Luis Humberto Tovar Trujillo
Cada día el cinismo, es la expresión apropiada para significar la política del Huila y del país. Y lo más grave es que sin mediar sonrojo alguno, los que han hablado contra la corrupción política y administrativa, y a la vez, la han promovido, en un acto consuetudinario de doble moral, por más de veinte años, son hoy los adalides de la corrupción.
Exactamente los mismos con las mismas.
Ni siquiera cambian los payasos del mismo circo, y con la misma función. Ver cómo terminan de saquear la entidad territorial, para recuperar los dineros que por borbollones invierten el último día de la campaña. Ya se les conoce el itinerario, porque lo han convertido en hábito.
Decir ahora, que son los redentores del Huila, falsa ilusión, nada creíble, por cierto; han sido por muchos años, los promotores del desastre del Huila, y ahora creen engañar incautos con un Huila grande, cuando lo que vive el país en términos políticos y administrativos son los grandes autores y protagonistas de siempre.
Menos les da vergüenza, a algunos electores por cierto escasos, colocar avisos publicitarios, en casa y vehículos, anunciando el mismo circo con los mismos payasos.
Son los grandes aliados del pacto histérico, que tiene secuestrado al país, y no pasa nada. Ya ni siquiera se puede andar por el Huila; todos andamos a la defensiva; los únicos que deambulan por el departamento son los protegidos por los delincuentes, que hoy supuestamente lideran la reconstrucción de Colombia y del Huila.
Que cinismo, gran cinismo; Ya ni vergüenza tienen, y el discurso es el Huila crece, y el Huila grande, después de haberlo destruido por cuenta de la corrupción, que ni la mencionan, porque se atragantan, porque se comen su propio cocinado.
Definitivamente esto da asco; por eso la forma de liberarnos de todas estas atrocidades, es apoyando la candidatura a la Gobernación de Rodrigo Lara que ya demostró siendo alcalde de Neiva, que se puede gobernar para todos y sin la asquienta corrupción.
