Diario del Huila, Comunidad
Por: Hernán Guillermo Galindo M
En Neiva un grupo de cinco mujeres se han propuesto constituir una fundación destinada a la preservación de la naturaleza como un tema fundamental para mejorar el entorno y de paso contribuir con un granito de arena a mejorar la salud del planeta. Esta es la historia
La lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente es una tarea de todos, pero hay personas especiales que centran su lucha por la preservación de la naturaleza como su bandera con un único objetivo: dejar a las próximas generaciones un mundo mejor. Ellas marcan el camino.
Así se lo han propuesto un grupo de cinco mujeres que están promocionando la fundación Amigos del Medio ambiente del Limonar bajo, nombre que puede cambiar, pero inicialmente toma el del sector de origen de estas mujeres que junto a sus familias y varios de sus vecinos se han comprometido en recuperar parte de la ribera del río del Oro que baña parte del sector que habitan.
Quien las lidera es Nubia Bermeo que recién ingresó a la Junta de Acción Comunal en las pasadas elecciones, es quien nos recibe para contar cómo se han ido afianzando en una idea que nació como el trabajo de unas vecinas para el mejoramiento de su entorno y poco a poco se ha ido afianzando en un trabajo comunitario por el medio ambiente.
“Llevamos trabajando dos años en una iniciativa de nosotras, recuperando las zonas verdes que estaban llenas de escombros, de basuras, desechos en los alrededores del barrio. Hemos sembrado árboles frutales, tenemos huertas comunitarias en donde puede encontrar plátano entre otros productos”, cuenta inicialmente.
Nubia, aprovecha para hacer un llamado para que las apoyen con seguridad y controles para que no les arrojen basuras en las zonas que han venido interviniendo que quedan en la parte baja a la orilla del río del oro, en donde se unen a los plátanos que han ido sembrando frutales como limones, mangos, especies para conservación que les ha donado la policía, la CAM, el ejército, en general hemos hecho sembratones para recuperar la cuenca y mantener el cauce del río.
Es una lucha permanente porque mientras existen personas como ellas que están en esa labor ambientalista, otros no tienen sentido de pertenencia o cultura ciudadana y buscan arrojar toda clase de escombros, basuras y desechos en las zonas verdes comunes del barrio ubicado en la Comuna seis de la ciudad de Neiva.
Teresa Puentes, es otra de las integrantes de este grupo de mujeres que tiene el propósito de obtener personería jurídica para poder acceder a recursos y participar en la presentación de proyectos medioambientales de gran envergadura, sueño que esperan alcanzar en el mediano plazo.
“Como habitantes de este sector aledaño al río, observamos cómo la zona común estaba abandonada, se aprovechaba para arrojar basuras y toda clase de escombros. Nos dimos a la tarea de recuperarla, de a poco hemos ido sembrando arbolitos, maticas, hasta llegar a tener un lugar agradable, que podamos como en el pasado retornar a los paseos con la familia a compartir a la orilla del río como una zona agradable, bonita que valga la pena estar en ella”, dice.
Al observar que la iniciativa ha calado dentro de la comunidad en la que residen tienen otra meta y es llegar a otras comunas de Neiva. “Ir a recuperar zonas verdes, humedales como lo hemos hecho a la entrada del Limonar, ese es el proyecto que tenemos en mente estas cinco amigas del medio ambiente”, agrega.
Para el tema de crecer y legalizarse se vienen capacitando con el Sena en cursos como el de constitución de empresas y otras labores afines cuentan estas cinco mujeres empoderadas por su territorio, la vida, el medio ambiente que están enseñando a cuidar y preservar a sus hijos.
Con orgullo muestran el que llaman el parque la mona, que es parte de la zona recuperada al que le han colocado ese nombre como homenaje a Nubia Bermeo a quien conocen en el barrio como la mona.
“Ellas tuvieron la iniciativa de ponerle a ese pequeño parque ese nombre y la verdad que me da gusto, orgullo y alegría”, interviene Nubia aceptando el reconocimiento de sus compañeras de aventura.
Otilia Rojas forma parte de este grupo de guerreras medioambientalistas que se ponen no la capa, pero si el overol y la camiseta para las causas de recuperación de parques, zonas verdes, senderos y todo lo que tiene que ver con la naturaleza.
“Lo primero que nos motivó para emprender esta aventura es el gusto por la naturaleza, ver cómo la gente no tiene amor por su entorno, no hay responsabilidad por el cuidado de los recursos naturales, fuimos comenzando por encerrar un pequeño espacio con piedritas, sembramos maticas, mejorando los entornos”, afirma.
Uno de los propósitos en el barrio con la nueva junta de acción comunal es recuperar los alrededores de una caseta que fue entregada por la anterior junta a un señor que solo la utiliza los fines de semana para expender comida. “Los otros días de la semana la caseta se presta para que se escondan los amigos de lo ajeno y los consumidores, hay que recuperarla para la comunidad o despejar el entorno”, agrega.
Para la iniciativa de recuperar la caseta cuentan con el apoyo del presidente de la nueva junta que se ha comprometido a dialogar con el usuario de la misma y poderla recuperar para beneficio de todos, concluyen estas mujeres dentro de las que se cuentan también la profesora Ruby Ordoñez y Lilia Papamija.
Papel de la mujer frente al cambio climático
El cambio climático está poniendo en peligro el planeta y, como consecuencia, la vida de los seres vivos que lo habitan. Luchar contra este fenómeno es uno de los grandes retos a los que se enfrentará la humanidad, al tiempo causante del problema y única capaz de solucionarlo, en las próximas décadas. En esta ardua tarea, que requerirá del compromiso de todos, tienen un papel fundamental las mujeres como estas cinco amigas del medio ambiente.
Un papel que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya reconoció en 1995 durante la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Pekín. Allí se establecieron tres objetivos estratégicos en lo relativo a la mujer y el medio ambiente:
La participación activa de las mujeres en todos los niveles de adopción de decisiones sobre el medio ambiente.
La integración de sus preocupaciones y sus perspectivas en políticas y programas relacionados con el medio ambiente.
El establecimiento de métodos de evaluación de la repercusión de las políticas de desarrollo y ambientales en las mujeres.