sanciones por parte de las autoridades competentes, han ocasionado que los espacios que otrora pertenecieron a las vías ahora son exhibidores de mercancías, talleres y parqueaderos de motocicletas, comentan otros vecinos.
“Se supone que el andén está hecho para que uno camine, pero nos toca bajarnos e ir por la calle”, critica Laura Meriño, estudiante universitaria, por la situación que vive con los almacenes y ferreterías en la calle quinta, entre carreras segundo y octava.
Medidas y soluciones
Todo predio debería contar con el respectivo andén peatonal ubicado entre la línea de bordillo de una vía y la línea de propiedad o paramento dentro de cada polígono de manzana.
Tampoco debe haber elementos construidos que sobresalgan de la superficie tales como peldaños, escalones y rampas. Además, la franja de uso peatonal tendrá que contar con una “superficie continua” y garantizar la movilidad de personas en condición de discapacidad”, explica el abogado Cepeda.
Las calles también se han convertido en un gran estacionamiento, y ello ha hecho que la misma ciudadanía opte por privatizar irregularmente tales espacios, ante la mirada indiferente de las autoridades.
“Los dueños de las casas utilizan el andén como parqueadero privado. Le toca al peatón exponer su vida, caminando por la angosta callecita”, afirma Teódulo Piñeros, del barrio El Vergel.
“Esta situación se repite a lo largo y ancho de la ciudad. En pasadas administraciones y con el propósito de dar andenes para la gente se angostaron las avenidas para generar espacios más amplios para el peatón”, pero resultó peor, los negocios se adueñaron como en la carrera quinta, con bares y tomaderos, señala Rigoberto Parra.
“La actual administración y las que vienen debieran ponerse como meta el restablecimiento de andenes, plazoletas y estaciones invadidas durante los últimos años. Es de la ciudad son para la gente”, agrega el contador público.