Por: Johan Eduardo Rojas López
Sus voces siguen exigiendo sus derechos constitucionales. En la historia del mundo y de Colombia reposan hechos que han marcado precedentes y que han servido de impulso para que hoy por hoy las mujeres festejen sus logros.
Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer como una fecha histórica de la lucha constante por la equidad de género, el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos. Hoy esta Casa Editorial busca resaltar el importante papel de cuatro mujeres que aportan desde sus contextos en la consolidación de su género, su lucha y el territorio. Por eso, hablamos con Juana Valentina Lamilla, Nelly Yohanna Cuellar, Erika Pérez Pinzón y Manuela Alejandra Lobo.
Juana Valentina Lamilla Murcia
La joven de 22 años, quien es estudiante de octavo semestre de Derecho, empresaria de la ciudad de Neiva e influenciadora digital, nos contó su percepción sobre la mujer. “Yo pienso que el ser mujer nunca ha sido fácil, y aunque actualmente nos han brindado muchas herramientas, todavía no sigue siendo fácil. Yo siento que en el Huila la mujer debe ser tenida en cuenta muchísimo más en todos los ámbitos. Siento que el papel de la mujer en este momento está subestimado en muchos aspectos. Pero es un honor, al final es un honor traer tantas cosas al mundo, porque la mujer siempre va a ser sinónimo de orden, de pureza, de fuerza y siento que siempre va a ser un honor”.
Igualmente, la joven empresaria menciona la dificulta de consolidar empresa dentro de la región. “Siento que no ha sido fácil, que para un hombre siempre va a ser más sencillo y no me refiero a una posición machista; sino a una cultura que tienen todos los ciudadanos y más en nuestro país, que sienten que una mujer quizás no sea capaz de llevar una empresa, no sea capaz de liderar, no sea capaz de ponerse al frente de un proyecto muy grande y demás”.
Esta joven opita se siente orgullosa de ser mujer. “Porque una mujer es sinónimo de fuerza en muchos ámbitos y el ser mujer que logra cosas, es decretar los dones. Entonces yo como mujer en este momento me siento completamente realizada, quiero formar una familia actualmente, llegar a tener hijos y el hecho de llegar a formar una vida, me parece algo increíble. Yo creo que la lucha de la mujer está muy sobrevalorada con respecto a que creen que nosotros tenemos los derechos y ya. Y hay muchos datos confirmados donde se especifica que la mujer sigue subestimada en muchos aspectos“.
Asimismo, nos invita a reflexionar y pensar: ¿Cuántas mujeres en este momento están desaparecidas?, ¿Cuántas mujeres en este momento son abusadas sexualmente?
Precisó que el 80% de su público es mujer. “Empatizo mucho más con las mujeres porque siento que desde mi punto de vista y desde mi influencia, uno puede hacer muchas cosas. Pero la cuestión aquí es que somos conscientes de que esta celebración se hace netamente con fines económicos y de celebración. Hay una excusa por la cual recibir regalos e incluso felicitaciones; pero en el fondo sabemos que esto empezó por algo”, dice Juana.
La joven rechaza la actitud que aun hoy en día tienen muchos hombres hacia una mujer. “Te voy a ser muy sincera. A mí me han tocado en la calle tres veces, y fui acosada sexualmente por muchos años. Esto es muy difícil decirlo, porque nunca lo he contado, ni siquiera en mis redes sociales y siento que ese es un tema muy delicado que todavía no ha sanado; pero te lo cuento porque mucha gente cree que uno vive dentro de una cajita de cristal, pero nadie sabe lo que pasa de puertas para adentro”.
Asimismo, aseveró que en las calles de Neiva también se ha sentido vulnerada. “Eso es una realidad porque no tienes idea de cuántos enfermos hay en la calle. Y lastimosamente hay muchos enfermos en la ciudad de Neiva, y lo puedo decir con certeza, porque yo camino de acá a mi casa, a la esquina y recibo diez mil piropos vulgares y un tipo acercándose o persiguiéndome. ¿Por qué? No tengo ni idea. Pero claramente todas las mujeres en algún punto de nuestra vida hemos sido acosadas en la calle u otros espacios”.
Nelly Yohanna Cuellar
La deportista y administradora financiera, de 26 años, ganadora de tres categorías en los Juegos Nacionales Comunales, nos narró su vivencia frente al deporte que practica, el ajedrez. “A nivel nacional siempre está separado por rama femenina y masculina, pero en el departamento y municipio nunca se premia la mejor dama. A nivel departamental la inclusión para que las mujeres jueguen ajedrez es muy poquito. En un torneo generalmente hay dos o tres mujeres y tampoco los organizadores ponen el incentivo para llamar la atención de ellas.”
“Ser mujer es maravilloso, la sociedad ha cambiado muchísimo, ahora hay mucho respeto, hay todavía casos de maltrato y de machismo, pero esa cultura se está cambiando poco a poco. Todas las luchas son necesarias. La pandemia nos cambió un poco las dinámicas porque los hombres empezaron a valorar el papel que muchas jugamos en la casa. Ya hay más respeto con todo, aunque hay temas que hay que tocar, digamos el tema del aborto en este momento es muy complicado porque no nos dan libertad. Es que independientemente del género es importante dejar un legado, lo que uno tiene que hacer es motivar a otras personas a seguir otros pasos. Es que todos somos iguales, entonces si yo puedo aportar un granito de arena para que otras mujeres se empoderen, pues eso sería maravilloso. En la parte del trabajo profesional, siempre estoy intentando ayudar a madres cabeza de hogar”, continúo diciendo.
La ajedrecista sostiene sentirse privilegiada en varios aspectos. “En el sentido de sentirme vulnerada he sido privilegiada, no he tenido ese tipo de abusos, pero lo he vivido con personas cercanas. Yo el día de la mujer lo celebro todos los días, pero claro que lo aprovechó para exaltar lo que hemos avanzado. Es un día en el que uno puede compartir y resaltar lo que se ha poseído, pero se debe resaltar todos los días”.
Erika Pérez Pinzón
Por su parte, la caficultora de 34 años de Gigante – Huila, nos habló de su experiencia dentro del gremio de caficultores del municipio. “Siempre ha sido difícil porque no tenía conocimientos de caficultura, yo soy contadora pública, pero la verdad las personas que me rodean no han sido tan machistas en ese sentido, por lo mismo, que no hay muchas mujeres que lo hagan. He recibido mucha ayuda de las personas que se desenvuelven en el gremio de la caficultura. La verdad yo tengo muchas ventajas, una de ellas, es que mi esposo es ingeniero agrónomo y trabajó en Gigante, porque la finca es grande y contamos con mayordomo, eso hace que sea muy fácil, pero las mujeres que tienen que hacerlo todo, me quito el sombrero con ellas”.
De igual manera nos explicó el rol de varias mujeres en su finca. “Hay trabajadoras mujeres, la persona que cocina y las recolectoras que llegan cuando estamos en cosecha, son muy verracas todas. El hecho de que yo como mujer esté al frente administrando, hace que el hombre tenga mucho respeto también para las demás mujeres. Yo no tolero que las trate mal. Tiene que haber mucho respeto entre todas las partes para que todo funcione. Uno tiene unos dones muy grandes por ser mujer, los dones que Dios nos dio como mujeres, son un premio muy grande, uno puede ser todo al mismo tiempo”.
“Me siento bien, tengo una familia muy bonita, cuento con personas que son honestas, trabajadoras y que hacen que mi trabajo como mujer sea bueno. Eso depende también de las personas, de cómo uno trate con respeto y les dé el valor. La lucha que a las mujeres les ha tocado es muy difícil, empezando porque venimos de un pueblo muy machista. Les ha tocado muy duro abrir esas brechas que ahora disfrutamos todas. Las chicas y mujeres que lideran estos espacios son muy valiosas. Afortunadamente puedo decir que he sido muy bendecida gracias a Dios, nunca he sido vulnerada”, manifiesta Erika.
Manuela Alejandra Lobo Rojas
Es comunicadora social y periodista deportiva, asociada de la Accor, Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos. A su vez, es docente de básica primaria. En esta oportunidad la joven nos habló de las luchas que ha batallado. “En primer lugar, creo que la lucha fue conmigo misma debido a que para que se me diera la oportunidad en el medio debí buscar; pero gracias a Dios di con dos personas que me dieron la oportunidad y gracias a ellos, al abrirse el micrófono pude aportar todo mi conocimiento y a su vez evolucionar como periodista deportiva que, es la meta y el sueño que quiero cumplir. Obviamente Colombia todavía es un país machista que ve a una mujer narrando y comentando algún deporte y se lleva la sorpresa de que sepa mucho. Creo que el tema de los deportes no tiene género en realidad”.
“Soy consciente de que ser mujer a veces nos quita el privilegio de muchas cosas. Cuando era pequeña mi sueño era ser futbolista; no pude lograrlo porque se me interpusieron muchas cosas. Quizás debí ser un poquito más fuerte. Era una niña y uno cuando es niño no tiene la capacidad de visualizar muchas cosas cuando el futuro es más grande; pero el hecho de ser mujer es una lucha constante en este mundo, en esta sociedad que es estigmatizada, que es muy prejuiciosa frente a lo que la mujer puede hablar y no solamente en el deporte, sino en muchos ámbitos de la sociedad. Yo creo que ser mujer, es ser valiente frente al mundo.” Ahondó Lobo.
Además, al igual que muchas otras, expresó que sí se ha sentido vulnerada. “La verdad sí, me he sentido vulnerada en muchos espacios diría yo; no diría que físicamente tanto, pero sí de manera psicológica o verbal, o de una u otra manera las miradas que le dan a uno; pero no me dejó opacar por eso, no me dejo sentir pequeña por eso; porque al final el hecho de ser mujer, no significa que pueda tener una voz, un derecho y una oportunidad de poder hablar; por eso digo que ser mujer es ser valiente frente a este mundo tan estigmatizado”.
“Yo creo que día a día son más las mujeres que no les da miedo hablar y eso es lo importante; aparte de que nosotras debemos ser una unión y seguir portando esa voz de reunir a muchas generaciones, y que yo creo que muchas niñas de otras generaciones se pueden identificar con nosotras, que somos las que seguimos y dejar ese legado y que bueno ver a muchas mujeres luchando. Hoy me siento orgullosa de decir que tuve la posibilidad de cubrir unos juegos Panamericanos en Cali, ser la única periodista femenina y del medio del sur de Colombia, estar en Cali en estos primeros juegos panamericanos juveniles; tener la posibilidad de estar cerca a jovencitos que están soñando y que son muy buenos”, puntualizó.
Estas cuatro mujeres desde sus contextos, territorios y pasiones, continúan aportando al papel de la mujer e intentando tener un legado de libertad. Asimismo, aunque son percepciones diferentes, concuerdan en que ser mujer es fortaleza, belleza e inteligencia, componentes de éxito y grandeza.
