DIARIO DEL HUILA, CIUDAD
Por: Hernán Galindo
Fotos: Tatiana Ramírez
Aunque no son muchos quienes conocen el proyecto que tramita el Congreso, comparten que llena un vacío para que los pasantes reciban al menos un salario mínimo por su trabajo y servicio.
En el Congreso avanza un el proyecto de ley por medio del cual las entidades del Estado estarían obligadas a pagar un salario mínimo a los estudiantes universitarios que cumplan sus pasantías en esos organismos.
Con la iniciativa se quiere eliminar la gratuidad de las prácticas universitarias en todas las entidades del Estado y exista así un reconocimiento económico mensual para los estudiantes; el cual no podrá ser inferior a un salario mínimo mensual legal vigente.
Para Triana Julio César Triana, representante a la Cámara, y autor del proyecto, “si bien las prácticas universitarias se encuentran amparadas por la Ley, en el caso de las pasantías se genera un vacío que promueve la falta de garantías laborales”.
Con el proyecto se busca subsanar la desigualdad que existe entre las dos modalidades, pues habría una obligación legal en las entidades del sector público que garantizaría la remuneración y dignificación del trabajo de los estudiantes universitarios de último semestre que tienen como requisito realizar una pasantía en Colombia.
Reacciones de la juventud
Diario del Huila consultó a jóvenes neivanos, estudiantes, y profesionales sobre el tema. Curiosamente pocos saben de la iniciativa, aunque coinciden que se paga una deuda histórica con la juventud que es utilizada por las empresas sin ningún reconocimiento a cambio.
“Cuando se culmina un programa de pregrado, los estudiantes deben insertarse en el mundo laboral, pero antes, tienen que pasar por un periodo de prueba que los convierte en “practicantes”, en donde no suelen percibir un salario o, en algunos casos, reciben un sueldo mínimo”, manifestó Richard Perdomo, egresado de la Universidad Surcolombiana, de Comunicación Social, y quien asegura haber sufrido ese padecimiento, “trabajar sin pago salarial”.
Y agregó que realizar prácticas es un requisito de grado que universidades exigen para graduar al nuevo profesional, así que cualquier oportunidad, sea buena o mala, paga o gratis, se debe tomar para cumplir con las exigencias.
Aunque algunas empresas pagan el servicio, la realidad es que el monto a veces no corresponde a la labor realizada. El rango de pago recibido por un practicante está entre los $616.000 y 1 millón de pesos. Dinero que la mayoría de las veces se gasta o invierte en el transporte para ir a cumplir el trabajo.
Estoy de acuerdo con el proyecto “pues queremos que se elimine la gratuidad de las prácticas universitarias en todas las entidades del Estado y exista así un reconocimiento económico mensual para los estudiantes”, señaló Fernán Mahecha, estudiante de derecho de la Universidad Antonio Nariño.
Y agregó que ojalá fie que no sea inferior a un salario mínimo mensual legal vigente.
Filomena Bautista, veterinaria, que hizo prácticas en una empresa de venta de comida de animales, manifestó que las prácticas son un requisito importante y valioso para que el nuevo profesional se incruste en lo que será su futuro laboral en lo que estudio.
“El problema es que hay un vacío que promueve la falta de garantías laborales para una parte de la población estudiantil del país. No existe ninguna obligación legal para hacerle algún tipo de pago al estudiante”, se queja, tras señalar que interpreta a muchos jóvenes que piensan igual.
Dudas y preguntas
Ricardo Prieto, estudiante de medicina, afirmó que conoce del proyecto y le parece muy importante porque se busca subsanar la desigualdad que existe entre las dos modalidades, pues habría una obligación legal en las entidades del sector público que garantizaría la remuneración y dignificación del trabajo de los estudiantes universitarios de último semestre que tienen como requisito realizar una pasantía en Colombia.
Los jóvenes practicantes en empresas deben ser compensados con por lo menos el valor de un salario mínimo. Y se debe ordenar que las empresas deban abrir cupos a los estudiantes en sus prácticas profesionales y compensarles con el un pago justo durante su tiempo de trabajo y servicio, claro, sin que ello implique una relación laboral, señaló Jorge Barón, abogado de un consultorio jurídico, consultado sobre el tema.
Y que se ha demostrado que hay empresas donde no sólo no les pagan o reconocen a los practicantes, sino que los obligan a ejercer oficios diferentes a los de su conocimiento profesional.
“Hay estudiantes a quienes los llevan a trabajar gratis como mensajeros, cumpliendo funciones ajenas a lo que son sus estudios. Y hay empresas que tienen hasta el 30 por ciento de sus empleados como practicantes, sin pagarles”, señaló Barón.
Sergio Melo, estudiante de arquitectura de la Universidad Piloto, dice estar de acuerdo porque no es posible que hoy los jóvenes hagan sus pasantías sin tener una remuneración para sus gastos básicos.
Pero le preocupa que la iniciativa, que también busca una ayuda para el empleo de los jóvenes y egresados de carreras profesionales universitarias, se pueda devolver en contra porque las empresas o empleadores le huyan a tener que recibir pasante y asumir un pago que a la fecha no cumplen o no es obligado.
Carlos Tapias señala que las autoridades deberían desarrollar, fomentar y reglamentar una política pública de incentivos para que las entidades públicas centrales y territoriales habiliten plazas y realicen convocatorias para la realización de prácticas universitarias.
“Los jóvenes se han visto afectados para ingresar al mercado laboral y la contracción económica podría no entregar el mejor panorama”, manifestó.
Y enfatizó que muchos estudiantes, además de realizar sus pasantías de manera gratuita, deben asumir gastos que no les corresponden, como el transporte.
“Otros, tienen que realizar labores que no son afines a su carrera y, en algunas entidades, hasta deben cumplir con horas extra. Esto, sin contar con que la mayoría de veces no son afiliados al sistema de seguridad social”, explicó Tapias.
Opines comunidad:
Lisandro Otálvaro: Importante que el Congreso tramite iniciativas que fomenten y dinamicen el empleo juvenil. Hoy, tenemos una alta tasa de desocupación en Neiva y el Huila.
Ligia Cortés, estudiante: Me preocupa que al reglamentar u obligar el pago de las pasantías, las entidades o empresas no preferirán excluir estas plazas para los estudiantes, que al fin y al cabo son profesionales en formación.
Felipe Estupiñán, estudiante de bachillerato: Entiendo esta iniciativa que me cuenta como una oportunidad real para nosotros los jóvenes.
Milton Segovia, estudiante de la Usco: Muy buena iniciativa, pero me gustaría que se pudiera socializar más. Que los congresistas nos visiten en la Universidad con el objetivo de conocer más del proyecto y ellos escuchen dudas, opiniones y sugerencias.
Muchos de los jóvenes neivanos desconocen la iniciativa, pero la avalan.
