Diario del Huila, Comunidad
Por: Hernán Guillermo Galindo M
Fotos: José Rodrigo Montalvo
Realizado por el maestro Rodrigo Arenas Betancourt, el monumento que hace honor a la poesía del “Cantor del Trópico», el poeta y novelista huilense José Eustasio Rivera Salas, se mantiene en el parque del mismo nombre en medio del crecimiento de la ciudad.
El monumento a los potros está compuesto por cinco potros galopando hacia el infinito en una diagonal de concreto. Es el monumento un remedo del brío de los primeros años del animal, de su retozo alegre y salvaje, como lo expresa José Eustasio Rivera en uno de sus sonetos.
Diario del Huila en su recorrido por las comunas de la ciudad llegó hasta este emblemático lugar de la capital del Huila, ubicado en la carrera 2 con avenida la Toma.
Lo primero que se observa es la escultura imponente y majestuosa que se divisa desde la distancia. Al acercarse se observa en la base una placa en la que, gravado en letra de molde, se lee el soneto de José Eustasio Rivera que le da el nombre al monumento.
Los alrededores se mantienen relativamente en buen estado con jardineras y amplios espacios que dan paso al parque que lleva el mismo nombre.
El parque tiene como vecinos a los negocios de floristería por la carrera 3 y la calle 16 y otros de muebles y algunos restaurantes.
Carlos Suarez de un almacén de muebles se atreve a dialogar con Diario del Huila y dice que siempre han estado pendientes del mantenimiento del entorno del lugar. “Adicional al aseo que se hace cada dos días por parte de la administración, nosotros estamos pendientes que el lugar se mantenga en buen estado”, indica.
Lleva aquí casi toda su vida desde antes del monumento, primero el parque que está frente a la sede de los Olivos en Neiva, empresa que así mismo colabora con el mantenimiento y mejoramiento del entorno y con lo del monumento desde que lo instalaron viven pendientes que no sufra daño alguno.
Clara Polanía, vendedora de flores en uno de los negocios aledaños se suma y dice que lo que se ha deteriorado del monumento han sido las luces sobre todo las del piso. El monumento tenía su propia iluminación y con el paso del tiempo se fueron deteriorando y apagando. “Por eso nos dimos a la tarea de colocar unas luces aéreas, entre todos hicimos colecta y colocamos las luces”, cuenta.
Piden que les arreglen las lámparas del suelo para que el monumento recobre toda la iluminación, porque en el momento las únicas que le dan brillo en la noche son las aéreas que colocaron ellos.
Roberto Cuenca, vendedor de una de las casetas en el parque dice que el mantenimiento de las luminarias es el que hace alumbrado público y pare de contar y enseguida se queja que le quiten espacio al parque con la construcción de un sendero peatonal contemplado dentro de los trabajos de ampliación de la carrera 2 para el Sistema Estratégico de Transporte para la ciudad, indica.
El lugar es de mucho movimiento especialmente en el día y hasta las primeras horas de la noche por la ubicación de las salas de velación de los Olivos. Son muchas las personas que llegan a comprar flores en los negocios aledaños.
Una de esas compradoras, Tulia Polanco dice que toca estar alerta como en cualquier parte de la ciudad porque los amigos de lo ajeno están pendientes ante cualquier descuido. “No se puede dar papaya porque lo atracan a uno”, dice.
Sobre el tema interviene Karen Troncoso administradora de una de las floristerías y comenta que en coordinación con la policía han logrado un patrullaje permanente y que se analice la posibilidad de instalar in CAI. “Lo que si ya está definido es la ubicación de una cámara de seguridad con lo que podrán monitorear el lugar las 24 horas del día”, agrega.
Caminar por el lugar es agradable más con el clima fresco de la mañana en la que llegamos hasta los Potros. Las palomas son otras inquilinas que han ido llegando desplazadas del centro de la ciudad en el caso del parque Santander en donde ya no es muy habitual verlas. Aquí un grupo de palomas recibe comida de los ocasionales visitantes.
Para óscar Buendía que atiende uno de los negocios en el costado de la calle 16 el parque en realidad se mantiene en buen estado, día de por medio lo barren, se mantiene bonito. “Nosotros vivimos pendiente como quiera que forma parte del entorno en donde laboramos. Somos de los potros y debemos tener sentido de pertenencia”, agrega.
El lugar es estratégico para el desplazamiento de sur a norte y de oriente a occidente en la ciudad. La convergencia con la carrera 2 y la avenida la Toma le dan movimiento permanente durante todo el día. Por la carrera 2 circula todo el transporte público y además el tráfico privado. La Toma es otra avenida principal en Neiva, es ese costado se encuentra la entrada al Instituto Técnico Superior que limita así mismo con los Potros.
Gina Marcela Palacio que acaba de llegar del Chocó dice que es una bendición llegar a un lugar como este. Está agradecida con la clientela que le compra los desayunos o el mecato todos los días. Aquí lo que más me llama la atención es lo bonito y lo bien que se mantiene el lugar. Incluso a veces aprovechamos los mangos que caen de los palos aquí y nos los comemos.
Como todos los lugares comunes en la ciudad el parque del monumento a los potros es un sitio en donde conviven a diario los neivanos y algunos visitantes que llegan a la ciudad y como parte de su recorrido por la misma incluyen una visita a los llamados sitios turísticos de la capital del Huila.
Diario del Huila sigue su recorrido por las comunas de Neiva observando y dando a conocer no solo la problemática que aqueja a sus habitantes sino así mismo dando a conocer que Neiva tiene lugares que vale la pena conocer y que en el caso particular como habitantes de muchos años pasan desapercibidos a nuestra vista.