DIARIO DEL HUILA, HOMENAJE
Por: Johan Eduardo Rojas López
Hoy se recuerda con cariño, orgullo y admiración, a un hombre que aunque muchos no tuvieron la dicha de conocerlo, su música los lleva a navegar por territorios cargados de riquezas culturales. Eso sigue inspirando Jorge Villamil Cordovez.
Ayer hace 12 años falleció el icónico Maestro Jorge Villamil Cordovez, el compositor de las Américas, que dejó un legado excepcional que hoy, tantos años después se sigue rememorando. Este orgullo opita supo conquistar generaciones enteras con el arte que lo convirtió en una de las leyendas más queridas y admiradas del sur del país. Fue y es un ejemplo cultural grandísimo que logró lo que pocos hasta el momento han logrado y es llamarse huila en toda la extensión de la palabra.
Hoy se recuerda con cariño, orgullo y admiración, porque, aunque muchos no tuvieron la dicha de conocerlo, su música los lleva a navegar por territorios cargados de riquezas culturales.
El médico nació en Neiva, en la hacienda del Cedral en la región Vegalarga, lugar que se convirtió en la inspiración de sus bellas composiciones. Además, allí en su gran hacienda cafetera del sur colombiano, vio varias veces las caras de la violencia en Colombia. El famoso compositor colombiano Jorge Villamil Cordovez, autor de canciones muy populares como Espumas, Llamarada, Me llevarás en ti, El Barcino y por lo menos otras 170 canciones folclóricas y románticas, falleció en su casa de Bogotá luego de soportar durante más de 30 años una diabetes mellitus tipo 1 que en los últimos años lo postró en cama y limitó sus actividades artísticas y personales.
El periodista, docente y escritor, Heber Zabaleta Parra, de sangre cartagenera y corazón opita expresó “El legado está en permanente construcción y es importante transmitirlo a las nuevas generaciones para que entiendan todo lo que aportó al departamento. Las nuevas generaciones no lo valoran, desconocen el museo, el legado y necesitamos que eso se consolide y se proyecte”.
“A través de mis medios propios, hacemos proyectos para rememorar, destacando su papel dentro de nuestra cultura. Se requiere de un trabajo mancomunado para revivirlo en las nuevas generaciones. Todas sus historias son importantes, porque precisamente narran vivencias, canciones que conectan con los hechos de la vida”, dijo el periodista.
Es innegable que su creatividad marcó un momento clave y está conectada con la vida de Neiva, el Huila y Colombia, porque logró crear una identidad. Por eso, se convirtió en un icono de la cultura huilense a través del arte. Asimismo, uno de sus grandes logros era saber de literatura y de su tierra, porque precisamente eso lo plasmaba en sus poesías y enriqueció su historia.
Marco Fidel Yucuma, periodista, locutor y escritor huilense indicó “Él fue un sumativo cultural de su historia de vida. Padeció la violencia de la mitad del siglo pasado, pero se convirtió en un pedazo vital del huila. Los gestores culturales lo han olvidado y no lo analizan como patrimonio cultural del huila. Yo creo que tendríamos que construir una política pública de Villamil sumándolo al patrimonio”.
“Necesitamos revivir la obra de él como recuento del patrimonio latinoamericano. Parece que en México lo aman más que aquí, compro su obra y lo sienten suyo. Por eso, soy partidario de que debemos exigir más compromiso a los entes gubernamentales para no dejarlo olvidado, puesto que marcó una etapa. Yo aprendí a tocar guitarra con su música en mi municipio natal y esa tradición se mantiene. En mi casa vive Jorge Villamil, mis esposa e hijas conocen su legado. Todos los sábados lo escuchamos y nuestro hogar es un pequeño embajador de su memoria. Lo llevo en mi alma y por eso trato de exaltarlo. Entre más años de muerto tiene, debe vivir más en nuestros corazones.», puntualizó el periodista.
No obstante, hay que celebrar la labor de la Fundación por la Huilensidad Jorge Villamil Cordovez, creada precisamente para contribuir a este fin de exaltar al artista. Entre esas creaciones de su última cosecha hay para todos los gustos, desde crónicas cantadas y paisajes musicalizados, hasta poemas de amor y desamor dirigidos a los románticos de ayer y del siglo XXI.
Uno de los grandes creadores de la literatura huilense contemporánea, Esmir Garcés, sostuvo que, “Él representa un gran poeta de la música. Constituye y enriquece nuestra cultura, es un sentido de orgullo. Le canta a la cotidianidad y vivencias de nosotros los opitas. Es nuestra esencia y vive en nuestras tradiciones, porque en su música estamos nosotros, nuestra identidad. Este artista que le canta a la tierra, nos permitió y permite descubrirnos a nosotros mismos.”
“La modernidad nos ha impuesto otros conceptos musicales. Yo considero que él sigue en nosotros y por eso lo incluyen en otros ritmos. Un error es delegar a los dirigentes la responsabilidad de tenerlo presente, porque siendo honesto a ellos no les interesa mucho eso. Somos nosotros quienes debemos hacer ese trabajo desde nuestros contextos. Empezando por reconocernos en él y en su conexión con el territorio. Además, existe una temporada en que la gente se baña de él y eso se da gracias a las fiestas autóctonas del departamento. Así que mientras esto exista, él estará presente y es también un gestor de nuevos talentos. Está muy vigente porque siempre fue muy específico en cada detalle de la construcción cultural y nació en una época muy exacta en la que pudo marcar tradiciones.” Continúo diciendo.
Aunque evidentemente existen posiciones diferentes, la admiración y orgullo es el mismo, porque portó desde luego, un legado musical de cantantes, compositores, intérpretes y por eso es representado en varios rincones del país. Ayer se conmemoró 12 años de su muerte, pero se sigue disfrutando del camino cultural tan mágico que proporcionó.